“Violencia de género, distinta a las demás”

Cada violencia tiene características diferentes. En la violencia de género el agresor busca controlar a la mujer mediante la amenaza de violencia o la violencia, para que esta cumpla con los conceptos que según el varón están bien.

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El médico forense de España, Miguel Lorente Acosta, estuvo en Paraguay esta semana para ofrecer una capacitación al personal del Ministerio Público y de la Policía Nacional de Paraguay sobre violencia de género.

Durante su estadía, accedimos a una entrevista con el especialista, durante la cual esbozó claros conceptos sobre las características, los mitos y las consecuencias de la violencia de género. En esta primera entrega, nos cuenta sobre las inquietudes de los funcionarios y por qué la violencia de género necesita un tratamiento diferente desde la sociedad y las instituciones.

¿En qué consiste el trabajo que vino a hacer en Paraguay?

Básicamente es una formación en materia de violencia de género, conocer las características de la violencia de género como una violencia diferente al resto de las violencias interpersonales y tratar de aplicar esas diferencias en la investigación, porque existen estereotipos: que la mujer maltratada es una mujer con un ojo morado o con una serie de lesiones muy visibles y la experiencia y los estudios científicos demuestran que no es así, que normalmente la mujer maltratada tiene más un impacto emocional, lesiones antiguas no tanto las lesiones recientes porque no tiene seguridad a la hora de denunciar.

¿Este proyecto que lo trae Paraguay, incluye a otros países?

Es un proyecto común de Euro Social en el cual participan Ecuador, Paraguay, Costa Rica, Nicaragua, Panamá y Brasil.

¿Cuáles fueron las principales inquietudes que encontró en los funcionarios durante la capacitación?

Básicamente relacionadas con la dificultad de la investigación, la necesidad de contar con referencias objetivas para demostrar la violencia porque al final en un proceso judicial para demostrar que la violencia ha existido, pues hacen falta elementos objetivos. La idea estereotipada de que las mujeres que sufren violencia son unas mujeres con una serie de lesiones objetivas, como un hematoma en la cara, el ojo, o una serie de fracturas o de heridas es algo que es un estereotipo y que es una posibilidad, que ocurre, pero que informes recogen que lo menos frecuente son las lesiones y que cuando se producen lesiones no son tan graves porque el objetivo no es dañar, es controlar, y cuando controlan a través del miedo, la intimidación, la amenaza o con golpes que no requieren el empleo de una fuerza excesiva, pues el agresor ha conseguido que su mujer esté sometida a sus dictámenes. Lo normal es que una mujer que acude a poner una denuncia no presente esas lesiones tan graves. Conocer las características de las consecuencias de la violencia de género a largo plazo, que son las situaciones crónicas tanto en lo físico como en lo psicológico, permite poder seguir investigando y aportar pruebas objetivas para demostrar la existencia de la violencia.

¿Por qué la violencia de género es diferente a las demás violencias?

Todas las violencias se caracterizan por un resultado similar, no hay un resultado diferente a lo que es una agresión física, psíquica, sexual y la muerte en el peor de los casos; pero la diferencia con la violencia racista, xenófoba, la violencia en el narcotráfico, no está tanto en el resultado como en el origen, la motivación que mueve a la persona a ejercer esa violencia y los objetivos que quiere alcanzar a través de la violencia.

¿Cuáles son esas motivaciones y objetivos?

Cuando hablamos de violencia de género la motivación fundamental de la que parte el agresor es creerse en una posición de control, dominio, autoridad respecto a la mujer, para imponer lo que él considera que como hombre debe de desarrollar, debe de cumplir la pareja con la que está compartiendo un proyecto, lo que debe ser la idea de una buena esposa, madre, ama de casa, los tiempos... cómo tiene que distribuirlos dentro y fuera del hogar, los espacios que debe de ocupar. Hay una cultura basada en la desigualdad, en la idea de que el hombre (varón) es una especie de referencia. El que su palabra sea la palabra que acepta la mujer, que su criterio sea el criterio que acepte la mujer, y a partir de ahí con la amenaza de la violencia o con el uso de la violencia, que la mujer vaya limitándose, autocontrolándose.

 ¿Cuáles son los principales mitos?

Los principales mitos se basan en los dos grandes protagonistas: por una parte el agresor, pensar que el hombre que ejerce la violencia es un hombre que actúa bajo efectos del alcohol, de alguna droga, que padece algún tipo de trastorno psíquico o de personalidad, pensar que actúan por un arrebato, pérdida de control, por ese ‘crimen pasional’ cuando en realidad forma parte de toda una estrategia de violencia que van ejerciendo con el objetivo de controlar a la mujer. Y el homicidio, el femicidio de la mujer dentro de este contexto se produce fundamentalmente cuando se produce la separación, cuando el agresor percibe que esa decisión de la mujer no va a controlarla.

Algunos estereotipos sobre la mujer, pensar que ella hace algo que está mal, lo provoca, que es una mala mujer, mala madre, mala ama de casa y que eso justifica al hombre para ejercer una especie de corrección a través de la violencia. No hay nada que pueda justificar la violencia. Puede haber una posición de disconformidad, de no compartir un proyecto vital, si un hombre no coincide con lo que piensa la mujer, pues puede separarse, puede divorciarse, pero nunca ejercer la violencia. Entonces desde el punto de vista social, cultural, institucional, mandar el mensaje que la violencia contra la mujer nunca está justificada es muy importante porque lo que la sociedad ha construido, es la idea de que existen razones y motivos para ejercer la violencia contra las mujeres.

¿Cuáles con las características de la violencia de género a largo plazo?

Básicamente desde el punto de vista orgánico se produce es un estrés crónico, y el estrés crónico tiene un impacto directo sobre la salud, produce una disminución de la inmunidad y eso facilita infecciones de repetición, sufren con frecuencia infecciones de las vías respiratorias altas de diferentes partes del organismo como consecuencia de la bajada de defensas. Luego el impacto emocional produce alteraciones neurológicas, fundamentalmente dolores de cabeza que a la vez suelen ser en las zonas golpeadas porque el agresor dirige los golpes a la cabeza y al tronco porque la ropa y el cabello ocultan las heridas, entonces son mujeres que pueden salir a la calle y nadie las identifica como una mujer golpeada.

Desde el punto de vista emocional se caracteriza por lo que se denomina un síndrome de la mujer maltratada, un estrés pos-traumático que es depresión, sensación de impotencia, baja autoestima y todo eso facilita que la mujer vaya cayendo en un pozo que incluso permite o facilita que ella no sea consciente de la violencia que está sufriendo.

En la segunda parte de la entrevista, Lorente Acosta explica sobre los motivos por los cuales se debe desnormalizar la violencia, por ejemplo el impacto económico que genera para la sociedad el maltrato a las mujeres. Además es importante entender el ciclo de violencia de género y por qué generalmente las mujeres se demoran en denunciar o retiran las denuncias, generando el mito de la denuncia falsa.

Describe lo que significa mirar con perspectiva de género y por qué es adecuado e innovador crear leyes que tengan en cuenta esta perspectiva. Lorente dará en la próxima entrega una respuesta clara sobre por qué es necesario tener una ley que resguarde a las mujeres contra la violencia de género y también de las consecuencias para los hijos de las víctimas y la atención que ellos necesitan, ya que la creencia de que porque se recupera a una madre golpeada, automáticamente se recupera al hijo o hija, es falsa.

(Segunda entrega: viernes 12 de diciembre)

Dónde denunciar hechos de violencia contra la mujer

Si sos víctima o tenés conocimiento de un caso de violencia contra la mujer llamá al 137 “SOS mujer”. Tiene cobertura nacional las 24 horas, todos los días, y es gratuita.

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