“En cuanto vimos los datos y los niveles de transmisión que había en Park City (Utah, EE.UU.), supimos que era sumamente irresponsable celebrarlo allí”, aseguró la directora del festival, Tabitha Jackson, en la rueda de prensa inaugural.
La primera gran cita del circuito de festivales cinematográficos sustituirá su emblemático escenario, en las montañas nevadas de Utah, por una plataforma digital que, a modo de Netflix o HBO, permitirá a los asistentes ver las películas seleccionadas desde su casa hasta el 30 de enero, cuando se clausurará la edición.
Esa plataforma ya se utilizó el año pasado con buena aceptación, por lo que los organizadores de Sundance habían planeado un formato híbrido. Aunque, finalmente, la variante ómicron ha obligado a prescindir de la parte presencial.
"Nuestra misión es la misma que la de hace 40 años -insistió Jackson-, apoyar a los artistas como una fuerza transformadora. No hemos cambiado, pero el mundo sí, así que nos hemos tenido que adaptar"
Meca del cine “indie”
Fundado por Robert Redford en 1981, Sundance es la meca del cine “indie” y el sueño de los jóvenes cineastas que quieren abrirse paso en la industria audiovisual.
Así lo atestigua la selección de este año. El 42 % de los cineastas que participan en el festival son debutantes y el 91 % de las películas que forman parte del programa celebran su estreno mundial.
Sin embargo, los invitados no podrán interactuar físicamente y defenderán a través de internet el aspecto más jugoso de este festival: la compra de derechos de las películas por parte de distribuidoras.
Apple adquirió la ganadora del año pasado, Coda, por 25 millones de dólares y Disney desembolsó 15 millones por el documental Summer of Soul.
Entre las películas que aprovecharán este importante escaparate figuran títulos esperados como 892, uno de los primeros dramas que protagoniza John Boyega tras cerrar su etapa en la saga Star Wars, y La Guerra Civil, el debut en la dirección de Eva Longoria.
Otros platos fuertes incluyen a la actriz y cineasta Lena Dunham (Girls), que presenta su comedia Sharp Stick, inspirada en los aspectos más disparatados de Hollywood, y a la humorista Amy Poehler, que estrena el documental Lucy and Desi, sobre la actriz Lucille Ball.
También el rapero Kanye West tendrá su momento de gloria en Sundance, que proyecta fuera de competición la cinta que repasa su vida en tres actos, Jeen-yuhs: A Kanye Trilogy.
La irlandesa Sinéad O’Connor será protagonista del festival gracias al documental Nothing Compares y una figura polémica, Bill Cosby, será sujeto de análisis en We Need To Talk About Cosby, cuyo reclamo pregunta si es posible separar la obra del artista, en este caso condenado por delitos sexuales.
Asimismo, Rachel Lears presentará la continuación de Knock Down the House, el documental de 2019 que siguió a un grupo de mujeres encabezado por Alexandria Ocasio-Cortez en su carrera hacia el Congreso estadounidense y que, tres años después, explora en To the End sus pasos en Washington.
Importante presencia hispana
El cine hispano tendrá una presencia destacada. En la competición internacional figuran la mexicana Dos Estaciones, sobre la lucha de una mujer por evitar que cierre su fábrica de tequila, y Utama, una coproducción de Bolivia, Uruguay y Francia rodada en quechua y español.
Eva Longoria presenta su debut en la dirección con La Guerra Civil, que repasa la rivalidad entre los boxeadores Oscar de La Hoya y Julio César Chávez, y la española Carlota Pereda debuta con su thriller Piggy, tras ganar el Goya al mejor cortometraje en 2019.
Para ver cualquiera de las cintas es necesario adquirir una entrada que permita acceder a la plataforma de "streaming", aunque tiene limitaciones de hora y de visionados para evitar la piratería.
No obstante, Sundance ha querido conservar algo de la magia de las proyecciones con las llamadas “pantallas satélite”, un pequeño conjunto de autocines y pequeñas salas que, en ciudades como San Diego y Seattle, ofrecerán parte de la programación del festival.