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La obra comprende el mundo de Hamlet y sus personajes en una propuesta teatral itinerante dentro de los cinco pisos del local, con cuarenta 40 actores en escena. Ellos cuentan la historia de Hamlet, príncipe de Dinamarca, que busca vindicar la muerte de su padre, el rey Hamlet, quien ha sido asesinado por su hermano.
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“Pero en esta propuesta no solo tiene voz Hamlet, sino todos los personajes que están inmersos en esta tragedia griega. Gertrudis, Ofelia, Claudio, Polonio exponen sus miedos, reflexiones, un soliloquio con el destino”, explica la presentación de la obra.
Bajo una mirada contemporánea, la actriz y directora Raquel Martínez, presenta esta versión del clásico Hamlet, que será permeada por técnicas del teatro antropológico.
Ocupar los espacios
“Hace tiempo que trabajo en espacios alternativos, casas antiguas. Esto tiene una historia en mi vida teatral. Con mi grupo Hara Teatro no teníamos espacio propio y había veces que tampoco podíamos pagarlo, desde ahí este amor a los espacios alternativos. Nunca fue por moda, fue por necesidad”, explica la escritora y directora de la obra.
Esta “poética del espacio vacío y el teatro que los inunda de sus símbolos” creció en ella, según asegura. Además, todo eso “se complementa en una gran instalación”.
“En esta obra me motivó la cantidad de personas contando una misma historia, los cuerpos que ocupan la calle, edificios. Recrear el teatro al punto de que sea real, volver a la ciudad y ocuparla”, remarca.
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“La obra tiene un recorrido secuencial hasta un punto del relato, luego se abre, se quiebra, hacia todo el espacio de nuestro castillo danés. Es un desafío, para los actores, para el público y para mí”, señala Martínez.
Esta es una obra de cierre de fin de año de la Carrera III del Taller Integral de Actuación (TIA) de Maneglia-Schémbori.