“Lo que más me gusta es que se abordan varios ángulos. Cuenta la visión del Gobierno, de la DEA, de los narcos, de la población, de las familias... Ninguno tiene la razón. El Gobierno estadounidense no tiene la razón. El colombiano tampoco. Simplemente se colocan los hechos sobre la mesa y se dice lo que pasó pero sin un juicio”, dijo la actriz mexicana Stephanie Sigman, una de las protagonistas.
La percepción es compartida por el actor colombiano Juan Pablo Raba, quien destaca el hecho de haber contribuido para una serie estadounidense que no trata a los agentes antidrogas de la DEA como “los buenos de la película” que salvan a los latinoamericanos.
“Pese a ser una historia contada desde el punto de vista gringo de agentes de la DEA, aquí ellos no son los héroes que vienen a salvar a Colombia. Ellos entran, asesoran, se equivocaron en unas cosas, aciertan en otras, pero en ningún momento son John Wayne salvando latinoamericanos. La visión es resultado de un diálogo entre dos culturas”, aseguró a Raba (El corazón del océano).
“Aquí vamos a ver por ejemplo los errores que cometió el Gobierno estadounidense, que son dichos una y otra vez. Ellos saben autocriticarse”, agregó el colombiano, que interpreta a Gustavo Gaviria, el primo y socio de Pablo Escobar.
Narcos, cuyos primeros capítulos fueron exhibidos hoy en una sesión en Río de Janeiro con derecho a tapete rojo para invitados especiales, estará disponible mundialmente en Netflix, al menos los diez episodios de la primera temporada, el 28 de agosto próximo.
La serie creada por Chris Brancato, Eric Newman y Carlos Bernard, y cuyos primeros capítulos fueron dirigidos por el brasileño José Padilha (Tropa de Elite y RoboCop), aborda la guerra entre el Gobierno y los poderosos carteles de las drogas que aterrorizaron Colombia en la década de 1980.
En Narcos esa guerra es personalizada en un Pablo Escobar protagonizado por el brasileño Wagner Moura (Tropa de Elite, Elysium) y dos agentes de la DEA enviados a colaborar con Colombia en un intento de capturarlo o matarlo. Los ahora exagentes Javier Peña y Steve Murphy, vividos por el chileno Pedro Pascal (Game of Thrones) y Boyd Holbrook (Perdida), ayudaron a montar los personajes y contribuyeron en el guión y en toda la investigación.
La serie fue filmada el año pasado en Colombia y cuenta en su elenco con un numerosos actores de Latinoamérica, entre los cuales los mexicanos Diego Cataño, Ana de la Reguera y Gabriela de la Garza, los colombianos Manolo Cardona y Roberto Urbina (que interpretan los narcotraficantes Jorge y Fabio Ochoa), el brasileño André Mattos y el puertorriqueño Luis Guzmán (Boogie Nights).
Además del brasileño Padilha, otro latinoamericano en la cuota de directores es el colombiano Andi Baiz, responsable por cuatro episodios.
Para reforzar la visión latinoamericana, la serie fue grabada en un 40 % en español, lo que obligó a Wagner Moura a establecerse en Medellín por cuatro meses para aprender a hablar el español regional y a engordar diez kilos para darle vida a un Escobar no mitificado.
“Incluir a actores de la región fue algo no sólo necesario e importante sino también inteligente porque expande las posibilidades de que la audiencia se identifique con los personajes”, asegura Sigman, la próxima 'bond girl' en Spectre y que interpreta a Valeria Vélez, una amante de Escobar inspirada en la presentadora colombiana de televisión Virginia Vallejo.
“Como latinoamericano, como colombiano, estoy muy orgulloso de la serie porque nos pone en el mapa como lo que realmente somos hoy en día, un país con una historia triste que hay que contar pero en donde también hay turismo, inversión, negocios”, asegura Raba.
Para el colombiano, la oportunidad de trabajar en una serie de Netflix, “que es quien está comandando la producción de contenido a nivel mundial”, es de gran importancia para los latinoamericanos. Para ambos lo más importante de la serie es que genera un debate sobre lo que ocurrió para que no se repitan los errores.
“Es una parte de nuestra historia que hay que contar para no cometer los mismos errores. Es bueno mostrar lo que pasó y generar un debate sobre lo que está pasando ahora”, apuntó Raba.
El narcotráfico “es un tema que, como sociedad, nos invade. Y el arte tiene que reflejar los problemas sociales. Lo importante es generar un debate sobre lo que ocurrió en Colombia en la década del 80 y lo que ocurre en el presente por ejemplo en otros países como Méxic ”, agrega la mexicana.