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La baja autoestima que caracteriza a muchos paraguayos, de todas las clases sociales pero principalmente la población de pobreza y extrema pobreza, podría tener su origen en el periodo de la conquista y colonización española.
“En este período de la conquista y colonización se realizaron infinidades de atropellos en contra de los nativos”, explicó Margarita Miró, historiadora de la Fundación Oñondivepá y directora del Instituto de Bellas Artes.
Poco tiempo después, los pueblos autóctonos se dividieron en dos bandos: los que se aliaron a los españoles en perjuicio de su autonomía y los que querían mantener su independencia, sus tierras y sus costumbres.
Los carios guaraníes pertenecían al grupo de los rebeldes y lograron refugiarse en la cuenca del río Caañabé y los humedales del lago Ypoá, en el actual departamento de Paraguarí. El sitio era ideal, ya que creaba un cinturón natural y agrestre que dificultaba el avance de los españoles, relató la historiadora.
Tras la matanza de los carios guaraníes ocurrida en 1560, los desajustes culturales, sociales, políticos, religiosos y económicos se agudizaron. En esta transición, las mujeres indígenas fueron las que más sufrieron, al ocurrir una ruptura en la distribución del trabajo.
“Los jóvenes nativos debían prestar servicios al encomendero o eran destinados a la milicia y pasaban varios meses ausentes de sus hogares”, explicó Miró, agregando que por esta razón la mujer tuvo que asumir muchas tareas propias de los hombres.
En esta época también se inicia una cultura de paternidad irresponsable en manos de los españoles, sostuvo Miró, que “además de fecundar de manera irresponsable a las doncellas nativas exigían a los varones en edad productiva abandonar por largos períodos sus hogares”.
De esta forma también la mujer se convierte en jefa de la familia, perdiendo los privilegios que tenía en la comunidad guaraní y convirtiéndose en “el pilar fundamental del hogar, la economía”, además de ser la principal “transmisora de la identidad cultural”. La mujer guaraní pasa “de 'óga jára' guaraní” y “se convierte en 'serviha' de los españoles y mestizos reconocidos”.
“Son los españoles quienes instalan el machismo y reducen a la mujer a un elemento de placer y de esclavitud”, aseguró la historiadora.
Sumado a la promoción de los vicios como el alcohol y el tabaco, los nativos eran considerados haraganes, ya que manejaban otra concepción de la vida, la economía el tiempo y del universo.
“Estos son algunos de los factores que han contribuido a lo largo de la historia para que el paraguayo hoy tenga baja autoestima”, consideró Miró, lamentando que estos hechos se excluyan de la historia oficial que se enseña en la mayoría de las escuelas.
“Durante siglos nos dieron a entender que los nativos americanos eran salvajes porque vivían desnudos, no tenían escrituras, no conocían la rueda, o no tenían ciudades iguales a los europeos, o, porque mataban a los españoles. ¿Pero es salvaje defender tu tierra, tu religión, tu casa, tu familia, tus costumbres, tu libertad?”, cuestionó la investigadora.
Para ayudar a los paraguayos a conocer su pasado, entender el presente y poder planear mejor el futuro, Miró insiste en la necesidad de instalar la materia de educación etnológica en los currículos de las escuelas primarias y las universidades, así como la inversión en el estudio arqueológico y la instalación de museos educativos.
Un mejor manejo de los orígenes de la cultura podría ayudar también en el desarrollo de programas de eliminación de pobreza, para una mejor planificación del futuro de una comunidad con mejor autoestima.