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Si bien la advertencia sobre la presencia excesiva del plástico en nuestro planeta se debate hace décadas, hay que decir que en la actualidad la problemática se está volviendo insostenible.
Las cifras de plástico que se producen actualmente, 13 millones al año, llevaron la problemática a un punto tal en el que el ser humano ya es incapaz de manejar la situación. Haga lo que haga, nuestro medioambiente está sobrepasado por la extralimitación del hombre que, entusiasmado por un material que era barato de fabricar y traía muchas ganancias, lo produjo sin ponerse límites y sin pensar que en algún momento perjudicarían a la propia vida humana, destruyendo el único hogar que disponemos para habitar: el planeta Tierra.
Pero así como ha facilitado la vida de las personas dándoles practicidad a partir de la fabricación de utensilios, muebles, peines, juguetes, cubiertos, etc, el extremo ha traído más desventajas que ventajas, debido a los cientos de años que tarda en descomponerse.
Inspirados en un artista
Inspirados en la nota publicada en ABC Color en el mes de agosto, que relataba la historia del artista japonés Hiroshi Fuji, creador de un parque jurásico multicolor a partir de más de 30.000 juguetes y piezas desechados, expuesto en Bahckok para concienciar sobre la invasión del plástico desde nuestros primeros años de vida, los pequeños niños del primer año del Colegio del Sol tuvieron la idea de replicar una muestra similar en su escuela.
Así, con muchísimo entusiasmo comenzaron el arduo proceso de trabajo, que tuvo como primer paso que cada niño recolectara sus propios juguetes en sus casas, a partir de los cuáles trabajarían para la construcción de una pieza de arte gigante.
Con este primer paso, los chicos quedaron sorprendidos al dimensionar la cantidad de plástico que tenían tan solo en sus juguetes. En una muestra tremenda de consciencia, empatía y cero egoísmo, decidieron ceder voluntariamente sus juguetes. Como cualquier niño de 6 años, le tienen aprecio a esas pequeñas piezas compañeras de tantas tardes de juegos, pero aprendieron que cuidar el ambiente en el que vivirán su presente y su futuro es más importante. Sin dudas, un nivel de consciencia demasiado admirable para su corta edad.
Proceso creativo
De la mano de las profes Andrea Carmona, Patricia Caceres y Carolina Perez, y de la docente Sofía Alfieri apoyando desde la directiva del colegio, los niños comenzaron un arduo proceso de trabajo que tomó alrededor de dos meses. Mientras recolectaban juguetes de sus casas, y recorrían los demás grados difundiendo su campaña para concientizar a sus demás compañeros y a la vez pedirles que aportaran más juguetes, iban aprendiendo más y más cada día sobre la manera dramática en la que el plástico afecta la biodiversidad, la economía y la salud de las personas.
Todo comenzó cuando con las profes, leyeron en clase la nota de ABC Color sobre el artista japonés Hiroshi Fuji, quien tras observar por muchos años la masificación de los desechos plásticos en su país y sus consecuencias en el medio ambiente, decidió plasmar este enojo creando una muestra.
Consciencia ambiental desde la infancia
Luego de escuchar la historia narrada por las maestras, los chicos quedaron sorprendidos, y quisieron replicar la creación del parque jurásico hecho en Bangkok, una exhibición realizada con desechos de juguetes plásticos que el artista fue recolectando desde el año 1997. Así, con sus pequeñas y laboriosas manitos, además de sus mentes chispeantes de creatividad, crearon su propia muestra artística en su salón de clase, y se convirtieron en la admiración de todos los demás grados. Por supuesto, además del atento asesoramiento de las profes, no faltó la ayuda incondicional de los padres.
Decidieron simbolizar la pieza principal de la muestra con un pez de 120 por 40 centímetros, elaborado a partir de pequeñas piezas de juguetes pegadas estratégicamente con silicona fría, teniendo en cuenta una interesante gama de colores y con mucho talento artístico para darle forma al resultado final. Complementaron esta pieza principal con 30 obras más pequeñas hechas en forma individual por los alumnos.
Una denuncia a través del arte
Y así como lo hizo en la lejana Japón Hiroshi Fuji, ellos aquí, con tan solo seis años, con esta muestra denunciaron la falta de conciencia hacia el medio ambiente. Sin lugar a dudas, estos peques impactaron a sus padres, maestros y a toda la sociedad, con su ternura creatividad y consciencia ambiental.
Me contabas que leíste la nota con los chicos en el aula. ¿Cómo fue la reacción de ellos en un primer momento?
-Los niños primeramente se maravillaron por las obras del artista, ya que no podían creer que estaban hechas con juguetes. Luego compartieron su visión sobre la problemática del plástico, contando historias sobre los peces y otros animales que son afectados por la creciente cantidad de desechos plásticos que se encuentran en ríos y mares. La siguiente reacción fue proponer replicar esta muestra con sus propios diseños de animales.
Una de las misiones del docente es justamente inspirar al alumno. ¿Cumplieron con este objetivo en el proyecto?
-Sí, proyectos como este logran motivar y generar conciencia sobre realidades globales que afectan directa o indirectamente a nuestras vidas. Es importante acercar a los niños con mucho cuidado a temas que hoy afligen a nuestro mundo, sin generar en ellos temor o impotencia frente a tantas problemáticas, ya que se debe considerar que son muy pequeños.
Acompañamiento docente
La maestra Sofía Alfieri nos cuenta que el proyecto en todo momento contó con el acompañamiento del equipo directivo de la institución, debido a que una de sus políticas es priorizar situaciones de aprendizaje que conecten a los niños con el ambiente en que viven, generando así conocimientos sobre lo bueno y lo malo de la acción del hombre en la naturaleza.
Los niños trabajaron durante dos meses en la recolección de las piezas de plástico y los pasos previos, mientras que la realización de las esculturas duró de dos a tres semanas. En total se recolectaron más de 3.000 piezas de desechos de juguetes.
Los niños diseñaron diversos animales como estructuras que pudieran representar el mensaje que ellos querían transmitir, siguiendo el ejemplo de las esculturas de dinosaurios de Hiroshi Fuji, quien usó a este animal porque el plástico está hecho de petróleo y este está compuesto de restos fósiles.
Finalmente, se eligió el diseño del gran pez que representa para los niños el mayor riesgo, ya que lo que hoy más ven en los medios son los océanos llenos de plástico y a los animales marinos en peligro.
En total, trabajaron en el proyecto 49 niños, pertenecientes a ambas secciones del primer grado del colegio.
¿Fue difícil elaborar las piezas?
Pos suerte tuvimos la ayuda de un padre arquitecto que colaboró el diseño. Del resto nos ocupamos nosotras, y fue menos complejo de lo que primeramente nos imaginamos.
¿Cuántas horas diarias durante las clases invertían los chicos para hacer los diseños?
El proceso de creación en sí se hizo en una semana, trabajamos alrededor de dos horas por día.
Al ser del primer grado tienen 6 años nada más, y son muy pequeñitos, para ser tan hábiles con las manualidades y las artes. ¿No fue muy difícil para ellos el trabajo?
-La estructura fue hecha con nuestra ayuda, los niños clasificaron los juguetes según su color y fueron pegando en base a su diseño los juguetes con silicona fría. Todos pudieron ayudar. Además ellos están muy acostumbrados a trabajar con diversos materiales y en diversas superficies.
¿Qué planean hacer con las piezas que exhibieron? Las tendrán en algún salón del colegio para mostrarlas a los demás estudiantes?
-Estamos justamente planteando llevarlas a otros lugares del colegio y quizá a la Municipalidad de Asunción, que queda cerca de nuestra institución.
Verlos explicar sus ideas con tanta frescura y naturalidad, teniendo tan clara la idea siendo muy pequeños, desarma y enternece. La consciencia de ellos hace bastante falta en muchos adultos, que tristemente, ni siquiera tenemos en cuenta este tema, perdidos en la vorágine del diario vivir.
Datos alarmantes
*América, Japón y la Unión Europea son los mayores productores de desechos plásticos per cápita. Sólo un 9% de los 9,000 millones de toneladas de plástico que se produjeron en el mundo fue reciclado.
*Si esta tendencia continúa, para 2050 tendremos cerca de 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos en los basureros y en la naturaleza.
*Cinco billones de bolsas de plástico se utilizan cada año y un millón de botellas de plástico son compradas cada minuto. Casi 70% o más van al medio ambiente o a vertederos.
*Los microplásticos fueron detectados en la sal de mesa comercial y algunos estudios aseguran que en el 90% del agua embotellada y en el 83% del agua corriente hay partículas de plástico.
*Esto preocupa a la ONU, pues poco se sabe del impacto de este material en la salud humana.
*Entre el 60% y el 80% de los residuos marinos son plástico, y en su mayoría son fragmentos menores a los cinco milímetros, es decir, microplásticos, según Greenpece.
*Las bolsas de plástico tardan alrededor de 400 años en degradarse.