La encarnación de DiCaprio de un carismático estafador bursátil, libidinoso, drogadicto e inmoral ha ganado el elogio unánime de los expertos, aun entre quienes consideraron que la película de tres horas de Martin Scorsese era mortalmente larga.
La hilarante escena en la que su personaje, Jordan Belfort, se arrastra por el piso con los músculos atrofiados por una sobredosis de Quaaludes probablemente pase a la historia.
“Hay muchos comportamientos desagradables en esta película”, dijo DiCaprio en un almuerzo la semana pasada en honor a los nominados. “Queríamos que la historia funcionara como una advertencia y deseábamos retratar adecuadamente la oscura naturaleza de nuestra cultura”.
El actor de 39 años recibió su primera nominación a los 19 por su papel del hermanito autista de Johnny Depp en ¿A quién ama Gilbert Grape? (1994) . Luego compitió por El aviador en 2004 y Diamante de sangre en 2006.
Pero sus actuaciones en filmes como La Isla Siniestra, El Origen, Los infiltrados, Pandillas de Nueva York o Romeo y Julieta no levantaron una ceja a los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas. Tal vez el desaire más difícil de tragar haya sido cuando Titanic (1997) ganó 11 de los 14 premios Óscar a que aspiraba y el actor ni siquiera fue candidato.
“Ahora que DiCaprio está a punto de cumplir 40, es hora de hacer lo correcto y honrar a uno de los mejores actores de nuestra generación con un Óscar mientras está en la cumbre de su carrera”, opinó Marlow Stern, columnista de The Daily Beast.
“Leo es la mayor estrella de cine del mundo, ofreciendo la mejor actuación de su carrera, en la película más comentada del año. Eso a mí me suena a Óscar”, comentó de su lado Tom O’Neil, experto de la página de predicciones de premios Gold Derby.
Los fanáticos coinciden: Internet es un hervidero de “memes” (imágenes retocadas con motivos burlones) que ironizan sobre la supuesta incapacidad de DiCaprio de ganar un Óscar. El más reciente es un clip de la escena de los Quaaludes, donde se ve al actor arrastrándose detrás de la estatuilla.
Pero Joey Berlin, presidente de la Asociación de Críticos del Cine (BFCA), consideró que esto es exagerado: “Ganar un Óscar ya es increíblemente raro y difícil y muchas leyendas de la gran pantalla jamás se llevaron uno”.
“Leo es una gran estrella y podría ganar este año, pero solamente ser nominado ya es de por sí muy especial”, añadió a la AFP.