Es la década de los ochenta y B.J. Blazkowicz, quien liberara Estados Unidos de la amenaza del Tercer Reich en entregas pasadas, ha desaparecido y sus hijas gemelas, Jess y Soph, pasan a la acción para encontrarle.
Esta es la trama de la que parte la nueva entrega de la saga, una de las más longevas de Bethesda, que llega hoy a PS4, Xbox, Nintedo Switch y PC.
Aunque se puede jugar en solitario -el sistema controla a la otra de las hermanas-, el juego se centra y apuesta por el modo cooperativo.
El “shooter” (género de disparos) de Bethesda está ambientado en el París de los ochenta, comienza en las catacumbas de la ciudad de la luz y recorre los principales escenarios de la ciudad, revisados en clave retrofuturista que combina nazis enfundados en cuero y una banda sonora inspirada en la música de la época, cargada de sintetizadores.
El videojuego, desarrollado por MachineGames en asociación con Arkane Studios (Dishonored), se desarrolla en un mundo más abierto y más opciones de armas, mejoras y más habilidades que nunca para los jugadores.
Hoy también ve la luz Wolfenstein: Cyberpilot, una experiencia de realidad virtual relacionada con el juego, que pone al jugador a los mandos de un hacker que se adueña de las máquinas de guerra de los nazis.