Blum, de 46 años, es una de las referencias contemporáneas de este género en Hollywood donde su compañía Blumhouse Productions se ha convertido en una factoría del miedo que este año estrenará más de una decena de filmes, el próximo de los cuales, Siniestro 2, debuta este viernes en EEUU.
“La clave para hacer una buena película de terror es que haya una historia dramática genial”, explicó Blum, quien ha demostrado tener instinto para invertir en producciones de bajo coste (3 a 5 millones de dólares) que resultan rentables en taquilla, aunque en sus comienzos rechazara títulos como El Proyecto Blair Witch (1999).
Aquel filme sobre unos estudiantes que viajan a un bosque a documentar con sus cámaras de vídeo la leyenda de la bruja de Blair fue un inesperado éxito que recaudó más de 240 millones de dólares y costó apenas 60.000. Blum, que trabajaba para Miramax, dejó escapar la cinta, pero con el tiempo se resarció.
Cuando años más tarde Oren Peli le presentó un largometraje hecho con apenas 15.000 dólares sobre una presencia demoniaca en una casa grabada por unas cámaras domésticas, decidió asumir el riesgo. Así nació la saga Actividad Paranormal, que ha recaudado desde 2007 casi 800 millones de dólares en los cines y cuya sexta entrega llegará a cartelera en octubre.
Blum exprimió el formato de falso documental o grabaciones encontradas, por ser económico, realista y conectar con la audiencia.
Area 51, Unfriended, Creep y The Visit, que debutará en septiembre, utilizan ese recurso, lo mismo que Siniestro y su segunda parte, aunque solo como un elemento dramático para algunas escenas.
“Creo que las grabaciones encontradas han alcanzado su techo y pienso que vamos a ver menos así. Creo que la gente está un poco cansada, aunque es el contenido que la mayoría de los menores de 25 años ven en internet, donde se graban a sí mismos”, comentó.
Actualmente Blum recomienda la filmación tradicional sobre el formato de falso documental, salvo en los casos en que sea imperativo para la trama. “Si tu vida está amenazada, ¿por qué sujetas una cámara?”, se pregunta Blum.
El productor cree que el género de terror camina hacia un ciclo más oscuro y visceral en línea con Evil Dead y The Purge, pensado en satisfacer a los verdaderos amantes del terror. “Va a ser más sangriento. Tenemos toneladas de (cosas) sobrenaturales y situaciones de miedo que no se muestran en cámara y creo que el género se va a poner más 'hardcore'”, afirmó.
En esa línea se presenta Siniestro 2, una película que recupera al diabólico Bughuul, una especie de hombre del saco capaz de transformar niños en despiadados asesinos que graban sus crímenes atroces en cámaras de vídeo caseras.
“No quieres sugerir a la audiencia lo que pasa, quieres mostrar esas cosas horribles”, señaló Blum.
Siniestro 2 incluye imágenes de muertes por electrocución, crucifixiones y hasta personas comidas vivas por ratas.
“Tratamos de reinventarnos. Tenemos que intentar encontrar diferentes formas de asustar a la gente y sentimos mucha presión. Es un desafío constante ” , explicó el productor, que considera que Bughuul podría llegar a ser un icono de terror cinematográfico como Jason (Viernes 13) y Freddy (Pesadilla en la Calle Elm). “Él es muy práctico, no se complica. Es simple y avaricioso, y eso le hace muy aterrador”, manifestó Blum.
En Siniestro 2 la acción se centra en una madre y sus dos hijos que huyen hasta una vieja casona en una zona rural de EEUU para esconderse de un marido y padre maltratador sin saber la terrible amenaza que acecha sobre ellos en su nuevo hogar.