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Documentos filtrados revelan que la firma legal de un observador de ética de la FIFA tenía relaciones comerciales con tres hombres que han sido acusados en el escándalo de corrupción de la asociación mundial de fútbol.
Los archivos confidenciales revelan negocios previamente desconocidos entre los tres hombres y Juan Pedro Damiani, un miembro del Comité Independiente de Ética de la FIFA, que ha dictado una serie de sanciones contra ejecutivos de alto nivel en la organización.
Los registros muestran que Damiani y su firma legal trabajaron para al menos siete compañías offshore vinculadas a Eugenio Figueredo, un ex vicepresidente de la FIFA que ha sido acusado por autoridades de EE.UU. por fraude y lavado de dinero en su rol en la supuesta conspiración de sobornos.
Los registros también muestran que la firma legal de Damiani servía como una intermediaria para una compañía con base en Nevada vinculada a Hugo y Mariano Jinkis, un dúo de padre e hijo de empresarios que han sido acusados de pagar decenas de millones de dólares en sobornos para adjudicarse los derechos de transmisión de eventos de FIFA en Latinoamérica.
Los registros no muestran comportamiento ilegal de Damiani o su firma, pero sí elevan nuevas preguntas para Damiani y FIFA en un momento en que el nexo entre el secretismo offshore y la corrupción se ha vuelto una preocupación cada vez más grande en el deporte más popular del mundo.
Damiani, el presidente del Club Atlético Peñarol de Uruguay, uno de los clubes de fútbol más importantes de Latinoamérica, dijo que su firma no mantiene “ninguna relación profesional” con gente acusada en la investigación de FIFA por parte de EE.UU. No respondió una pregunta sobre relaciones profesionales previas con gente acusada en el caso.
Sin embargo, un portavoz del panel de ética confirmó que Damiani informó al comité el 18 de marzo que ha tenido vínculos comerciales con Figueredo. Eso fue un día después de que ICIJ y otros medios asociados enviaran preguntas a Damiani sobre el trabajo de su firma para compañías ligadas al ex vicepresidente de FIFA.
Los vínculos entre el observador de ética y las figuras acusadas en el escándalo FIFA son algunas de las nuevas revelaciones sobre el lado oculto del fútbol contenidas en los documentos filtrados.
Los archivos secretos muestran que lo que a menudo es llamado “el juego hermoso” también podría ser denominado el juego de las corporaciones de fachada y los paraísos fiscales. Los documentos exponen entidades offshore utilizadas por varios futbolistas, dueños de equipos, directivos de ligas, agentes deportivos y clubes de fútbol para mover dinero offshore.
Estos hallazgos son el resultado de una investigación de un año por parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, el diario alemán Süddeutsche Zeitung y otros medios asociados. Los periodistas indagaron en más de 11 millones de registros de los archivos internos de Mossack Fonseca, una firma legal con base en Panamá que se especializa en ayudar a los ricos y poderosos a establecer compañías offshore.
Los documentos de Mossack Fonseca incluyen los nombres de cerca de 20 futbolistas de alto perfil, pasados y actuales, representando a algunos de los más famosos clubes de fútbol del mundo, incluyendo al Barcelona, el Manchester United y el Real Madrid. Entre esos nombres: Lionel Messi.
El astro del Barcelona, cinco veces premiado como jugador del año, ya está acusado en España por cargos de que él y su padre, Jorge Horacio Messi, utilizaron compañías offshore en Bélice y Uruguay para dejar al gobierno sin millones de dólares en impuestos.
Los documentos filtrados muestran que Messi y su padre eran propietarios de otra compañía más en Panamá: Mega Star Enterprises.
La primera referencia a la compañía en los archivos de Mossack Fonseca llegó el 13 de junio de 2013, un día después de que los fiscales españoles establecieron por primera vez cargos de fraude de impuestos contra Messi y su padre. Un e-mail indicaba que la responsabilidad de manejar el papeleo de la compañía estaba siendo transferida a Mossack Fonseca de otro agente corporativo offshore. La primera referencia en los archivos a los Messi como dueños de Mega Star llegó menos de dos semanas después, el 23 de junio de 2013. Por medio de su padre, Messi rechazó comentar para este artículo.
Los archivos también incluyen las propiedades offshore de exdueños de al menos 20 grandes clubes de fútbol, incluyendo el Internazionale de Milán y el Boca Juniors.
Aunque los futbolistas y los ejecutivos son con amplia diferencia los nombres relacionados a los deportes más comunes en los documentos filtrados, los archivos también incluyen los nombres de atletas actuales y pasados de otros deportes.
“A través de los años, hemos visto una penetración cada vez mayor de las finanzas offshore en los deportes, lo que creemos es en detrimento del juego”, dijo George Turner de la Tax Justice Network, un grupo con base en Londres que aboga por la justicia en los impuestos. “Si estamos alejando la competición del atletismo, la habilidad, el talento de los jugadores y la llevamos al talento y la habilidad de contadores, abogados, banqueros y ejecutivos, pronto se pierde el punto de ir a ver los deportes”.
El escándalo FIFA salió a la luz en 2015 cuando el Departamento de Justicia de EE.UU. afirmó que empresarios habrían usado sobornos para conseguir términos favorables para los derechos de transmisión de juegos del organismo mundial del fútbol.
Cuatro de los 16 directivos de FIFA acusados en los Estados Unidos utilizaron compañías offshore creadas por Mossack Fonseca, al igual que cuatro empresarios vinculados al caso de corrupción en el fútbol, según muestran los registros filtrados.
Los registros muestran que dos de los empresarios acusados de fraude y lavado de dinero en el escándalo –Hugo y Mariano Jinkis– han sido vinculados a una compañía llamada Cross Trading SA que fue originalmente incorporada en la pequeña isla de Niue, en el Pacífico, en 1998, y entonces fue mudada a Nevada en 2006 como Cross Trading LLC.
Tanto Hugo como Mariano Jinkis son mencionados en correspondencia sobre Cross Trading entre Mossack Fonseca y la firma de Damiani, el miembro del panel de ética de FIFA. Los registros filtrados citaban a Hugo Jinkis como un “beneficiario” de la compañía luego de que esta se mudó a Nevada.
Los registros muestran que la firma de Damiani trabajó para Cross Trading cuando estaba en Niue y luego en Nevada, manejando correspondencia para Cross Trading y asesorando a la empresa sobre si tendría que pagar impuestos en Nevada. En un momento luego de que la compañía se mudara a Nevada, los registros listaban a Damiani como “beneficiario principal” de Cross Trading, pero no está claro lo que eso significa. Es posible que fuera una designación temporal mientras la nueva estructura de la compañía estaba siendo organizada.
Los vínculos de Damiani con Cross Trading no eran inusuales. De acuerdo a los documentos filtrados, Damiani y su firma J.P. Damiani y Asociados actuaron como intermediarios para cientos de compañías registradas con Mossack Fonseca.
Entre ellas hay cinco compañías offshore propiedad de Figueredo, el ex vicepresidente de FIFA arrestado en Zúrich en mayo de 2015. La firma de Damiani también actuó como intermediaria para una compañía sobre la que Figueredo tenía autoridad como abogado y otra para la cual Figueredo y miembros de su familia servían como directivos y directores.
Figueredo ha sido acusado de formar parte en un complot de sobornos en el que ejecutivos de medios y márketing debían pagar más de US$ 100 millones a cambio de los derechos para la Copa Libertadores, el campeonato anual de fútbol latinoamericano, y otros grandes eventos.
En un caso separado, Figueredo ya se ha declarado culpable de fraude y lavado de dinero en su natal Uruguay.
Damiani dijo a través de un portavoz que no estaba autorizado a hacer declaraciones mientras las autoridades de Uruguay investigan alegatos de corrupción relacionados a FIFA. Añadió, sin embargo, que había tomado la iniciativa de reportar prácticas corruptas dentro de FIFA a las autoridades uruguayas y al comité de ética de la organización de fútbol.
Una de las más grandes figuras del fútbol nombradas en los documentos es Michel Platini, un ex futbolista francés de élite y figura clave en el escándalo de FIFA en 2015. Platini recurrió a Mossack Fonseca para que lo ayude a administrar una compañía offshore creada en Panamá en 2007, el mismo año en que fue nombrado presidente de UEFA, la asociación europea de fútbol. Platini recibió autoridad ilimitada para Balney Enterprises Corp., que seguía siendo un negocio activo en marzo de 2016, de acuerdo al registro comercial de Panamá.
Platini, miembro de larga data del comité ejecutivo de FIFA, ya ha sido suspendido del deporte por seis años debido a un pago cuestionable de US$ 2 millones que recibió de FIFA en 2011. Un abogado de Platini dijo que su cliente es un ciudadano suizo y destacó que sus “cuentas bancarias, inversiones y bienes son conocidos por las autoridades suizas”.
Jérôme Valcke, secretario general de FIFA desde 2007 hasta que fue suspendido por cargos de corrupción en setiembre de 2015, también aparece en los documentos filtrados. Valcke es listado como dueño de una compañía de las Islas Vírgenes Británicas llamada Umbelina SA, creada en julio de 2013. “Publiquen lo que quieran”, escribió Valcke en un e-mail en respuesta a preguntas para este artículo. “La compañía ya no existe y nunca tuvo sus propios fondos, nunca tuvo una cuenta bancaria y nunca tuvo actividad comercial alguna”.
Los archivos de Mossack Fonseca también proveen detalles sobre acuerdos de transmisión que directivos de Conmebol, la asociación de fútbol de Sudamérica, firmaron con compañías de los cuales las autoridades de EE.UU. afirman pagaron sobornos. Los hombres que firmaron estos tratos por la asociación –el expresidente de Conmebol Nicolás Leoz y su ex secretario general Eduardo Deluca– fueron acusados por EE.UU. en noviembre.
Un trato con una compañía encabezada por un empresario nombrado como un “co-conspirador” no acusado reveló que Conmebol recibiría US$ 97 millones por los derechos para transmitir la Copa Libertadores entre 2008 y 2018.
De acuerdo a acusaciones de 2015, el empresario aseguró derechos mediáticos y de márketing para su compañía pagando sobornos anuales de seis cifras a Leoz, Deluca y otros directivos de Conmebol durante varios años.
Los jugadores de fútbol cuyos nombres aparecen en los archivos de Mossack Fonseca son de Brasil, Uruguay, Reino Unido, Turquía, Serbia, Holanda y Suecia, entre otros países. La mayoría parecía haber usado los servicios de la firma a fin de crear compañías offshore para guardar el dinero que ganaban vendiendo los derechos de sus imágenes a compañías de calzados atléticos y otras publicitarias.
Lionel Messi y su padre, quien ejercía de agente para él, deben ir a juicio por cargos de fraude de impuestos desde el 31 de mayo. Acusado de despojar al gobierno de casi US$ 6,5 millones en impuestos al escudar los derechos a su imagen en una red offshore, Messi ha pagado los impuestos atrasados que el gobierno dijo que debía por los años 2007-2009. Messi niega haber tratado deliberadamente de engañar a alguien.
Mega Star Enterprises, la compañía offshore propiedad de Messi y su padre al menos desde 2013, no es mencionada en las acusaciones de 2014 y 2015 del gobierno español contra el dúo. Los registros filtrados muestran que Messi firmó al menos un documento que refleja su estatus de dueño de Mega Star, pero que su padre, Jorge Messi, se hizo dueño solitario de la compañía en diciembre de 2015. La compañía permanece activa en el registro de compañías de Panamá.
Messi no está solo en lo que se refiere al uso de refugios offshore. Entre los otros nombrados en los archivos secretos:
Iván Zamorano, futbolista retirado de Chile que fue nombrado uno de los 100 mejores jugadores con vida del mundo por FIFA.
Los derechos a su imagen eran sostenidos por Fut Bam International Ltd. cuando era un jugador estrella del Real Madrid en la década de 1990. Fut Bam está basada en las Islas Vírgenes Británicas, que tiene una tarifa efectiva de impuestos de cero, y lista a Zamorano como su dueño.
Fut Bam otorgó custodia temporal de esos derechos al Real Madrid a cambio de un pago total de 195 millones de pesetas (aproximadamente US$ 1,3 millones). El club debía pagar a Fut Bam 45 millones de pesetas en 1993 y otras 50 millones de pesetas (US$ 330.000) entre 1994 y 1996.
Gabriel Iván Heinze, de Argentina y exjugador del Manchester United y del Real Madrid, entre otros equipos.
En 2005, cuando estaba en el Manchester United, Heinze creó Galena Mills Corp., también en las Islas Vírgenes Británicas. Ese mismo año, firmó un contrato con Puma AG que le garantizaba pagos de al menos US$ 1 millón durante cinco años. Los pagos de Puma fueron canalizados a través de la compañía offshore. Los registros muestran que la madre de Heinze figuraba como dueña de la compañía.
El trato con Puma terminó en 2008, pocos meses después de que Heinze se uniera al Real Madrid. Los archivos de Mossack Fonseca también muestran que el exfutbolista tenía una cuenta bancaria suiza con UBS.
Un portavoz de Heinze dijo que “el establecimiento de Galena Mills fue parte de una estrategia de sucesión (herencia), solo en caso de que algo malo le pase a Heinze”. El portavoz dijo que Galena Mills “pagó todos los impuestos necesarios” en los países donde debía pagar impuestos.
Los documentos secretos también exponen cómo un club, el Real Sociedad de España, pagó a sus jugadores en una forma que parece haber permitido que tanto el club como sus jugadores reduzcan sus pagos de impuestos.
Los documentos muestran que el club pagó millones de dólares cada año a los jugadores extranjeros de su plantel, incluso cuando los jugadores reportaron solo una fracción de esos pagos al gobierno español. El Real Sociedad pagó a siete de sus jugadores extranjeros así entre 2000 y 2008, según indican los registros, por medio de compañías y bancos en Nuie, Panamá, las Islas Vírgenes Británicas, Holanda, Suiza y Jersey en las Islas Channel.
A las autoridades españolas se les dijo que Darko Kovacevic, un conocido futbolista serbio, ganaba alrededor de US$ 2.000 al mes en el equipo durante la temporada 2006-2007, de acuerdo a un sitio de noticias en línea, ExtraConfidential.com, que en diciembre publicó partes de un reporte investigativo de un fiscal español. Los archivos de Mossack Fonseca muestran que el equipo pagó a Kovacevic alrededor de US$ 1,4 millones esa temporada a través de IMFC Licensing en Holanda.
El gerente general del Real Sociedad, Iñaki Otegi, rehusó a responder preguntas sobre las prácticas de pago del club. Pero el representante de prensa del club dijo que Otegi “me pidió que le llame a usted y le diga que este tipo de práctica, de usar compañías en el extranjero para remunerar a los jugadores extranjeros, fue y es una práctica común en todos los clubes de fútbol españoles”.
*Por Gary Rivlin, Marcos García Rey y Michael Hudson. Colaboró Bastian Obermayer.