Cargando...
Uno de cada cuatro paraguayos pasa hambre en la actualidad, según datos proveídos por Eduardo Zavala, miembro de la Comisión Directiva de la Fundación Banco de Alimentos. Además, el 28% de los habitantes en nuestro país se encuentran en un nivel de pobreza que no les permite llegar a la canasta básica y, por ende, están dentro del rango de inseguridad alimentaria, no reciben los nutrientes necesarios para lograr un desarrollo pleno.
“Estamos en un país que produce alimentos para 10 veces de su población, y aun así, uno de cada cuatro paraguayos está mal alimentado”, resalta Zavala.
También destaca que el desperdicio juega una doble responsabilidad. “Solamente en el Mercado de Abasto, por día, se tiran varias toneladas de frutas y verduras que podrían ser utilizables. Pero también tenemos el desperdicio de las propias empresas gastronómicas”, detalla.
Cada año se usan cerca de 1.400 millones de hectáreas de suelo para producir alimentos que no son consumidos, superficie mayor a la de Canadá e India en conjunto, según un informe de FAO. En este documento también se detalla que la comida desaprovechada en América Latina sería suficientes para satisfacer las necesidades alimenticias de 300 millones de personas.
Al respecto, Zavala manifiesta que toneladas de enlatados y empaquetados que salen de la cadena de alimentación por simples efectos en el empaque son desechados constantemente. Pese a que podrían ser donados a los hogares de personas en situación de vulnerabilidad que se encuentran pasando hambre en nuestro país.
Una empresa social se encarga de recoger los alimentos que son descartados a diario en los hoteles, restaurantes y cafés del país, que aún se encuentran en perfecto estado para el consumo. Mboja'o no solo busca las donaciones, sino que también las entrega a hogares donde dan de comer a personas en situación de vulnerabilidad.
"Mboja’o es una palabra en guaraní que significa partir, dividir, y ese es el espíritu de este emprendimiento, el compartir con el más necesitado, ya que siempre decimos que lo compartido se multiplica", expresa su fundadora Ximena Mendoza.
La red de colaboradores obtienen una certificación de “cero hambre - cero desperdicio” mediante una colaboración monetaria. Mboja'o entrega a las empresas los envases, y todos los días recogen los alimentos a primera hora, a fin de llevarlos a los hogares y refugios.
"Es importante tomar consciencia acerca de esta problemática que tiene impacto en la sociedad, en el medio ambiente y en la economía. Debemos tomar consciencia también de la importancia de cuidar nuestros recursos, que contrariamente a lo que pensamos, son finitos", expresa la activista social.
En agosto de este año, esta empresa se alió a Unilever, que impulsa una campaña denominada "Salvemos la comida". Mediante la misma, realizan recomendaciones diversas para impulsar el reciclaje de alimentos en los hogares del país.
Reducir el desperdicio de alimentos no solo ayuda a disminuir el hambre, sino que también colabora a la lucha contra la contaminación. Los vertederos de nuestro país se encuentran repletos de basura orgánica que probablemente haya podido ser provechosa antes de ser desechada. “En Argentina hay empresas que compran terrenos solo para enterrar sus enlatados que ya vencieron y no pueden ser vendidos. Imagínense el nivel de contaminación”, agrega Zavala sobre este punto.
La huella de carbono global del desperdicio de alimentos en 2007 se estimó en 3.300 millones de toneladas de dióxido de carbono. Esto representa el doble de emisiones de todo el transporte terrestre de Estados Unidos, según explica la organización Mbojo'a, basados en datos de FAO.
"Al disminuir nuestro desperdicio, directamente estamos generando un efecto positivo en el medio ambiente ya que estamos evitando que se pierdan los recursos naturales que son necesarios para la elaboración de dichos alimentos. Por ejemplo, la FAO estima que para producir solo 1 kilo de carne son necesarios 15.000 litros de agua. Esto significa que, al rescatar 5 kilos de carne que iban a la basura y nosotros la “reciclamos”, también estamos salvando 75.000 litros de agua", afirma la fundadora de Mbojo'a.
Mbojo'a destaca que no solo las empresas pueden contribuir en esta lucha, sino también los ciudadanos comunes desde sus casas. Estas son algunas de las recomendaciones que lanza esta empresa social para que toda la comida que aún es consumible no termine en la basura.
• Planificar las compras: Ir al supermercado con una lista de productos necesarios para que no terminemos comprando más alimentos de los que realmente vamos a consumir.
• Cuidar la conservación de los alimentos: Los mismos duran más de lo que pensamos pero debemos saber cómo conservarlos. Un buen consejo sería que cuando colocamos en la heladera los productos, siempre pongamos atrás los de fecha de vencimiento más alejados y dejemos adelante los próximos a vencer, así los consumimos primero.
• Servir solo la ración justa y necesaria los alimentos a ser consumidos y, si salimos a comer, y no podemos terminar nuestra porción, podemos pedir para llevar y entregarlos a alguna persona necesitada.
• Por último, si en nuestra casa quedó algo sin consumirse, usemos nuestra creatividad para convertir ese alimento en un nuevo platillo y que el mismo no termine en la basura.
Por otra parte, el Banco de Alimentos impulsa cada año su colecta de alimentos no perecederos en los supermercados de 30 ciudades del país. El próximo sábado 7 de octubre, cientos de voluntarios se encontrarán a la entrada de los locales adheridos a la Cámara Paraguaya de Supermercados, a fin de recolectar las donaciones.
La meta es alcanzar al menos 50 toneladas de alimentos, para lograr abastecer a las 150 organizaciones sociales que reciben las donaciones del Banco de Alimentos. El directivo de esta fundación remarca que personas de todas las edades pueden colaborar por la cantidad de tiempo que tengan disponible. Para la inscripción de voluntarios, se encuentra habilitada una aplicación (app) para las inscripciones: Banco de Alimentos Py, y todas las redes sociales de la organización.
Por otra parte, esta fundación también cuenta con el servicio de Heladera Solidaria. Este proyecto posibilita que los restaurantes puedan refrigerar los platos de comida que prepararon pero no vendieron y luego los encargados de la organización social van hasta el lugar y los buscan para donarlos a refugios.
En cuanto a esto, Zavala señala que con esto no solo se brindan varios platos de comida a las personas en situación de vulnerabilidad, sino que también las mismas empresas toman consciencia sobre el desperdicio que estaban teniendo antes de sumarse a la causa.
"Si nosotros llegáramos a ser conscientes de la importancia de evitar el desperdicio de alimentos, y yo le agrego el valor de la solidaridad, que es fundamental, nuestra sociedad no pasaría hambre y podríamos salir de la pobreza", expresa el directivo del Banco de Alimentos Paraguay.
- (0985) 375 845
Fundación Banco de Alimentos Paraguay:
- (0971) 908 000