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Esta antigua “Casa de indios”, ubicada en la acera parral de Caazapá era de la familia Rolón Silvero, ahí mismo nació el que sería monseñor Ismael Rolón. El fallecido cura párroco Adolfo Zaracho, conociendo la importancia del bien histórico reunió los fondos y la adquirió para la parroquia de Caazapá. Como se observa en la foto, con graves deterioros en las paredes de adobe se está cayendo a pedazos. Personas y entidades preocupadas por la preservación del patrimonio histórico indican como responsable de la desidia al actual cura párroco, Nilson Ortellado.
Según las reclamos, el religioso, conjuntamente con las autoridades locales emprenden una “temeraria obra sin seguir ningún protocolo de intervención en sitios de alto valor histórico y arqueológico”. Es decir, están abocados a remodelar la plaza que rodea la iglesia de San Pablo, antes que salvar de la destrucción el valioso e irrepetible patrimonio histórico de 400 años.
Varias denuncias y reclamos de ciudadanos indignados e instituciones culturales preocupadas se manifiestan en las redes sociales. En el sitio Apyka Py, de Facebook, hay un seguimiento de la situación en que se encuentra la obra arquitectónica, que si se derrumba sería un pérdida irreparable.
En el mencionado sitio Apyka Py se puede leer “La Casa Silvero de la Acera Parral (Casa de Indios ) es una estructura de habitación de familias extensas de pueblos indígenas Guarani de la región que fueron reducidos a “buena policía“ acorde a los avances de la colonización -conquista europea de la provincia. La identificación documental de la “Tira de Casas donde vivían los naturales“ obra, principalmente en los volúmenes del Archivo Nacional de Asunción - ANA, AGI, AGN, y otros repositorios del país y del exterior en forma de crónicas, inventarios, tablas de población, etc. de los siglos XVII, XVIII, XIX e inicios del Siglo XX”.
El director del Museo Guido Boggiani, arquitecto Jorge Vera, una de las personas que buscan salvar la “Casa de Indios” de Caazapá señaló que entre 1992 y 1995 el museo a su cargo realizó una investigación de arqueología histórica interdisciplinaria cuyos resultados se divulgaron en 1997 en Paraguay y España (Granada y Sevilla). Grandes referentes culturales como Ramiro Domínguez, Margarita Durán Estragó, José Antonio Perasso, Ana Maria Castillo y otros trabajaron en los relevamientos de datos históricos, antropológicos.
En esas prospecciones “la Casa Silvero de la Acera Parral fue sometida a una intervención exhaustiva arrojando la evidenciación de ocupación humana, a 35 centímetros, con varias subestructuras como la de combustión relacionada a cocción de alimentos, a cocción de industrias cerámicas, testimonios de industrias líticas y su área de lascamiento, restos óseos de fauna, gasterópodos, vacunos, cuentas de vidrio (mboy), y otros abalorios metálicos, etc.”.
"Todo el dossier documental se presentó a los organismos públicos correspondientes, del sector privado y al publico local. Ya en 1992 la Casa Silvero presentaba evidencias que ponían en riesgo la integridad edilicia. El deterioro se incrementó y hace semanas colapsó la fachada frontal, delicada situación que se halla en progreso. Su desmoronamiento traería aparejada el efecto dominó; caerían todas las fachadas de la Acera Parral, pues es solo un cuerpo”, manifestó con mucha pena el arquitecto Vera.