Villagra se hizo goleador en seis meses

El fútbol es tan impensado que depara tantas cosas inesperadas, y que lo diga César Villagra, quien hace un par de meses era un jugador más del montón de la Intermedia y hoy es un goleador y titular indiscutible en Sol de América.

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La vida de César Villagra cambió hace seis meses aproximadamente. Jugaba como volante por izquierda en el Cristóbal Colón de Ñemby, club que milita en la segunda categoría de nuestro fútbol, hasta que un día su entrenador, Romualdo Agüero, le pidió que pruebe como delantero, pues los atacantes del equipo no aportaban demasiadas conquistas.

El hombre que ahora brilla en Sol no tuvo miedo del nuevo reto e incluso desafió al DT que se justificaría como hombre de ataque. En su primer partido como “9”, hizo tres goles, luego dos y así se fue asentando como un verdadero goleador. Su fama de artillero de Intermedia llamó la atención de varios clubes de Primera, pero el más astuto fue Sol de América, que lo compró inmediatamente sin dudar y hoy Villagra ya retribuye la confianza con goles, a pesar de que en la última fecha fue expulsado inocentemente (tardó en salir de la cancha cuando iba a ser cambiado).

“Yo siempre fui volante por izquierda, eso sí, siempre hacía goles, más en los últimos tiempos en Cristóbal Colón. La verdad que todo cambió repentinamente, no imaginé todo esto que está pasando, es muy lindo. Hasta la mitad de la primera rueda de la Intermedia de este año jugaba de mediocampista y un día se le ocurrió al DT probarme como “9”, en mis dos primeros partidos en el nuevo puesto ya hice cinco goles y a partir de ahí fui indiscutible. Tengo la fortuna de llegar a un gran club como Sol, con el que tengo muchas expectativas”, señaló a ABC Color.

El artillero de 26 años hizo toda su carrera en clubes de ascenso. Comenzó jugando en el 1º de Marzo y luego en el 29 de Setiembre del barrio Molino. También pasó por otros equipos como River Plate y Cristóbal Colón, donde finalmente deslumbró.

Como casi la mayoría de los futbolistas, Villagra tuvo un comienzo bastante difícil, principalmente por las dificultades económicas, pues como él mismo lo define, es de una “familia humilde, que trabaja día a día para sobrevivir”. Su padre es chofer de la Línea 49 y su madre es ama de casa, por lo que su progenitor fue el que le “bancó” todo hasta hace unos pocos meses.

“Jugar en divisiones de ascenso es jetu'u (complicado), económicamente ganás poco o nada. Yo ascendí con el 29 de Setiembre cobrando solo premios y ¿sabés cuánto me pagaron? G. 100.000 recibí por subir de categoría, muchas veces lo hice por amor a la camiseta y creo que todo ese esfuerzo que uno hace, en algún momento tiene su recompensa. Tengo la ventaja de haber jugado en todas las categorías y para mí la Primera es un paraíso, incluso creería que es menos complicada que Intermedia o la B”, asegura.

Como tantas otras historias, Villagra también llegó a tomar la decisión de dejar el fútbol porque las cosas no le salían, pero tuvo la ventaja de tener a su lado a un hombre que confiaba en él y en su capacidad. “Cuando jugaba en el ascenso recuerdo que me expulsaron un partido, 'ligué' dos partidos de suspensión y el club pagó por mí una sanción y solo me perdí un juego. Pero apenas volví y me volvieron a expulsar inocentemente, en ese entonces tenía el problema de que hablaba mucho, siempre demás. Recuerdo perfectamente que me fui llorando a mi casa, toda la noche lloré y decidí que no iba a jugar más en ningún lado. Pero mi papá me dijo que no y que tenía que seguir como sea, tuve que hacerle caso y acá estoy, en un club de Primera”, cuenta entre risas.

César considera que su llegada a Sol ha sido como pisar el paraíso, pues de jugar en clubes de ascenso y cobrar “miserias”, ahora concentra en lugares de lujo, juega en canchas hermosas y percibe un dinero que le ha ayudado a mejorar notablemente su condición de vida.

“La diferencia es increíble. Me codeo con jugadorazos como los Salcedo, Nelson Romero y muchos otros. Además, nos dan todo lo que necesitamos, nada te falta en este club, y en cuanto al dinero, yo me siento demasiado contento. En Intermedia tenía un sueldo muy inferior al mínimo y cobraba premio (G. 300.000) solamente si ganábamos, por empate no había nada”, comenta hasta emocionado el delantero, que no tardó mucho en ganarse la consideración de Daniel Garnero, DT unicolor.

Hasta ahora no pudo comprarse un vehículo propio, pero confía que pronto juntará el dinero suficiente para tenerlo, aunque considera que ayudar en su casa es más prioritario que eso. En los primeros tiempos llegaba de Luque hasta Villa Elisa en colectivo, justo en la Línea 49, empresa en la que trabaja su papá, pero ahora ya tiene nuevo chofer: “Vengo y me voy con Nelson Romero, que no vive lejos de casa, me salva todo”, asegura.

A diferencia de varios juveniles que hoy debutan a los 15 ó 16 años, Villagra jugó por primera vez en un club de Primera a los 26 años y considera que nada es imposible, por lo que alienta a todos los que juegan en el ascenso, a “meterle duro y no rendirse nunca”. Recuerda muy bien su debut en Sol, pues lo hizo con un gol ante Luqueño y encima fue desafiado por el entrenador Garnero.

“Al llegar jugué en la categoría Reserva unos partidos y lo hice bien, fueron a mirarme y creo que les convencí, por eso luego de unas fechas el técnico me llevó a la banca, justo ante Luqueño. El partido iba 1-1, un compañero (Santacruz) sale lesionado y yo creí que el DT iba a llamar a 'Tito' Frutos, pero me señaló a mí y me dijo: 'Tenés 30 minutos para demostrarme que tenés condiciones'. Y una vez más me salieron las cosas, a los pocos minutos convertí y pudimos ganar”, dice orgulloso.

Hoy por hoy, se ganó el respaldo de Garnero y es la dupla titular junto al capitán Santiago Salcedo. Además, con 15 goles sigue siendo el artillero de la División Intermedia, jugando solo una rueda de campeonato. En Sol ya festejó en tres oportunidades en cinco partidos jugados.

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