Reygadas es el autor del film más polémico del certamen, “Post Tenebras Lux”.
En todas las secciones de este Festival -el concurso por la Palma de Oro, la selección oficial Una Cierta mirada, la Semana de la Crítica y la Quincena de Realizadores- hubo triunfadores latinoamericanos, algo sin precedentes.
Casi ausente en la pasada edición, Latinoamérica conquistó este año un espacio importante en el mayor certamen de la cinematografía mundial, arrebatando algunos de los premios más codiciados, gracias a una nueva manera de contar historias y de hacer cine.
Así lo reconoció en la gala de clausura el jurado del Festival -que otorgó su segunda Palma de Oro al austriaco Michael Haneke por “Amor”, magistralmente interpretada por los octogenarios Jean Louis Trintignant y Emmanuele Riva-, al saludar el “lenguaje cinematográfico nuevo” de Reygadas, de 41 años.
“Una parte del jurado fue sensible a los riesgos que corrió Reygadas”, destacó el presidente del jurado, el cineasta italiano Nanni Moretti, que reconoció que el premio había generado debate entre los jurados. “Algunos miembros del jurado no entraron en esa película, pero a otros las imágenes de ese filme les causaron mucha emoción. Ese sentimiento siguió creciendo con el correr de los días. No queríamos buscar unanimidad a toda costa”.
Pese a que fue abucheado en su pase a la prensa, “Post Tenebras Lux” desató entusiasmo en el Mercado de Cannes, donde incluso antes del premio la película ya había sido comprada por una decena de países europeos, indicaron a la AFP fuentes de la producción el viernes.
México se llevó también otro importante premio, el de la sección Una cierta Mirada, atribuido a “Después de Lucía” del joven director Michel Franco, un retrato crudo y dramático de la juventud mexicana. La película se centra en el acoso y las humillaciones que sufre la joven protagonista, Alejandra (Tessa Ia González), en el colegio, y se inspira en hechos reales, señaló el realizador de 33 años.
“Esas situaciones de abusos, el ’bullying’, se han vuelto algo común en México”, explicó Franco, cuya película ha sido comprada ya también por varios países, entre ellos Francia.
También “No”, de Larraín -la historia del plebiscito que perdió en 1988 el dictador Augusto Pinochet- impactó en Cannes, alzándose con el premio de la Confederación Internacional de Cines de Arte y Ensayo en la Quincena de Realizadores.
El premio a “No” -en la que el actor mexicano Gael García Bernal encarna a un exiliado que ha regresado a Chile y pone su talento en una agencia de publicidad al servicio de la campaña a favor del rechazo al dictador- aumentó el interés por esta película, que se ha vendido ya muy bien a todo el mundo.
Los derechos de “No” para su distribución en Estados Unidos fueron comprados por la multinacional Sony Pictures Classics, la empresa que está detrás de cinco de los últimos seis ganadores del Óscar para el mejor filme extranjero.
El filme “Aquí y allá” , del español Antonio Méndez Esparza, sobre un emigrante mexicano, recibió el Gran Premio de la Semana de la Crítica, otorgado por votación de la prensa internacional.
Y “Los Salvajes”, del argentino Alejandro Fadel, ganó el premio otorgado conjuntamente por la Asociación del Cine Indepediente (ACID) y la Caja Central de Actividades Sociales (CCAS), en el marco de la Semana de la Crítica, la sección paralela más antigua de este Festival.
El cine de Argentina también tuvo fuerte presencia en Cannes, no sólo con el premio a “Los Salvajes”, sino con el filme de Pablo Trapero, “Elefante blanco”, presente en Una cierta mirada, y con “Infancia clandestina” de Benjamín Ávila en la Quincena de Realizadores.
Otro argentino, Gonzalo Tobal, presentó “Villegas” fuera de concurso en la sección oficial, y el uruguayo Pablo Stoll presentó una comedia agridulce, “3” , que fue aplaudida en Cannes.
El cine de Brasil fue el invitado de honor de esta edición, aunque uno de sus realizadores más destacados, Walter Salles, se fue con las manos vacías. Su “En el camino”, sobre la novela de Jack Kerouac, no suscitó entusiasmo, pese a su elenco de actores de Hollywood.
Colombia, con “La Sirga” , de William Vega, en la Quincena de Realizadores, y “La Playa” , de Juan Andrés Arango, en el certamen oficial, se reveló en Cannes como una fuerza emergente en la cinematografía mundial.
Los premios y las buenas críticas recibidas por los filmes latinos presentes en Cannes en diarios y revistas especializadas, como Hollywood Reporter, garantizan un renovado interés por el cine de la región, augurando que su presencia será de hoy en delante imprescindible en las grandes muestras de cine del mundo.
En cambio, el cine de España brilló por su ausencia. Sólo participaron en esta edición de Cannes Julio Medem, uno de los siete directores en “7 días en la Habana” , y Méndez Esparza, aunque su cinta “Aquí y allá” fue inspirada y protagonizada por mexicanos, y rodada en México.