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En tiempos actuales materializar el anhelo de la casa propia puede llevar muchos años de sacrificio para un trabajador común a pesar de las opciones existentes ya sea en el sector público o en el privado. Recientemente la Agencia Financiera de Desarrollo implementó el programa Mi Primera Vivienda especialmente enfocado en la clase trabajadora, a través de créditos para población con un salario menor a los exigidos por entidades bancarias que ponen sus propias condiciones que no siempre están al alcance del que busca construir su futuro hogar.
En Asunción, este sueño para un trabajador sea asalariado o jornalero es prácticamente imposible o en el peor de los casos implica años de endeudamiento por los altos precios que se manejan para los inmuebles dependiendo del barrio. En la capital del Paraguay residen aproximadamente 500.000 personas y recibe diariamente el triple de personas que realizan sus actividades laborales y estudiantiles, especialmente provenientes del departamento Central.
Atendiendo este escenario, el concejal Víctor Sánchez presentó una minuta que apunta a dar un aprovechamiento del crédito de la AFD para viviendas en la capital, argumentando que un crédito de G 300.000.000 no alcanza para la compra de un terreno y la posterior edificación en Asunción, por los altos valores que ofrecen los propietarios y sobre todo debido a la falta de espacios disponibles como muestra del crecimiento del área metropolitana.
¿Pero cómo lograr esto en una ciudad que ya no tiene espacio?. La alternativa propuesta por el edil capatalino habla de explotar la propiedad horizontal donde aún queda espacio disponible, pero no emprendimientos que apunten a un crecimiento “hacia arriba”, para la clase trabajadora que desee asentarse en Asunción, preferentemente en Bo. Obrero, Bo. Jara, San Antonio e Itá Pytã Punta.
En la práctica se pretende buscar lotes a bajo costo y edificios de no más de 4 pisos para que un grupo compuesto por 6 a 8 familias accedan a un monto total de 2.7000 millones de guaraníes para edificios donde puedan contruirse unidades habitacionales con dos dormitorios, un área de servicio y hasta un patio común para las actividades al aire libre, refiere el texto que actualmente está en estudio de comisiones para determinar su factibilidad.
Las alternativas del plan de inserción de viviendas multifamiliares en lotes mínimos están divididas por dimensiones del terreno, ya sea de 12x30 o de 15x35 metros cuadrados. Para la primera opción se contempla un edificio de 4 niveles con 2 unidades familiares por piso con un total de 8, para 8 familias con un promedio de cinco integrantes, al área ocupada con esta modalidad sería de 192 metros cuadrados de los 360 disponibles.
En tanto que para un terreno de 15x35 se reduce a tres niveles, pero aumentan las unidades habitacionales por piso, es decir 3, cada unidad tendría 80 metros cuadrados y una capacidad para nueve familias de cinco miembros, con esta variante la superficie ocupada será de 268 metros cuadrados, poco más del 50% del total.
Esta iniciativa, elaborada por la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios, implicará la modificación de varias ordenanzas municipales y contempla que sean estudiantes universitarios del último año tanto de arquitectura como de ingeniería quienes lleven adelante los futuros proyectos en caso de que la normativa sea aprobada.
Sánchez considera que si la iniciativa corre a cargo del municipio, incluso el Poder Ejecutivo podrá intervenir a darle utilidad a los terrenos fiscales actualmente sin uso. El 75 % de los préstamos de AFD para vivienda van a través de bancos, el 21 % a cooperativas, y 4 % a financieras, en ambos casos requiere que el solicitante cuente con un ahorro previo o acceda a otro crédito más, ya que solo se financia hasta el 80 % del valor del proyecto.