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Marcos Ortiz nació en 1952 en Chaco’i, cuando sus padres estaban de visita con sus parientes Maka. Pasó su niñez con los Maka y asistió a sus primeras clases en una escuela misionera. Junto a su familia volvió al Chaco Central a la edad de 10 años, continuando sus estudios en la Escuela Yalve Sanga y después se desempeñó como jornalero, según detalla un fragmento del catálogo de la muestra “Artistas y pueblos originarios del Chaco”.
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El primer contacto de Marcos con el arte se dio a través de la escultura, a través de un escultor Wichi que le enseñó a tallar el palosanto. “Sus animales preferidos son los chanchos silvestres. Con sus tallas ganó un premio en un concurso navideño del Bosque de los Artistas de Hermann Guggiari, lo que le animó a seguir tallando figuras”, añade el catálogo.
Posteriormente incursionó en el dibujo, teniendo al taguá (chancho silvestre) y a los zorrillos como sus figuras preferidas. “El monte es lo más difı́cil de dibujar, por las hojas. Primero dibujo los animales, después el monte y al último el pasto. Trazo las líneas primero con lápiz y después pinto con el bolı́grafo. Los zorrillos tengo que pasar dos veces con el bolígrafo para que queden bien negros. Termino un dibujo en dos días si trabajo bien”, detalló el artista en el texto de dicho catálogo.
Sus obras han participado de diversas como “Reconfiguraciones”, en el Centro de Artes Visuales/Museo del Barro; “Artistas y pueblos originarios del Chaco II”, en la Casa Hassler de San Bernardino, en el Centro Cultural del Lago, entre otras. Con el colectivo indígena “Artes Vivas” participó recientemente de los estudios abiertos realizados por el Museo Británico; así como de la exposición “Bosques vivos” en el Centro Cultural La Moneda de Chile, en el marco de Bienalsur.
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“Nos deja los admirables paisajes chaqueños dibujados con su humilde bolígrafo, magia de su mirada exquisita y de sus manos habilidísimas”, señala el comunicado de la SNC.
Por su parte, el fotógrafo Fernando Allen también expresó su consternación en las redes por la inesperada partida del artista. “Espero que su viaje sea tan luminoso como su obra y su persona. Su legado queda entre nosotros, contenido, atrapado, entre los magistrales trazos con los que su bolígrafo Bic dibujó su adorado Chaco”, expresó.