La cinta, rodada en 3D, se impuso a Justin y la espada del valor, dirigida por Manuel Sicilia y producida por Antonio Banderas; a El extraordinario viaje de Lucius Dumb, de Maite Ruiz de Austri, y a Hiroku: Defensores de Gaia, de Saúl Barreto y Manuel González Mauricio.
Los productores españoles y argentinos recogieron el premio ante la ausencia de Campanella y recordaron el trabajo detrás de esta producción y la importancia de las coproducciones.
Metegol, que ya recibió el reconocimiento de la Academia argentina, además del apoyo total del público que acudió masivamente a las salas, es la primera incursión del director de El secreto de sus ojos en el mundo de la animación.
Según explicó Campanella en la presentación de la cinta, que estrenó la 61 edición del Festival de San Sebastián, quiso hacer esta película “para disfrutar desde un lugar de sentimiento puro; para dejarse ir, dejarse llevar y emocionarse si cuadra, totalmente diseñada para niños, de manera que los adultos deberían encontrar al niño que llevan dentro para entenderla”.
Metegol apuesta por mostrar a los más pequeños valores como la solidaridad, la amistad, pero “sin dar escarmientos” y apoyándose en el deporte nacional argentino (y español) por excelencia, el fútbol.