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Como muchas chicas de su edad, Florencia Martino Bibolini disfrutaba en Asunción de las aventuras, amores y desamores de las historias de las telenovelas mexicanas como “Dos mujeres, un camino” y “Amigas y rivales”. Por ese entonces, ya descubría su vocación de actriz, cuando –a los 14– protagonizó una obra de teatro en su colegio.
Y ese fue solo el inicio del encantamiento que generó en ella la posibilidad de interpretar distintos personajes. La formación le llegó a través del instituto “El Estudio”, dirigido por el actor, dramaturgo, director y docente Agustín Núñez, con quien participó en obras teatrales y debutó en televisión en “La herencia de Caín”, aquel unitario sobre problemáticas sociales emitido por Unicanal, allá por el 2010.
Su experiencia actoral en Asunción también se remonta a obras de teatro dirigidas por Mario Santander Mareco, como la historia coral “Treinta” y “Electra Shock”, protagonizada por ella. También fue imagen de distintas marcas, y –lejos del terreno artístico– estudió Química y Tecnología de Alimentos en la Universidad Nacional de Asunción.
Pero su historia de vida y carrera dan un giro cuando ella decide dejarlo todo y partir –sola y con poco dinero– a México, para perfeccionarse como actriz.
El resultado no pudo ser mejor. De un exigente casting, los productores la eligieron entre 8.000 personas para ingresar al Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa. Desde allí, su belleza y talento no pasaron desapercibidos: con pequeñas participaciones en telenovelas primero, hasta lograr el rol más importante –hasta ahora– en su carrera: el papel de Julieta, “la chica del calendario” de la telenovela “Libre para amarte”.
-¿Cómo y cuándo nace tu pasión por la actuación?
-Mi pasión por la actuación nace cuando tenía 14 años, cuando actúe en un papel protagónico en las olimpiadas de teatro que teníamos en mi colegio en una obra que se llamaba “Mi fantasma y yo”. ¡De hecho gané el premio a Mejor Actriz! (Risas).
-¿Recordás aquel primer acercamiento al teatro?
-Mi primer acercamiento al teatro como tal fue en esa obra, aunque desde pequeña me gustaban los escenarios y conducir los eventos de mi colegio, el cual siempre tuvo mucho espacio artístico dentro del plan de estudios.
-¿Qué es lo que más te emociona de esas primeras experiencias?
-Me emociona tanto el pensar que en aquellas épocas jamás hubiera imaginado dedicar mi vida a esta carrera tan difícil, pero tan bonita, ¡y mucho menos que terminaría en México! (Risas).
-¿Cuándo decidís dedicarte profesionalmente a la actuación?
-Desde el año 2010, cuando cursaba el segundo año de la carrera de actuación en “El Estudio” (dirigido por Agustín Núñez). Desde allí supe que quería hacer esto el resto de mi vida…
-¿Veías telenovelas mexicanas de niña? ¿Cuáles eran tus favoritas?
-¡Sí! (Risas). ¡Mis favoritas eran “Soñadoras de la vida”, “Amigas y rivales” y “Dos mujeres, un camino”! Todas producidas por el señor Emilio Larrosa, con el que –coincidentemente– estoy trabajando ahorita.
Con 22 años, Flor sabía que debía dar un nuevo paso en su vida. Casi en secreto, averigua sobre el instituto de actuación de Televisa, de donde seleccionan los actores y actrices para sus proyectos. La bella paraguaya fue elegida entre 8.000 personas de distintas partes del mundo, y allí empezó a escribir la mejor parte de su historia.
-¿Cuándo analizás la posibilidad de viajar a México para iniciar una carrera como actriz?
-Como a mediados del 2009, cuando me entero de la existencia del Centro de Educación Artística (CEA) de Televisa por una revista. Desde allí empecé a investigar, me preparé durante todo el 2010 – ¡Me puse guapa para probar hacer el casting! (Risas). Y yo solita, sin decirle nada a mi familia ni a nadie, hice llamadas a Televisa, mandé mis fotos…
Por año el CEA Televisa hace un casting entre 8000 personas de todas partes del mundo, de donde seleccionan solo a 45 para que ingresen al instituto. En la primera fase del casting te seleccionan por físico, ya que mandé mis fotos; como a los dos meses me avisaron que pasé a la segunda fase, en la que ya me dieron fecha de casting, Así que junté ahorros, hice maletas y fui solita al D.F. a hacer el casting. Como a los 15 días me avisaron que quedé en el CEA. Al mes ya estaba viviendo en México D.F.
-Viajar a un país lejano implica una aventura importante. ¿Cuál fue tu mayor desafío? ¿Tuviste miedo en su momento?
-¡Uff! Yo creo que mi mayor desafío fue el venirme a vivir sola a una ciudad tan grande en la que no conocía a nadie, ni nada, a empezar de cero, ¡y con poco dinero en la mochila! Y sí, tuve mucho miedo, ¡lloré tanto! No sabía si esto iba a funcionar y lo estaba dejando todo en Paraguay por algo que –hasta ese entonces– era un sueño lejano. Y, aunque muchos parientes y gente cercana me tildaba de loca por lo que quería hacer, yo estaba dispuesta a todo. ¡Pienso que en el riesgo está la ganancia!
-¿Cuál fue el mayor aprendizaje que te dejó el Centro de Educación Artística de Televisa?
-¡La verdad que el CEA sacó lo mejor y lo peor de mí! (Risas). ¡Es una escuela muy intensa! Cambió mi forma de ver la actuación y la vida. Y, una de las cosas que más me llevé del CEA es el sentido de la disciplina, el competir contra uno mismo y no contra los demás, el aprender a confiar en uno mismo y que nunca te tomes nada muy personal.
-¿Cómo es un día en la vida de Flor?
-Un día en la vida de Flor empieza muy temprano, voy al gym. Estoy allí entrenando como tres horas diarias; luego –si me toca grabar– voy a Televisa. La mayoría de las veces son jornadas largas de grabación, ya terminando voy a algún Starbucks, leo un poco. Luego llego a mi ‘depa’ a ver la novela. (Risas). Y, casi siempre, me gusta salir a cenar o comer a algún restaurante bonito, o voy al mucho al teatro y al cine, en especial los fines de semana.
-A partir de la experiencia que ya cosechabas tanto en teatro como en televisión local, ¿qué fue lo que más te llamó la atención en la forma de trabajar en Televisa? ¿Algún detalle o método que nunca hayas imaginado que se utilizaba en la producción de telenovelas?
-El uso de apuntador: aparato que te ponen en el oído, por donde te soplan los guiones. (Risas). ¡Que cuesta un buen tiempo aprender a usarlo bien! Además, bueno, yo deslumbrada por toda la infraestructura y la superproducción que tiene Televisa. Como actriz, se ocupan mucho de ti. Siempre hacen que quedes súper bonita: ¡se ocupan desde tu pedicura hasta del último pelo que tienes! (Risas).
-Para ingresar a la industria mexicana –tanto en la actuación como en los medios en general– es fundamental para ellos adoptar el acento. ¿Te costó aceptar esa regla?
-Pues imagínate que, después de 22 años, llegue alguien y te diga: hablas mal, tienes que hablar de esta manera si quieres trabajar en este mercado. ¡Uff! Me costó un buen tiempo cambiar mi acento, pero el CEA tiene excelentes profesores de acento que me ayudaron mucho en ese difícil proceso.
-¿En qué proyectos participaste desde que terminaste tus estudios de actuación en Televisa?
-Terminé el CEA en diciembre pasado, y desde allí tuve participaciones en varias novelas como: “Amores verdaderos”, “Cachito de cielo”, “Corazón indomable”, “La mujer del vendaval”, “Mentir para vivir” y “Libre para amarte”, en la que estoy actualmente.
También participé en la serie “Los chambelanes de la sele” y en dos pilotos de series. ¡Además tuve la oportunidad de hacer teatro en Acapulco!
-¿Cuál fue el momento en que sentías que estabas cumpliendo tu sueño?
-Yo creo que este es el momento en que siento que todos mis sueños se están concretando…
En la telenovela “Libre para amarte” –protagonizada por Gloria Trevi, Gabriel Soto y Eduardo Santamarina–, Flor Martino se da a conocer al mundo como la bella y sexy Julieta, “la chica del calendario” que compite por ser “la Reina de los Taxistas”.
-En “Libre para amarte” interpretás a Julieta, una chica desinhibida y popular por ser ‘la chica del calendario’. Escenas de la telenovela y publicaciones en general te destacan como ‘bomba sexy’. ¿Temés quedarte asociada a ese “Physique du role”, o te interesa explotarlo para tu carrera?
-Mira, en este momento me está funcionando que exploten mi parte sexy, especialmente porque mi personaje lo requiere. Y sí, en esta industria es un arma de doble filo el ser sensual, porque te pueden tomar solo como la niña guapa. Está en uno mismo demostrar que, además de estar guapa, sabe actuar y es profesional, ¡y es lo que yo intento hacer!
-¿En qué consiste el concurso de “La Reina de los Taxistas”?
-Es un evento que está haciendo la novela en la que convocan alrededor de 300 taxistas de la Ciudad de México, y sus familiares y amigos, a una gran fiesta en donde habrá premios y muchas sorpresas, compartiendo nosotros –los del elenco de “Libre para amarte”– con nuestro público, y en donde los taxistas que estén allí ese día –y el público en general– podrán a través de sus votos elegir a la reina de los taxistas. ¡Todo esto se incluirá en la novela luego! Para los que no saben: la novela se trata de taxistas, ¡y yo soy una de las candidatas a Reina! (Risas).
-Con este personaje estás viviendo el momento de mayor exposición mediática. ¿Sentís que estás en un momento bisagra en tu carrera?
-Sí, ¡totalmente! Pienso que están apostando muchísimo por mí en la novela, ¡y que me están lanzando con todo! Lo cual se agradece, y obviamente hay que aprovechar estas superoportunidades que se me están presentando. De aquí, para adelante…
-Si Televisa apostara en vos y pusiera a tu disposición la prioridad de un nuevo proyecto, ¿a qué productor y actores elegirías para compartir cartel y en qué tipo de telenovela?
-La verdad que, en este momento, estoy donde siempre quise estar. Disfruto mucho hacer comedia y siempre quise trabajar con el señor Emilio Larrosa, ¡y el elenco está increíble! Así que, pues no pienso a futuro…
-¿Manejás algún nuevo proyecto concluida “Libre para amarte”?
-En este momento estoy al 100% enfocada en este proyecto, que termina hasta el año que entra, y además manejo exclusividad con la novela ahorita, así que a futuro aún no sé. Aunque por allí están algunas propuestas de teatro…
-¿Cómo ves, desde la distancia, a la industria audiovisual paraguaya? Y si pudieras dar una crítica constructiva, ¿qué considerás que nos falta para lograr el verdadero impulso?
-Pues, después de trabajar aquí en Televisa, veo que Paraguay está muy retrasado en lo que a audiovisual respecta, aunque ahorita se está abriendo más el campo. Y yo creo que la crítica que podría dar, según lo vivido, es que el Gobierno debe apoyar más el arte en Paraguay. Fundamentalmente yo creo que por eso no crecemos. Deberían invertir más en teatros, en proyectos audiovisuales y en becas para gente que quiera estudiar actuación. De hecho, cuando me salió lo de Televisa, yo pedí apoyo al Ministerio de Cultura, lo cual fue rechazado. No quisieron darme una ayuda económica para que me viniera a México: a eso voy con todo esto. ¡No apoyan ni apuestan por el talento paraguayo!
-¿Cuál es el gran sueño de Flor: tanto el de la actriz como el de la mujer?
-Yo creo que mis sueños se pueden resumir en dos palabras: ser feliz, ¡y eso incluye que mi familia se sienta orgullosa de mí!