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Ante una gran concurrencia, el protagonista y hacedor de estos 50 años de historia presentó sus memorias con el teatro. El libro, editado por Servilibro, recoge en sus páginas las vivencias de José Luis Ardissone, quien se sumergió al mundo del teatro con mucha devoción.
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En la ocasión hablaron diferentes personas, quienes a través de sus instituciones hicieron posible la publicación del libro, que cuenta con el apoyo del Centro Cultural de la República El Cabildo, Itaipú Binacional, el Congreso de la Nación, la Editorial Servilibro y la Fundación Roa Bastos.
Margarita Morselli, directora del Cabildo, señaló que “el teatro es una de las actividades culturales y disciplinarias más antiguas de la humanidad; las historias representadas permiten a la sociedad reflejarse, interpelarse además de divertirse y emocionarse, en ese sentido el maestro Ardissone es protagonista fundamental de la historia del teatro en nuestro país”.
Asimismo, subrayó que con Arlequín Teatro, Ardissone “ha consolidado una escuela de teatro que día a día crece y se expande a nivel nacional”, por lo que le deseó “todo el éxito que se merece” y agradeció “por este invaluable testimonio de vida”.
Por su parte Liz Cramer, representante del Ministerio de Relaciones Exteriores por Itaú Binacional, habló a título personal, y recordó su infancia. “A los 12 o 13 años fui una de las estudiantes que asistió por primera vez a una obra de teatro allá en Villa Morra, quedé tan impactada, fue para mí una experiencia muy fuerte ver ‘La casa de Bernarda Alba’ que quedé atrapada en ese pequeño gran mundo”, dijo.
Por ende, destacó esa “semilla” que el director y su trabajo “siembran en esos proyectos que han venido llevado a cabo donde estudiantes vienen por primera vez al teatro, quizás alguno rezongando, pero seguro muchos marcados por esa experiencia”. “Sin duda creo que la sociedad paraguaya le debe muchísimo a José Luis Ardissone”, afirmó.
El teatro: una necesidad para la sociedad
También habló el escritor Víctor Jacinto Flecha, por parte de la Fundación Roa Bastos, afirmando que este lanzamiento es “un hecho extraordinario” y que “marca una etapa”. “Un evento cultural de esta naturaleza destaca para la historia en un país donde el olvido está presente permanentemente. Tenemos que estar recordando que los artistas han luchado en este país en condiciones paupérrimas, entonces es hora. Si hoy el arte, el teatro, la literatura, de alguna forma comienzan a cruzar la frontera es debido a ese esfuerzo de sus cultores”, remarcó.
El periodista y dramaturgo Alcibiades González Delvalle también se hizo presente para celebrar este hito de la memoria. “Con José Luis me une una larga relación como periodista, público y, a veces, como dramaturgo. En ese largo tiempo fui testigo de cómo él venía construyendo peldaño a peldaño lo que es hoy, un maestro del teatro. De él es admirable la pasión, la perseverancia, el entusiasmo que tiene por el teatro que en nuestro país sigue siendo la cenicienta de las artes”.
A su turno, el actor Alberto Sánchez Pastor, “como hijo de luchadores del teatro” se refirió a Ardissone como “un arquitecto de la belleza teatral”. “Existieron grandes hombres y mujeres que sin hacer caso a la guía que nos estaba indicando la sociedad decidieron dedicarse a esto que es arte, belleza, pasión, entrega y emoción. Él es uno de esos grandes personajes”, dijo sobre el artista celebrado.
Desde el Uruguay mandó un video el actor, director y escritor paraguayo Arturo Fleitas, quien recordó que con José Luis, en el escenario fueron “actor y director, intercambiando papeles muchas veces, padre e hijo, hermanos, enemigos”, pero en verdad en este tiempo han sido “grandes amigos y grandes compinches”.
“Muchos de nuestra generación han sobrepasado los 50 años de trabajo en el teatro, pero ninguno de nosotros ha tenido 50 años tan ricos, estupendos y tan sacrificados como los que tuvo Ardissone. Ninguno construyó teatros para poder realizar su arte. Ninguno invirtió su patrimonio y el de su familia y a su familia misma en este trabajo tan poco remunerativo”, añadió.
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Gratitud y emoción
Finalmente habló el protagonista de esta historia, José Luis Ardissone, quien expresó que si hoy ocupa “un lugar en el círculo cultural de mi país” y pudo llegar a contar esta historia “fue gracias a la fuerza del apego de una familia que siempre estuvo a mi lado, en lo que parecía una quimera en un medio casi siempre indiferente y muchas veces hostil”.
“Haber estado siempre rodeado de colegas generosos, también ayudó a que se fuera consolidando no solo mi carrera en las tablas sino también la persistencia de una institución que lleva 40 años ofreciendo lo que consideramos lo mejor de las obras de la dramaturgia nacional e internacional”, planteó quien creyó que sería arquitecto “toda” su vida.
“Todo el trabajo de esos 50 años está reunido en este libro para que podamos conservar en la memoria una etapa del teatro nacional”, refirió, para luego agradecer “a tres grandes figuras de nuestra escena” que le “abrieron las puertas del teatro: María Elena Sachero, Mario Prono y Teresita Torcida”.
Así culminó este evento de celebración sobre una historia que hoy está plasmada en páginas de un libro. El mismo se puede adquirir al (0992) 442152.