Toquinho: la música como puente, memoria y celebración

Con el concierto llamado “El arte del encuentro” vuelve al Paraguay el emblemático músico brasileño Toquinho, en compañía de la cantante Camilla Faustino. El concierto será este domingo 15 en el Salón de Convenciones del Banco Central del Paraguay (Federación Rusa casi Augusto Roa Bastos), desde las 21:00.

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Figura esencial de la música popular brasileña y artista de una calidez entrañable, Toquinho regresa a Paraguay con un espectáculo en el que se conjugan la belleza de lo simple, el poder evocador de las canciones y una historia de vida atravesada por el arte.

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Esta vez, el músico brasileño volverá a presentarse acompañado por la talentosa cantante Camilla Faustino, con quien mantiene una colaboración artística ya consolidada, y junto a Iván Sabino en el bajo y Pedro Pablo D’Elía en la batería.

“Soy un hijo de la bossa nova. Nacimos con ella, pero hacemos música brasileña, que es una mezcla de muchos ritmos. La bossa nova está en el ADN de todos los compositores brasileños”, afirma Toquinho. Esa declaración, dicha con naturalidad, resume no solo una filiación musical sino también una filosofía artística: la de integrar, experimentar, mezclar y, sobre todo, emocionar.

El arte del encuentro

Toquinho no es solo un nombre asociado a la excelencia musical, sino también a una manera de entender la vida. “Los llevo a todos conmigo, como un mosaico. Tengo un poco de cada uno en mi vida, así como yo también he dejado algo en otros artistas”, dice al hablar de los muchos nombres legendarios con los que compartió escenario.

Cita a Vinicius de Moraes con una frase que lo acompaña siempre: “La vida es el arte del encuentro”. Y la amplía: “Las personas que amamos dejan un pedacito de sí en nosotros: puede ser un amor, un hermano, una hermana, un hijo, un padre, una madre, alguien que nos ayuda. Todos ellos se quedan un poco con nosotros. Me acompañan en cada acorde que toco, en cada nota que canto”.

Esa idea de permanencia y de memoria atraviesa todo el relato de Toquinho. Tanto como su pasión por el presente: “Me encanta hacer lo que hago. Siento que me falta algo cuando no estoy sobre el escenario. Hoy todo es más tranquilo, más placentero. Tengo un pasado que me respalda, obras que me avalan ante el público. Hay una identificación con lo que hice, con las canciones”.

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Una compañera de ruta

Uno de los elementos fundamentales de su espectáculo actual es la presencia de Camilla Faustino. “Camilla es un talento enorme. Tenemos un espectáculo muy bien consolidado, que venimos presentando en distintas giras. Su participación forma parte esencial de esta propuesta”, comenta.

Aunque ya se encuentran trabajando en un nuevo show, su vínculo artístico sigue siendo fuerte: “Es un privilegio contar con ella. Está llena de gracia, de talento y de belleza en todo lo que hace. Es un placer compartir el escenario. Ojalá podamos seguir muchos años, aunque también entiendo que su carrera puede tomar otro rumbo y seguir sola. Si eso ocurre, tendré que decirle un ‘hasta luego’. Pero, por ahora, seguimos juntos”.

Un lazo con Paraguay

El músico guarda una relación especial con Paraguay, país que ha visitado en varias ocasiones. Pero su vínculo viene de más lejos: “Paraguay, la guarania… crecí con eso. En mi infancia se escuchaba mucho en Brasil. La llevo en el corazón. Había un dúo que cantaba esas canciones paraguayas tan bellas y sencillas como son. Seguramente vamos a cantar alguna para ustedes, porque esa atmósfera forma parte de mi vida. Es algo muy emocional y querido para mí”.

La música como alimento del alma

Con más de cinco décadas de trayectoria, Toquinho no ha perdido la capacidad de mirar con sensibilidad el presente. Observa con atención el panorama musical actual, marcado por la sobrecarga informativa de la era digital: “Hoy tenemos internet, un verdadero tsunami de información, buena y mala, que viene de todas partes. Creo que hay espacio para todos. En todos los géneros musicales siempre habrá un buen compositor y otro que no hace las cosas tan bien. Pero sí, la música popular brasileña sigue inspirando a muchos jóvenes, con toda su magia”.

Para él, la música no ha perdido ni perderá su poder: “Debe tener el mismo papel que siempre tuvo: formar parte emocional de la vida de las personas, transformar, ayudar. No creo que la música cambie la historia de un país, pero sí puede cambiar la vida de las personas”.

Y agrega: “El arte, en general, es fundamental para el alimento del alma. La música acompaña a la gente, despierta sensibilidad, deja huellas. Una canción es como un perfume, como un recuerdo feliz”.

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El reencuentro

“Pueden esperar, primero que nada, verdad y honestidad”, dice Toquinho sobre lo que ofrecerá al público paraguayo en esta nueva presentación. “Las ganas de hacer bien lo que venimos a compartir. Vamos a dar lo mejor de nosotros. Lo más auténtico que tenemos: nuestra música, que es también fragmentos de nuestras vidas. Yo voy a contar la historia de mi vida de forma sintética, en orden cronológico, a través de las canciones”.

Y con esa promesa se resume todo lo que define a Toquinho: un artista con la calidez de quien canta como quien conversa, como quien regala una parte de sí para que otros la atesoren.

Las entradas se venden a través de Tuti y cuestan G. 570.000 (VIP Gold) y G. 520.000 (VIP Plata).

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