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De acuerdo a un informe de Amnistía Internacional, entre los años 2002 y 2011 se redujo a 21 la cantidad de países que aplican la pena capital como castigo a diferentes tipos de crímenes.
La campaña llevada a cabo por una coalición mundial ha contribuido a que, desde que se celebró por primera vez el Día Mundial en 2003, 17 nuevos países hayan tomado la decisión de abolir la pena de muerte para todos los delitos. Actualmente son 70 las naciones que ya no utilizan esa práctica.
Esto representa más del 70 por ciento de los países del globo.
El informe Amnistía señala que “entre los 140 países que han abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica, se encuentran Estados que representan a todas las grandes regiones, culturas y religiones del mundo, así como a diversos sistemas judiciales”.
Se estima que “desde 2003, cada año, una media de dos países ha abolido el uso de la pena capital para todos los delitos. El más reciente ha sido Letonia, en enero de 2012”.
En ese mismo período, 26 nuevos estados ratificaron el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), instrumento respaldado por la ONU sobre la abolición de la pena de muerte. En la actualidad, el protocolo cuenta con el respaldo de 75 estados miembros, tras haber sido ratificado por Benín y Mongolia este mismo año, y recientemente firmado por Madagascar.
Sin embargo, pese a esta tendencia, un grupo reducido de países aplicaron la pena capital de manera alarmante, durante el 2011, señaló a ABC Color Angie Riobóo, vicedirectora de Comunicación de Amnistía Internacional Paraguay.
Explicó que AI recibió informes sobre ejecuciones en 20 países, en comparación con los 23 de 2010.
Los principales ejecutores fueron China, Irán, Arabia Saudí, Irak, Estados Unidos. El año pasado se registraron 676 ejecuciones, un incremento con respecto a 2010, atribuible en gran parte al significativo aumento de las ejecuciones en los países del Medio Oriente.
Con respecto a 2010, el número de ejecuciones sufrió un aumento del 50 por ciento. En la citada región, solo cuatro países fueron responsables del 99 por ciento de las muertes.
Hasta finales de 2011, se tenía un registro de 18.750 condenas a muerte alrededor del mundo.
La cifra de muertes no contempla la cantidad de ejecuciones llevadas a cabo en China, puesto que en el gigante asiático esto se trata como un un secreto de Estado, algo que preocupa a varias ONGs dedicadas a la lucha por los derechos humanos, entre ellas AI.
De acuerdo a estimaciones, China sigue ejecutando a más personas que el conjunto de todos los países que aún practican la pena de muerte.
En 2011 se produjeron avances en todas las regiones del mundo, aseguró la vocera de AI en Paraguay.
Explicó que, aunque Estados Unidos fue el único país del Grupo de los Ocho (G8) que llevó a cabo ejecuciones, Illinois se convirtió en el estado abolicionista número 16 de la unión, y, en noviembre, el gobernador de Oregón, John Kitzhaber, anunció que no permitiría que sellevasen a cabo ejecuciones en ese Estado, durante su mandato.
En todo el continente americano se impusieron menos condenas a muerte en general, y fueron menos los países caribeños que aplicaron la pena capital, relató la entrevistada.
En la región de Asia y Oceanía, en 2011 no se registraron ejecuciones en Japón –por primera vez en 19 años– ni en Singapur, países cuyas autoridades se han mostrado firmemente partidarias de la pena capital.
En países como China, Corea del Sur, Malaisia y Taiwán se desarrollaron debates significativos sobre la pena de muerte y su abolición.
En el África subsahariana, Sierra Leona declaró una suspensión oficial de las ejecuciones, y se confirmó la que estaba vigente en Nigeria. La Comisión de Reforma Constitucional de Ghana recomendó la abolición de la pena de muerte en la nueva Constitución. Destacados políticos expresaron su apoyo a esta medida en Burkina Faso y Zimbabue.
Se registró una disminución en la aplicación de la pena de muerte por parte de la Autoridad Palestina, así como en Líbano y Túnez, aunque los trascendentales cambios en la región de Oriente Medio y el Norte de África en 2011 hicieron que resultase aún más difícil conocer las cifras de ejecuciones y condenas a muerte.
Bielorrusia siguió siendo el único país de Europa y de la ex Unión Soviética que llevó a cabo ejecuciones. A finales de noviembre, el Parlamento de Letonia eliminó la pena de muerte para crímenes extraordinarios, de modo que el 1 de enero de 2012 era el país número 97 en dejar de lado esta medida contra todos los delitos.
Amnistía Internacional realiza desde 1977 una serie de campañas en la lucha por la abolición de la pena de muerte.
Riobóo explicó que AI se opone en todos los casos a la pena de muerte, sin excepción, independientemente del tipo de delito, las características del delincuente o el método de ejecución.
Quienes deseen apoyar la lucha abolicionista pueden enterarse de más en la página web de la ONG.
Pese a los avances, todavía hay una tarea muy grande por delante para que el mundo abandone esta práctica, una lucha que depende del apoyo de todos.