“Para mí es mi metáfora favorita en el cine sobre lo que es ser padre”, señaló durante una entrevista en Miami. “En esta cinta veo mis miedos, mis esperanzas y sueños sobre ser papá y el hecho de que la familia es tan importante es lo que la hace realmente aterradora”, agregó.
Un lugar en silencio es la tercera película que dirige Krasinski, quien inicialmente se dio a conocer por su personaje de Jim Halpert, en la versión estadounidense de la comedia de televisión The Office, que se expandió por nueve temporadas entre 2005 y 2013. La historia se centra alrededor de una pareja con hijos pequeños que debe sobrevivir en un mundo atacado por monstruos sensibles al sonido. La diferencia entre la vida y la muerte está en la capacidad de mantener el silencio.
Un lugar en silencio comienza cuando han pasado poco menos de tres meses del ataque inicial y luego adelanta el tiempo por casi tres años. La familia se ha adaptado al sigilo constante. El proceso ha causado heridas psicológicas que pronto se hacen evidentes y representan desafíos tan importantes como el día a día en silencio.
Krasinski reconoce que fue un desafío importante, no solo por tener que dirigir y actuar privado del elemento de la voz, una de las herramientas más útiles para el actor, sino además de superar el potencial campo minado que puede ser trabajar con Blunt, su esposa de más de siete años.
El director todavía no entiende cómo se lanzó a hacer Un lugar en silencio sin saber casi nada sobre el cine de horror. “Siempre me dieron miedo (las películas de terror) y me di cuenta de que había sido ignorancia de mi parte”, reconoció. “En el género del terror están algunos de las películas más hermosas, con los mejores guiones, actuaciones y dirección”, indicó.
Para prepararse miró algunas de las películas más modernas, como Huye, La Bruja y The Babadook, pero para Un lugar en silencio se concentró en los clásicos. “Para hacerla me inspiré en Tiburón, Alien, el trabajo de (Alfred) Hitchcock”, indicó.
Otra de sus metas fue no quedarse en el miedo y resaltar el poder femenino. Subrayó que la película nació y se hizo antes de que nacieran movimientos como “Time's Up” y “Me Too”, contra el abuso a las mujeres. La película tiene apenas siete personajes humanos, además de los monstruos.
Además de Krasinski y Blunt, están un vecino y los cuatro hijos de la pareja. Entre los chicos se destaca la actuación de Millicent Simmonds, una actriz adolescente estadounidense que no solo nació sorda, sino que interpreta a una niña sorda en el filme. Son los personajes femeninos los que mueven los hilos emocionales de Un lugar en silencio y las que terminan descubriendo la realidad de su situación.
“Siempre he vivido con el poder de las mujeres. Siempre he admirado a mi madre”, dijo. “Así que al tener personajes en el que era indistinto si el héroe era un hombre o una mujer, se me hizo obvio que la superheroínas tenían que ser las chicas”.
Reconoce que el vivir en un hogar rodeado de mujeres, tiene dos hijas de 4 años y año y medio con Blunt, le mantiene anclado en la vida. Como ejemplo pone el hecho de que ni Un lugar en silencio, ni su próxima interpretación de Jack Ryan, en la serie de Amazon sobre el icónico personaje de Tom Clancy, sean algo importante para su familia. Entre risas aseguró que “en mi casa de lo único que se habla es de Mary Poppins”, la película sobre la famosa niñera que protagoniza Blunt con Lin-Manuel Miranda, que se estrenará este año.
Krasinksi indicó que detrás de su prolífica carrera, después de Jack Ryan, tiene otra serie y dos películas en pre-producción, está la necesidad de no desperdiciar la suerte que está teniendo en la vida. “Mis amigos de la infancia y yo nos prometimos que no íbamos a desperdiciar las oportunidades que nos diera la vida y es lo que estoy haciendo”, aseguró.