El polifacético Silvester Stallone, que sugirió que habría Los Indestructibles para rato y rechazó hablar de jubilarse - “Un actor no se retira, es forzado a retirarse”, dijo- volvió en Los Indestructibles 3 a ser el jefe de un escuadrón de tipos duros que contrata el gobierno de EE.UU. para realizar trabajos sucios.
En esta ocasión, su equipo de mercenarios a los que dan vida Dolph Lundgren, Randy Couture, Terry Crews y Jason Statham ve amenazada su existencia cuando se enfrenta al villano encarnado por Mel Gibson, una de las novedades en la franquicia, junto con Antonio Banderas, Harrison Ford, Wesley Snipes, Kelsey Grammer y Kellan Lutz.
El filme incorporó a jóvenes luchadores profesionales que debutaron en la gran pantalla, como Ronda Rousey (campeona de UFC y atleta olímpica) y el boxeador méxico-americano Víctor Ortiz.
Al elenco se sumaron los ya habituales Arnold Schwarzenegger y Jet Li, que tienen un papel muy secundario. Quien no regresó fue Bruce Willis, quien sí estuvo en las dos primeras películas de la trilogía.
“Con Bruce Willis las cosas no funcionaron. No fue nada personal. Los actores hablamos y todo sigue adelante”, explicó sin rencores Stallone, quien encontró en Harrison Ford el sustituto que buscaba para el hueco dejado por Willis.
Los Indestructibles se ha consolidado como la tercera saga en la carrera de Stallone, después de Rocky y Rambo, todo un récord para un actor que se propuso recuperar el cine de acción que le convirtió en estrella, donde el cuerpo a cuerpo se impone a los efectos por ordenador, reuniendo en una historia a quienes hicieron grande el género.
Su idea ha demostrado ser rentable. Las dos primeras películas han recaudado casi 600 millones de dólares en todo el mundo, principalmente fuera de EE.UU., y todo apunta a que continuará esa trayectoria cuando el nuevo filme debute en unos días (el 15 de agosto en EE.UU.).
En la presentación quedó palpable que no solo la audiencia se ha sentido atraída por la saga, también los veteranos intérpretes que sienten pertenecer a ese universo imaginado por Stallone que reivindica al músculo más veterano de Hollywood.
“Fue una gran oportunidad trabajar con actores que siempre admiré, verlos fuera de pantalla”, confesó Snipes, quien volvió al cine en Los Indestructibles 3 tras cumplir condena de tres años de prisión por evasión de impuestos.
Stallone aseguró que dio a sus colegas libertad creativa para dar forma a sus personajes, algo que fue así en el caso de Snipes, Banderas -que hace de parlanchín soldado español que usa el humor como autodefensa- y Gibson, entre otros, quien creó el pasado de su personaje.
Gibson y Stallone protagonizaron una de las peleas más intensas del filme, que el australiano calificó como “King Kong contra Godzilla”.
Con tantos actores con galones, el principal problema de Stallone era lograr dar a cada uno un momento para brillar, y esa era la preocupación de Gibson tras leer el guión, según declaró, aunque finalmente se quedó satisfecho.
En términos de producción, Stallone reconoció que coordinar las agendas de su reparto estelar para poder filmar en Bulgaria, donde se ambientó la película, fue el gran quebradero de cabeza.
Kelsey Grammer (Fraser) , que no hizo carrera como actor de acción pero pidió estar en la película, logró permiso de Michael Bay para ausentarse cuatro días del rodaje de Transformers: La Era de la Extinción y viajar al set de Los Indestructibles 3.
Quien no pudo hacer un hueco fue Jackie Chan, con el que Stallone esperaba contar. “Él estaba muy ocupado, pero que nadie se preocupe, lo tendremos para la siguiente”, afirmó Stallone.
La producción estuvo cargada de anécdotas y la acción no se redujo a lo que se ve en pantalla.
Rousey y Ortiz entrenaron juntos en un gimnasio y llegaron a retarse en el ring, con el resultado del boxeador latino en el suelo sometido a una llave de la luchadora.
“Aprendiste algo ese día, Víctor”, le dijo ella ante los periodistas, a quienes reconoció que prefería estar rodeada de los hombres de Stallone que grabando Sex and the City 4.