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Nico Espinosa y Cacho Mandrafina son los primeros ganadores del Premio Robin Wood 2024, en cuanto a la representación nacional e internacional, respectivamente. Esto se dio a conocer anoche, en un acto realizado en coincidencia con la fecha en que nació Wood y que ya es también la fecha oficial en que se celebra el Día de la Historieta Paraguaya.
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En un primer lugar, el dibujante y realizador de cómics, Vidal González explicó que como preámbulo al premio principal, se otorgarían distinciones a “grandes precursores del cómic nacional, quienes con su trabajo incansable y sus obras han dejado una marca en la cultura de nuestro país, enriqueciendo no solo el arte secuencial sino también la identidad de nuestra narrativa”.
“Hoy nos complace reconocer y honrar a estos visionarios que, a través de su creatividad, dedicación y esfuerzo han impulsado y dado forma a este maravilloso universo artístico. Por ello invitamos a los homenajeados a pasar al escenario para recibir este merecido reconocimiento”, señaló.
Fue así como Caló Sosa, Kike Olmedo, Roberto Goiriz, Carlos Arguello, Juan Moreno, Dani Zayas, Nicodemus Espinosa y Andrés Colmán Gutiérrez se hicieron presentes para recibir sus diplomas y trofeos, en una lista que también consideró a Aníbal Ferreira, Enzo Pertile, Javier Viveros y Melki Melgarejo, quienes no pudieron estar. Ale Espinosa hizo entrega del reconocimiento a los autores nacionales.
En representación de este grupo habló Kike Olmedo, quien afirmó que era un honor recibir tal distinción. “Tenemos mucho tiempo trabajando en esto es una alegría que llegue este momento, que seamos reconocidos, que la gente ahora esté dando el valor que se merece este arte que estamos haciendo muy silenciosamente”, dijo.
“A veces es muy solitario tener que trabajar horas y horas sobre la mesa de dibujo, pero muy feliz agradezco a la organización”, expresó, para luego añadir que tuvo el placer de haber conocido muy bien a Robin. “Gracias a él estoy trabajando para editoriales extranjeras. Él me dio la confianza que yo no tenía para poder arrancar en este maravilloso mundo. ¡Que viva el cómic nacional!”, cerró.
Un ciudadano del mundo
Antes de presentar los premios principales, tomó la palabra Graciela Sténico Wood, compañera de vida de Robin. Recordó la presencia imborrable de su marido y cómo él fue “no solo fue un gran escritor, fue un hombre con una pasión inmensa por la literatura, por los personajes que creaba y por la vida misma”.
“Le ví volcar su alma en cada palabra, cada historieta, lo acompañé en cada paso, incluso en los momentos más difíciles, cuando la salud le fue arrebatando sus capacidades, cuidándolo hasta el final. Estoy aquí para no solo honrar su memoria sino agradecerles a todos ustedes por reconocer el legado que dejó. Robin amó su trabajo y me conmueve profundamente ver cómo su obra sigue viva en los corazones de tantos. Gracias por mantener vivo su legado. Esto es lo que Robin hubiera querido”, señaló Graciela con profunda emoción.
A su turno, Roberto Goiriz explicó que este premio tiene un “antecedente” con el mismo Robin aún vivo. Recordó que en un festival organizado en el Juan de Salazar, se habilitó una gran pared para que la gente pueda intervenir y dejar plasmada su obra. “Esos dibujos eran juzgados por invitados internacionales, así que los primeros premios Robin Wood los entregó el mismo Robin”, indicó.
“Después de su fallecimiento, varios autores con Graciela creímos necesario hacer el esfuerzo para que la gran monumental obra de Robin no se perdiera y su memoria permaneciera”, detalló sobre el proceso con el cual lograron que el 17 de octubre sea establecido finalmente como el Día de la Historieta Paraguaya.
“Robin es un caso digno de ser estudiado porque fue un genio, simplemente. Dejó una impronta que vale la pena conocer. Por otro lado pensamos que con ese prestigio, era importante reconocer a los colegas su trabajo y su talento. Somos un poco parcos los paraguayos en reconocer y agradecer. El mismo Dani ya hizo el Mono de Oro, entonces este es un reconocimiento más que añade la impronta de la marca Robin Wood y el hecho de ser un ciudadano del mundo, por eso se da a nivel local e internacional”, remarcó.
Reconocimientos a destacadas trayectorias
De esta manera, un jurado compuesto por Andrés Colmán Gutiérrez, Andrés Accorsi, Rodolfo Santullo y Thiago Modenesi, tuvo el trabajo de revisar nominaciones de más de 30 figuras de Paraguay y Latinoamérica.
En representación del jurado, Colmán Gutiérrez dijo que la tarea fue “difícil y linda” a la vez. Aclaró que “es un premio a la trayectoria, no de competencia de obras”. Primero explicó los motivos para el premio por Paraguay. El premiado sería “un dibujante, guionista, artista, multifacético, creo que todos crecimos leyéndolo en las páginas del diario Hoy, Noticias, varias revistas como El Raudal, sus libros provocadores, satíricos, muy crítico en la época de la dictadura y siguió siendo en esta época de ‘ñembo’ democracia donde tenemos tanto que cuestionar. Además lo hace con una calidad artística impresionante”.
Eso dijo para entregar el trofeo del hada, recreada por el escultor Juan Pablo Pistilli, a partir del dibujo original de Alfredo Falugi, a Nicodemus Espinosa.
“El premio internacional, coincidimos en que teníamos que darle a uno de los más grandes dibujantes argentinos pero universal, que además acompañó a Robin en uno de sus personajes más entrañables, el de Giovanni Savarese, agente del FBI que se enfrenta a la mafia de EEUU en los años 30. Además es dibujante de grandes obras. Coincidimos plenamente y para mí es una emoción muy grande verlo sentado aquí por primera vez en Paraguay al gran Domingo ‘Cacho’ Mandrafina”, reveló.
Asimismo, explicaron que se entregaron dos menciones honoríficas, por Brasil al gran Ziraldo Alves Pinto, “quien dibujó la realidad brasileña en la época de la dictadura”, y de Uruguay a Eduardo Barreto, porque “crecimos viendo sus dibujos de superhéroes y también acompañó a Robin en varias de sus historietas”.
La emoción del homenaje
“Gracias por todo esto, por esta reunión increíble, sobre todo por la referencia al mundo latinoamericano, eso es una concepción muy particular de nuestra actividad”, dijo casi al final el gran Domingo Mandrafina, con el trofeo en sus manos.
“Encantadísimo de haber trabajado con Robin durante un montón de años, que ya no podría recuperar en la memoria el trabajo que hice con él”, reconoció, celebrando que fue para él un honor “haber llegado a incorporar mi idea de haber sido autor de las historietas”.
A su turno, Nico afirmó coincidir en la gran emoción. “Recuerdo cuando con Roberto y Juan Moreno, nos juntábamos a soñar: ‘vamos a hacer una revista de historietas’. No teníamos un peso partido por la mitad, pero hicimos El Raudal”, recordó.
“Fue el principio de pensar en revistas, después continuamos cada uno con su tarea. Aquí estamos, crecimos un montón y creo que vamos a seguir creciendo, hay mucho tiempo todavía”, aseguró, poniendo broche de oro a la emotiva celebración.