En una entrevista publicada este martes por The Hollywood Reporter, el empresario responsable tanto de la serie televisiva como de la adaptación a la gran pantalla explicó que pretende continuar la trama y reunir de nuevo a todos los intérpretes protagonistas.
El estreno de Dowton Abbey, la ficción británica de época, en la gran pantalla supuso este año un éxito en taquilla que superó a apuestas fuertes como Ad Astra, con Brad Pitt, y la nueva entrega de Rambo: Last Blood, con Sylvester Stallone.
Durante la promoción de la cinta, respaldada por el éxito que cosechó la serie en la televisión británica y en su emisión internacional, Neame dijo que solo consideraría una secuela si la primera entrega resultaba un éxito.
“Estamos manteniendo conversaciones. Trabajando en cuál es la historia que contar y cuándo podríamos hacerla. Pero pasa lo mismo que en la primera vez: tenemos que intentar que todos los personajes vuelvan a estar juntos. Y eso fue muy desafiante”, explicó ahora el productor del estudio Carnival Films, del grupo NBCUniversal.
De acuerdo con el directivo, la idea de continuar la trama surgió incluso antes del estreno de la primera entrega, aunque decidieron esperar a la reacción de la prensa y del público para tomar una decisión firme que se despejó el primer fin de semana que estuvo en cartelera.
Tras su final en televisión en diciembre de 2015, la serie británica Downton Abbey saltó a los cines el pasado septiembre.
El largometraje Downton Abbey contó con varios actores de la serie homónima como Maggie Smith, Hugh Bonneville o Michelle Dockery, entre otros, para continuar la historia de la adinerada familia Crawley, quienes recibieron en su castillo, en 1927, a unos invitados muy especiales: los entonces reyes de Inglaterra, Jorge V y su consorte, María de Teck.