El filme se enfoca en la trata de mujeres con fines de explotación sexual en Sudamérica y su vínculo con España.
La cinta, dirigida por la española Mabel Lozano, es una coproducción entre Argentina, Colombia, Perú, Paraguay y España, países donde se desplegaron diferentes equipos de producción para llevar a cabo la investigación sobre el tema y la posterior filmación. En Paraguay, la producción corrió a cargo de Puatarará Films, cuyos responsables se dedicaron a investigar las redes de captación de mujeres en el país sudamericano.
“Descubrimos que el 90% de las víctimas son del interior del país, en su mayoría de la zona de Caaguazú, y que casi todas solo hablan guaraní, lo que las aísla en caso de denuncia, ya que cuando quieren hablar con la policía en España no les entienden”, explicó Osvaldo Ortiz, de Puatarará Films.
Ortiz añadió que el perfil común de las víctimas paraguayas corresponde a mujeres y menores que sufren graves problemas económicos y familiares, y a quienes los captadores “endulzan el oído” con promesas de ganar mucho dinero en trabajos muy diferentes a los que acaban haciendo.
“Paraguay es víctima de la trata de blancas porque hay problemas financieros, de salud, educación, vivienda (..) Es un país fértil para este negocio ilícito”, declaró Ortiz, quien apuntó a “la necesidad, la ignorancia y la inocencia” como el triángulo que hace caer a las víctimas en esas redes de esclavitud moderna.
Chicas nuevas 24 horas se estrenó en noviembre pasado en Asunción, la ciudad que concentra el mayor número de salas de cine de Paraguay, donde muchas ciudades carecen de estos locales.
Eso fue un freno a priori para la difusión del documental, que no obstante se solventó con su exhibición en un canal televisivo de cobertura nacional y con el reparto de centenares de ediciones en formato DVD por centros educativos y asociaciones cívicas del país. Además, para hacer llegar al mayor número posible de espectadores su demoledor testimonio, la película fue traducida al guaraní, hablado por la mayoría de la población, de modo que en Paraguay circula una versión en ese idioma y otro en español.
En cualquiera de los dos idiomas, el resultado satisfizo plenamente a los productores paraguayos de la película, la cual fue declarada de interés institucional por la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) de Paraguay y fue proyectada en el Congreso.
“Creemos que se logró lo que se había propuesto Mabel (Lozano), que en Paraguay, que el material se convierta en herramienta de prevención (de la trata) y en España de sensibilización, ya que allí apunta al consumidor”, dijo Ortiz.
Chicas nuevas 24 horas cuenta con testimonios de víctimas de la trata de personas, entre ellos una mujer peruana, una colombiana, dos paraguayas y una rumana, quienes fueron engañadas y raptadas en sus países de origen y terminaron siendo explotadas en España y Argentina.
Las escenas paraguayas corresponden principalmente a Asunción y a Ciudad del Este, segunda urbe del país, ubicada en la región de la denominada Triple Frontera (Paraguay, Argentina y Brasil).
La trata de mujeres afecta a 2,4 millones de víctimas en el mundo y es el tercer negocio ilegal más lucrativo después de los destinados al tráfico de armas y drogas, según datos de las Naciones Unidas. La III Edición de los Premios Platino del Cine Iberoamericano se celebrará en Punta del Este (Uruguay) los días 23 y 24 de julio.
Chicas nuevas 24 horas compite al Platino al Mejor Largometraje Documental junto a The Propaganda Game (España); La Once (Chile); El Botón de Nácar (Chile, España) y Allende mi abuelo Allende (Chile, México).