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La noticia de que “el general Oviedo” murió en un accidente aéreo el 2 de febrero de 2013 significó un antes y un después para el Unace, partido fundado por el ahora fallecido el 20 de mayo de 2002.
La creación de aquel caudillo colorado actualmente se encuentra en un camino incierto, de acuerdo con los analistas políticos, pues la vida institucional de la nucleación política giraba en torno a Oviedo y no se previó en ningún momento al “heredero del trono”.
Para Alfredo Boccia, el Unace “es un partido en extinción”. “El problema del Unace es que es un partido ultrapersonalista y que obviamente tenía muy pocas chances de sobrevivir con la muerte del líder”. Sostiene que electoralmente la realidad de este partido no era buena, estando aún vivo Oviedo; entonces, “¿qué sería estando muerto?”.
Ahora bien, para este analista aún pueden existir figuras que puedan pugnar y llegar a obtener un espacio en elecciones municipales, especialmente para las juntas, “más por una cuestión particular que colectiva”.
Con todo lo expuesto, Boccia afirma que el Unace se encuentra en el camino de los “partidos residuales”, sendero en el cual avanza además el Partido Encuentro Nacional y Partido Patria Querida, puntualizó.
Misma postura sostiene Ramón Fogel, analista político nacional, quien subraya – a su modo de ver- que el oviedismo está en su última etapa de vida institucional, ya que solo cuenta con dos representantes en el Congreso.
Recordó que la figura carismática de Lino Oviedo solapaba algunas “sombras” dentro de Unace, como supuestas compras de tierra de manera irregular que favorecía a Oviedo Matto, senador del citado partido. “Sin Oviedo, solo quedan esas sombras”, puntualizó.
Consultado si la infraestructura del Unace sería un factor que lo “salve del abismo”, respondió que dependería si la misma está a nombre del exgeneral, “de ser así, entraría dentro de la masa hereditaria”, lo que significaría su desaparición.
Fogel consideró que el retorno de los hermanos Ariel y Fabiola Oviedo al Partido Colorado “fue una señal evidente de que el barco se hundía”, lo que motiva además la fuga masiva de afiliados que no encuentran más sentido de seguir apegado al Unace.
“El pecado del Unace fue no pensar en un heredero. Ese es el problema de los partidos que se centran en el carisma de una sola persona. No se priorizó el liderazgo del partido ni de otro líder”, recalcó el analista.
De acuerdo con datos publicados en la página web del Unace, en las elecciones generales de mayo de 2003, a un año de la fundación del partido, esta flamante nucleación política logró siete escaños en la Cámara de Senadores, 10 en Diputados.
En los comicios de 2008, la cifra trepó de manera sorprendente: fueron electos nueve senadores, 15 diputados. En aquel periodo legislativo, el Unace se convirtió en la tercera fuerza política del Congreso, siendo la “niña con quien todos querían bailar” en momentos en que se disputaban los votos entre los partidos tradicionales, colorado y liberal.
En las últimas elecciones, el 21 de abril de 2013, las estadísticas se vinieron abajo. Solo cuatro candidatos lograron formar parte del Congreso: Los diputados Ariel y Fabiola Oviedo, que posteriormente volvieron al Partido Colorado, y los senadores José Manuel Bóbeda y Jorge Oviedo Matto, actual presidente del Unace. En fin, hoy el Unace cuenta nada más con dos representantes en el Parlamento.
Es preciso recordar que había trascurrido apenas siete meses de la muerte del fundador del Unace para que sus hijos Fabiola y Ariel Oviedo resolvieran volver al Partido Colorado.
Con el pedido de abandonar el odio y las persecuciones, el sector del oviedismo liderado por ambos hermanos “fichó” por la ANR “a pedido de la dirigencia de base”. Junto a ellos, varios dirigentes de distintos puntos del país decidieron volver a las carpas coloradas, “nido” del cual salió el oviedismo en 2002.
El jefe de prensa del Unace, César Duran, desmintió categóricamente las palabras de los analistas políticos, pues aseguró que el partido “está más vivo que nunca”.
“Justamente el sábado pasado tuvimos la reunión de la junta nacional y estaban reunidos 500 dirigentes de todo el país. Son dirigentes, lo que equivaldría a presidentes de seccional coloradas o presidentes de comités para los liberales. Estamos muy lejos de estar en vías de extinción”, aseveró el dirigente.
Añadió que desde la muerte de Oviedo “hubo una fuga ínfima” de afiliados, y que además se siguieron realizando afiliaciones en todo el país, totalizando a la fecha la cantidad aproximada de 450.000.
En otro momento, manifestó que desde hace semanas el presidente del Unace realiza recorrido para conversar con los dirigentes en sus respectivos sectores y que en el encuentro participan como mínimo unas 200 personas, que a su vez son líderes en sus barrios.
Resaltó nuevamente que el partido sigue activo y con numerosos candidatos que pretenden pugnar en las próximas elecciones municipales.
Finalmente, intentamos conversar con el senador Oviedo Matto sobre la realidad del partido que preside, sin embargo no contestó nuestros mensajes de texto ni llamadas telefónicas. Incluso bloqueó la línea de WhatsApp desde la cual se intentó contactar con él.