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Stephen J. Ditko nació en Johnstown, estado de Pennsylvania, el 2 de noviembre de 1927, y desde muy joven se vio atraído a los cómics, en gran parte por influencia de su padre, un carpintero y ávido lector de las tiras cómicas de los diarios. En 1940 su interés por el medio creció aún más cuando, como innumerables otros norteamericanos, se vio cautivado por las nacientes aventuras de personajes como The Spirit, de Will Eisner, y el Batman de Bob Kane y Bill Finger.
En 1950, tras haberse enlistado en el ejército de los Estados Unidos cinco años antes y haber servido en la devastada Alemania de la posguerra mundial, Ditko fue a estudiar dibujo en Nueva York bajo la tutela de uno de sus ídolos, el dibujante de Batman Jerry Robinson. Fue en las clases de Robinson que Ditko conoció a Stan Lee, por entonces editor de la firma Atlas Comics.
Tras haber debutado profesionalmente en una publicación romántica en 1953, Ditko pasó a tabajar como asistente en el estudio de Jack Kirby y Joe Simon, los creadores del Capitán América, y al año siguiente comenzó a trabajar con la editorial Charlton Comics, donde publicó su primera portada para el volumen número dos del cómic de terror The Thing. Seguiría trabajando con Charlton por más de tres décadas, publicando trabajos de ciencia ficción, terror y superhéroes con ellos hasta que la editorial desapareció en 1986.
En 1955, luego de tomarse una pausa del mundo de los cómics tras haber enfermado de tuberculosis, Ditko comenzó a trabajar con Atlas Comics, la editorial que en el futuro se convertiría en lo que ahora conocemos como Marvel Comics. Se convertiría en uno de los más prominentes artistas y guionistas, dominando con sus dibujos las portadas de títulos como Tales to Astonish, Strange Tales o Tales of Suspense, entre otros, y contribuyendo guiones de historias de suspenso o monstruos para los otros artistas de la editorial. Fue por entonces que comenzó a trabajar de cerca con Stan Lee, creando historias cortas que normalmente cerraban los libros de antologías que publicaba Atlas; eventualmente estas colaboraciones acabarían recibiendo su propia línea, Amazing Adult Fantasy, que comenzó a publicarse en 1961.
Al año siguiente, Ditko y Lee crearían el personaje que acabaría siendo su más grande contribución a la cultura popular. Lee, por entonces editor en jefe de la ya rebautizada Marvel Comics, tenía un concepto y un nombre: un superhéroe adolescente llamado Spider-Man, el Hombre-Araña.
Originalmente Lee acudió a su viejo colaborador Jack Kirby, el co-creador del Capitán América y con quien por aquél entonces Lee ya había co-creado a los 4 Fantásticos, y con quien crearía en los años venideros a los X-Men y a Hulk. Kirby comenzó a trabajar en el personaje, pero a Lee no terminaba de gustarle la forma en que Kirby lo concebía, le parecía “demasiado heroico” para un personaje que el guionista quería retratar como más emocionalmente complicado. La versión de Kirby era sobre un joven que encontraba un anillo mágico que lo convertía en Spider-Man, quien usaba una pistola de telaraña.
Lee entonces recurrió a Ditko, quien comenzó a hacer sus variaciones al personaje, trabajando primero en el traje, dándole una cualidad atlética y cambiando la pistola de telaraña por lanzadores de telarañas escondidos en las muñecas del traje. Ditko también decidió darle al personaje su icónica máscara que, a diferencia de la versión original de Kirby, cubría por completo el rostro del joven héroe. En la primera publicación del Hombre-Araña, Kirby acabaría dibujando la portada.
La primera historia del Hombre-Araña apareció en el número 15 de la antología Amazing Fantasy, en agosto de 1962, y la historia del joven Peter Parker, mordido por una araña radiactiva que le da superpoderes, cautivó al público. Era una historia inusual para el género de los superhéroes, centrada en un protagonista vulnerable, cuya cruzada heróica no tenía raíz en la venganza o en un unidimensional e indefinido impulso por hacer el bien, sino por la culpa de haber actuado de forma egoísta cuando no detuvo a un ladrón que esa misma noche acabaría matando a su amado tío. Retrataba a los poderes de Peter no como un privilegio, sino – como bien dice el emblemático refrán que cierra esa primera historia – una responsabilidad con la que el joven Parker se decide a cumplir aunque le cause todo tipo de problemas personales.
Luego de Amazing Fantasy #15, el Hombre-Araña recibiría su propia serie, The Amazing Spider-Man, que Ditko dibujaría hasta 1966, co-creando con Stan Lee algunos de los villanos más icónicos de la serie como el Doctor Octopus, el Duende Verde o Electro.
Luego de haber co-creado Hulk y con Spider-Man aún trepando en popularidad, Ditko y Lee idearon a otro héroe que, aunque menos inmediatamente exitoso que los anteriores, acabaría convirtiéndose en otro enormemente importante eslabón en la cadena de Marvel. Doctor Strange, un título sobre un médico cirujano que acaba convirtiéndose en un maestro de las artes místicas. El personaje y sus historias de fantasía le permitieron a Ditko plasmar paisajes, personajes y conceptos surrealistas y psicodélicos que se convirtieron en toda una marca registrada suya.
En 1967, Ditko abandonó Marvel tras diferencias con Lee que habían hecho que ambos llevaran ya un tiempo sin hablarse. Los detalles de exactamente qué causó la separación del dúo creativo nunca fueron reveladas, aunque el dibujante John Romita, quien reemplazó a Ditko en los cómics del Hombre-Araña, dijo que el artista y Lee estaban en desacuerdo en casi todo, desde personajes hasta cuestiones culturales y sociales.
Ditko volvería a trabajar en Charlton Comics en 1967, trabajando durante ese año en personajes como Blue Beetle, Question o el Capitán Átomo – co-creado por él mismo – antes de dar el salto, en 1968, a DC Comics, creando personajes menos conocidos como Creeper o Shade y trabajando tangencialmente en títulos relacionados a Batman o Superman. Durante las siguientes décadas haría trabajos intermitentes para esas dos editoriales.
A finales de los '70 volvió a Marvel y trabajó en títulos menores como Machine Man, Micronauts o Rom. Seguiría trabajando como “freelancer” en editoriales independientes, y en 1992 creó uno de sus últimos personajes originales de Marvel, la Chica Ardilla, un personaje que ha cobrado gran popularidad en los últimos años.
Tras haber trabajado en comics de personajes como los Power Rangers, Iron Man o los Nuevos Dioses de DC, Ditko se retiró de los cómics “mainstream” en 1998, aunque siguió publicando trabajos de forma independiente desde entonces y hasta 2016.