Así se presenta Mark Wahlberg, quien explicó a Efe que lo que más le interesa es continuar ampliando su obra como intérprete y productor.
“No sé cómo determinan 'quién ganó qué', pero sí sé que no abrí mi balance bancario a nadie”, ironizó el actor, que esta semana estrena en Paraguay el filme de acción Milla 22.
“Pero, ¿sabes? Solo estoy agradecido por estar en un lugar, por el que he trabajado mucho para llegar, donde puedo conseguir hacer las películas que quiero que se hagan”, señaló Wahlberg.
“Así que sigo manteniendo un perfil bajo (...). Hay muchos proyectos que quiero hacer, algunos de los cuales quiero financiar yo mismo (...). Solo sigo trabajando duro y no me preocupo por nada de esas cosas”, añadió.
Wahlberg (Boston, EE.UU., 1971), que con cintas como Transformers: El Último Caballero o Guerra de Papás 2 ingresó 68 millones de dólares el año pasado para liderar la lista de Forbes de los actores mejor pagados en 2017, encabeza ahora el reparto de Milla 22, largometraje en el que aparece acompañado por Lauren Cohan, John Malkovich, Ronda Rousey e Iko Uwais.
Milla 22 se centra en un equipo de las fuerzas especiales que debe trasladar una valiosa fuente desde la embajada estadounidense de un país asiático hasta un aeropuerto, un plan que decenas de enemigos tratarán de frustrar.
Sin mucho espacio para distracciones y con un convulso escenario internacional como telón de fondo, Milla 22 ofrece hora y media de pura acción, casi como un videojuego en el que el héroe va superando fase tras fase, y supone la cuarta colaboración de Wahlberg con el cineasta Peter Berg tras El Sobreviviente (2013), Horizonte Profundo y Día del Atentado (ambas de 2016).
“Tenemos un vínculo único. Nos queremos, amamos trabajar juntos y trabajamos muy bien juntos. Peter es un tipo realmente talentoso que, además, fue un actor primero, así que realmente crea un entorno para los actores en el que creo que puedes ser lo más creativo posible”, opinó Wahlberg.
Productor, además de protagonista de Milla 22, Wahlberg dedicó palabras de elogio a Colombia, país en el que se rodó parte de la película: “Es increíble, todo”.
“Animo a cualquiera que esté pensando en trabajar en algún lado de Sudamérica que vaya a Colombia a rodar”, añadió.
Serio, casi tímido, formal y muy correcto en las distancias cortas, Wahlberg se ha alejado de sus turbulentos años jóvenes, en los que tuvo problemas con las drogas y la ley, y ahora vende una imagen pública de padre perfecto, capaz de levantarse a las 3 de la mañana para ir a entrenar y que basa su vida en los ideales católicos.
En este sentido, su rol de James Silva en Milla 22 no puede ser más diferente al artista, puesto que es un personaje impulsivo, un poco bocazas y siempre a tope de revoluciones.
Wahlberg apuntó que Silva iba a ser uno de los villanos, aunque finalmente se convirtió en la estrella del filme.
“Pero aun así tenía esa clase de energía e intensidad y seguía caminando sobre la fina línea de 'buen tipo, mal tipo', 'no me importa una mierda, hago mi trabajo' y 'no respondo ante nadie', que me gustaba mucho. Eso fue muy atractivo para mí”, indicó.
Nominado en dos ocasiones al Óscar y tras haber trabajado con cineastas de la talla de Paul Thomas Anderson (Boogie Nights, 1997) o Martin Scorsese (Los Infiltrados, 2006), Wahlberg también abordó la polémica sobre Todo el dinero del mundo (2017) de Ridley Scott.
Después de que decenas de acusaciones de agresión sexual en contra de Kevin Spacey obligarán a volver a grabar parte de la película con Christopher Plummer como sustituto, salió a la luz que Wahlberg había cobrado 1,5 millones de dólares por rodar esas nuevas escenas frente a los menos de mil dólares que había recibido su compañera de reparto Michelle Williams.
El intérprete, que finalmente donó esos 1,5 millones al fondo de defensa legal “Time's Up”, dijo que las actrices hacen “un trabajo increíble” y que deben ser “compensadas” de manera equitativa.
“Durante tiempo ha sido injusto y creo que es hora de que la gente empiece a reconocer el valor que aportan”, finalizó.