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La ministra de Políticas Lingüísticas Ladislaa Alcaraz valoró el interés manifestado por la propia casa de estudios de mejorar la calidad de su enseñanza, primeramente incluyendo el guaraní dentro de la malla curricular para los futuros médicos, para promover su uso en el ámbito del ejercicio de la medicina.
“Uno de los derechos fundamentales del guaraní hablante es ser atendido en su propia lengua en todos los servicios a los que pueda acudir”, afirmó en conversación con ABC Color.
“El acuerdo fomentará el uso instrumental del guaraní en la medicina, por medio de estas alianzas vamos a ir fortaleciendo la lengua y al usuario, una lengua no existe sin el hablante, que sea atendido en su propia lengua es demasiado relevante”.
La inclusión del guaraní dentro del plan de estudios de medicina ya dependerá de la UNA, por su parte la Secretaría se compromete a aportar recursos humanos que brinden una asesoría sobre el plan más conveniente a implementar
Según la funcionaria aún existe cierta discriminación por razones lingüísticas, citó casos en que una receta médica para un guaraní hablante es escrita en castellano o un paciente que intenta explicar su problema en guaraní, sin que el médico entienda, lo que complica proporcionar una ayuda que permita terminar con la dolencia.
Según datos del censo concluido en 2002, un 27% de la población paraguaya se declara como monolingüe guaraní, de ahí nace la necesidad de normalizar su uso en todos los ámbitos, por tratarse de un tema transversal en la construcción de la nación.
Alcaraz espera que este convenio sea la puerta para otros similares, por la importancia que el guaraní se integre de forma efectiva con otras profesiones, como la agricultura, derecho, odontología, y también en las ciencias humanas como el periodismo y la docencia.
“El guaraní no distingue estratos sociales, no podemos decir que solo es para el ámbito rural, en la zona metropolitana vamos a encontrar guaraní hablantes, entonces no se restringe a lo geográfico, por ello no puede estar ausente en el quehacer profesional”.
A pesar de ser una lengua nacional, el guaraní sigue cargando una connotación negativa heredada desde los tiempos de Francisco Solano López que impide apreciar el valor cultural y por sobre todo su legado histórico.
El guaraní nos guste o no sigue asociado con la ignorancia, con la pobreza, la chavacanería... esa asociación indisoluble con condiciones desfavorables puede ser una de las causas.
Otro factor expuesto por la ministra tiene relación con la escritura, desmitificando que sea difícil, sino todo lo contrario, “con cuatro reglas de ortografía es más fácil escribir en guaraní, basta con desarrollar una conciencia fonológica, escuchar bien los sonidos y transcribir esta lengua sin ningún problema”.
Sin embargo, estos factores de ninguna manera reducen la importancia que ha tenido el guaraní en la construcción de la nación paraguaya- Ha sido aliada en las contiendas, también en el deporte, además es la única lengua indígena oficial en un organismo multilateral como el Parlasur y ha sobrevivido aún con una lengua hegemónica como la castellana.
Según Alcaraz la normalización viene de la mano de la formalización de la lengua guaraní, dentro de la Ley de Lenguas aprobada en 2010 se establece la creación de una Academia de la Lengua Guaraní, actualmente con 15 miembros y otros 15 que deben ser seleccionados.
Los integrantes son destacados exponentes de la literatura, la docencia y estudiosos de la lingüística, cuya función será la de aportar al enriquecimiento del idioma. Se espera que en un periodo de cinco años se tengan las primeras contribuciones en materia de ortografía, y se pueda fijar una sola para el uso en nuestro país.
El siguiente paso consiste en establecer por convención algunas cuestiones que hacen a la gramática como primer aporte, luego tiene que trabajar una gramática oficial con fines pedagógicos.
La tercera y la más ambiciosa función de la Academia de la Lengua Guaraní será la creación de un diccionario oficial, puesto que el utilizado actualmente se limita a las traducciones bilingües.
Este proceso llevará más tiempo porque hay que definir las palabras en guaraní, mediante técnicas lexicográficas, para la actualización y adecuación de una palabra castellana al guaraní.
Unificar los criterios en torno al guaraní será fundamental, asegura Alcaraz, teniendo en cuenta que con eso superaría el plano escrito y sería obligatorio en los tres poderes del Estado.