No próximamente: “El Doble”

Jesse Eisenberg por partida doble en un fascinante duelo de un joven contra la personificación de todo lo que no es, en un filme oscuramente divertido y de ambientación inolvidable.

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El mundo de Simon James (Jesse Eisenberg) es gris, deprimente y opresivo, agresivamente burocrático y caricaturescamente insensible y rígido. Vive en un departamento pequeño en el que apenas hay espacio para una cama, un escritorio, un diminuto televisor y pocas cosas más, entre ellas un sencillo telescopio que utiliza para observar a Hannah (Mia Wasikowska), una bella joven que vive en el edificio de enfrente y de quien está enamorado.

Simon trabaja como oficinista en una empresa; los detalles de qué hace la empresa y las funciones específicas de Simon dentro de ella no son de relevancia, lo importante es cómo interactúa con su mundo. Digamos que su interacción es menos que ideal: parece incapaz de dejar una impresión duradera en las mentes de sus prójimos, el guardia de la entrada le hace firmar un formulario de visitante todos los días porque no tiene su credencial de empleado, sus compañeros parecen apenas conscientes de su presencia y su jefe lo llama Stanley por alguna razón.

La vida continúa invariable para Simon, entre días de trabajo, noches de telescopio y visitas a su anciana y enferma madre en un asilo. Sin embargo, un día aparece en la oficina un nuevo empleado, James Simon. El recién llegado es físicamente idéntico a Simon -algo que sólo nuestro protagonista parece notar-, pero no podría ser más polarmente opuesto en personalidad: es encantador, altamente sociable, un éxito con las mujeres, y rápidamente escala en la escalera corporativa a pesar de ni siquiera tener una idea clara de lo que tiene que hacer. Inicialmente Simon intenta aprender de James, y este parece dispuesto a ayudarlo, pero rápidamente la situación se convierte en un inverosímil conflicto.

Esta extraña pero inventiva y venenosamente humorística historia es la nueva película como director de Richard Ayoade -realizador de la aclamada Submarine pero quizá mejor conocido en su faceta de comediante en proyectos como la serie The IT Crowd y apariciones hollywoodenses como Vecinos cercanos del tercer tipo-, basada en la novela El Doble de Fyodor Dostoevski. La adaptación es más bien libre en los detalles argumentales, pero toca los mismos temas de existencialismo e introspección.

El Doble es una de aquellas películas que requieren mucha atención de parte del público, pero que al mismo tiempo requieren ser analizadas con cierto grado de desenfado, sin prestar demasiada atención a la lógica de los acontecimientos, que están bañados en un realismo mágico manchado de humor negro que neutralizan cualquier análisis totalmente lógico. ¿Cómo es posible que sólo Simon se dé cuenta de que él y James son en apariencia la misma persona? ¿Quién o qué es en realidad James? ¿Cuál es la razón de la aparentemente sobrenatural conexión entre ambos que se hace evidente y vital al final?.

Preguntas como esas es mejor dejarlas de lado. La película se disfruta mejor si, como sus acontecimientos, son vistos bajo cierto velo de oscuridad y misterio. Es una historia sobre Simon; no sobre lo que le pasa sino sobre su persona, o en un sentido más amplio es la historia de todo aquél que siente que no es todo lo que puede ser, aquél que se siente restringido por su entorno.

Cuando James entra a la acción primero parece una influencia benévola, un factor de esperanza para Simon, pero luego se vuelve una figura antagónica, amenazante, potencialmente destructiva, pero de una forma u otra su influencia sobre el protagonista parece ser no del todo perjudicial. Hay una clara vibra de “persona” y “sombra” en la relación de los dos aparentes clones; parece que no hay peligro de que la popularidad del trabajo de Jung con los creadores de ficción caiga de vigencia, sea en películas, novelas o videojuegos de rol japoneses.

El estéticamente inolvidable mundo que Ayoade construye alrededor de Simon actúa como una clara expresión de la psique del protagonista. Es un mundo compuesto casi exclusivamente de colores apagados, por habitaciones que siempre parecen estar necesitadas de al menos una fuente adicional de luz. Transmiten una sensación de cansancio opresivo que parece ser fuertemente sentida por los personajes que lo habitan, que casi siempre parecen exasperados o fríos. Hay detectives dedicados exclusivamente a atender casos de suicidios, y apenas dan abasto.

Las máquinas parecen sacadas de una versión ligeramente retorcida de los años '50 o principios de los '60, y en general el entorno de Simon parece una extraña mezcla entre Gran Bretaña y una imagen estereotípica de una ciudad soviética, pero nunca recibimos un “dónde” o un “cuándo” para ubicar a la película en el espacio y el tiempo, porque tampoco esos detalles son relevantes. Visualmente el filme es todo un logro de modestia e ingenio.

Eisenberg, que con filmes como Red Social hace tiempo dejó de tener que probarse como actor, hace un excelente trabajo al hacer de Simon y James dos personas totalmente distintas a pesar de compartir un mismo rostro.

Hay mucho qué disfrutar dentro del angustiante y frío exterior de El Doble si uno se deja llevar y no permite que los árboles de concreto no le dejen ver el bosque.

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EL DOBLE (The Double)

Dirigida por Richard Ayoade

Escrita por Richard Ayoade y Avi Korine (basada en una novela de Fyodor Dostoevsky)

Producida por Amina Dasmal y Robin C. Fox

Edición por Chris Dickens y Nick Fenton

Dirección de fotografía por Erik Wilson

Banda sonora compuesta por Andrew Hewitt

Elenco: Jesse Eisenberg, Mia Wasikowska, Wallace Shawn, Yasmin Paige, Noah Taylor, James Fox y Cathy Moriarty

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