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Las particularidades más populares de la contienda del Chaco (1932-1935) constantemente han girado en torno a la sequía y el intenso calor, además de la conocida canción Regimiento 13 Tuyutí y el periódico satírico Kavichu’i. Sin embargo, este enfrentamiento alberga un sinnúmero de historias y la singularidad de haber sido la primera guerra en la cual se llevó a cabo un combate internacional aéreo en Sudamérica.
En ese contexto, atraído por una pasión familiar hacia la aviación y la excelente combinación que resulta mezclarla con el cine, Joaquín Serrano se aventuró a investigar más sobre la contienda con Bolivia y se topó con cautivadores relatos de distintos personajes que decidió fusionarlos para llevarlos a la pantalla grande.
“Mi hermano es piloto y varios tíos, hermanos de mi papá, mi abuelo también fue; yo no lo conocí personalmente pero tuvo uno de los primeros servicios de transporte aéreo del país. Además, en mi familia siempre hicimos deportes aéreos”, sostiene.
Serrano actuó en películas que cuentan historias nacionales como Libertad y Mangoré, lo cual –asegura– influyó en él para tratar de seguir en la misma línea, con largometrajes ligados íntimamente a nuestras raíces.
“Fui llenándome de valentía para hacer mi primera película como director, le presenté la idea a mis socios Ceci Vargas Peña y Carlos Martínez (de la productora Otro Mundo), estábamos en un momento en que dijimos que necesitábamos producir nuestras propias cosas. Contratamos a la guionista Eliana González y cuando empezamos escribir esto, a desarrollar esto, también nos dimos cuenta de que era un guion muy grande”, recuerda.
Eliana, a su vez, comenta que empezó a trabajar en este proyecto a fines de 2016 y desde entonces se abocó a recabar toda la información posible para trabajar en los personajes y escenarios. “Estuve investigando en bibliotecas, casi nada en internet, lo que más me sirvieron fueron los testimonios, por ejemplo el del mayor Leandro Aponte, que tenía el día a día de los aviadores, porque fácil era encontrar la historia en general, pero la parte individual era más complicada”, confirma.
La aeronave de Pettirossi, una fuente de inspiración
Joaquín revela que un paso importante en esta travesía se dio cuando vio la réplica del Deperdussin monoplaza, la aeronave empleada por el legendario Silvio Pettirossi, quien se convirtió en el primer piloto paraguayo en realizar un vuelo en territorio nacional. “La primera inspiración vino del club Yvytu, que construyó esta réplica del Deperdussin de Pettirossi, ahí yo dije: ‘esto tiene que estar en el cine’”, afirma.
¿Por qué hacer una película animada?
Esta es la pregunta obligada de cara a este proyecto que se plantea por primera vez en un país que ha avanzado a paso lento en la industria audiovisual y que sigue virgen en el campo de la animación a nivel del séptimo arte.
Joaquín refiere que filmar aviones en el Chaco, movilizar tanta gente, tantos extras y vestuario iba a ser algo realmente complejo. “Era hacer o no hacer, en ese momento fue una pregunta interna ‘¿y si hacemos animación?’. Fue algo que siempre me apasionó, dibujé durante todo el colegio, hacía animaciones para un programa que se llamaba Flash y así surgió”, explica.
Eliana González, coguionista de esta realización, señala que en algún momento intentaron averiguar, por ejemplo, cuánto saldría la réplica del avión de Silvio Pettirossi y ahí pudieron comprender que sería muy costosa una película en escenarios reales.
Soñando en grande: “¿Por qué no ser un Disney latinoamericano?"
El director de este proyecto señala que, además de percatarse de que hasta la actualidad nunca se produjo una película de animación en Paraguay, considera que este es un momento oportuno de innovar en el cine nacional.
“Ojalá que de acá a 50 años seamos un polo de animación, lleno de películas e historias, ¿por qué no ser un Disney latinoamericano? Hay que pensar en grande, hay que soñar y trabajar, por sobre todo para dejar un aporte que es lo más importante”, añade.
Joaquín comenta que varias personas, en un principio, cuestionaron la iniciativa de hacer este estilo de largometrajes. “Mucha gente me dijo: ‘¿por qué no hiciste una comedia? ¿Por qué te metiste en el quilombo de la animación?’. El punto es que queremos romper un poco los esquemas y aquí estamos, fueron dos años de proceso hasta que ganamos dos fondos: Fondec y Bonos Creativos, gracias a eso pudimos hacer el teaser; ese avance es la primera semillita de ese proyecto”, cuenta.
Sin embargo, no sería fácil encontrar gente decidida a hacer este estilo. “Los propios animadores que me decían que esto era imposible, hasta que encontré un valiente, que vio el proyecto y me dijo que sí, Esteban Pedrozo, gracias a “Rocko” pudimos armar todo el equipo, realmente quiero valorar mucho esa valentía”, enfatiza.
Pedrozo, quien trabajó para la serie animada La Mansión de los Políticos y ahora trabaja desarrollando personajes para una serie de Netflix, reconoce que en un principio consideró que el desafío de Alas de Gloria era muy complicado. “No tenemos la cantidad de gente necesaria para hacer una película grande en Paraguay; fue como encontrar la gente correcta y empezar a hacer”, argumenta.
El teaser, una demostración de que se puede
El primer avance de la película tuvo un antes y un después para todos los integrantes del equipo. “Antes del teaser no teníamos nada. Todas las empresas nos decían: ‘a ver, mostrame algo’, entonces decidimos hacerlo”, cuenta Joaquín.
“También estamos un poco acostumbrados a ver un trailer y decir: ‘¿cuándo se estrena, en dos o tres meses? Pero en este caso no es así, hicimos este avance para demostrar que en Paraguay se puede hacer animación y a partir de esto conseguir fondos para hacer la película”, confiesa.
En ese sentido, Esteban Pedrozo, encargado del equipo de arte, refiere que este corto fue el primer desafío en este camino, por lo que se trató de una prueba importante de cara al futuro de la película. “En el proceso de hacer este teaser nos dimos cuenta de que es posible hacer una película con lo que tenemos: funcionó”, asevera.
Repercusiones: además de los aplausos, el clamor por el guaraní
Serrano resalta que, tras la presentación del material, varias de las personas preguntaron insistentemente por el guaraní. “Nosotros queríamos encarar esto como algo súper internacional, entonces el teaser lo hicimos 100% en castellano, para salir un poco de la frontera y la gente nos dijo: ‘nos encanta, ¿pero dónde está el guaraní?’. Aclaro que en la película tenemos muchos parlamentos en guaraní, pero después haremos versiones dobladas en otros idiomas”, sostiene.
No obstante, el objetivo de traspasar las fronteras cosechó frutos. “Hubo buena repercusión en otros países, estuvieron los representantes de Ibermedia, ellos llevaron nuestro teaser a Anesi, que es el festival más importantes del mundo que se hace en Francia, también los premios Quirino, que son uno de los premios más importantes de la animación en Latinoamérica; postearon nuestros teaser en Twitter, en Facebook, eso es realmente increíble, estar a ese nivel, estamos ya en la mira del cine latinoamericano de animación. También estuvimos en Ventana Sur, también nos escribieron de un medio boliviano para hacer entrevistas”, relata con entusiasmo.
A su vez, Esteban comenta emocionado que le sorprendió la presentación de este trabajo. “Normalmente hay comentarios negativos y esta vez no llegué a ver, se notó más bien la buena vibra de gente preguntando cuándo se va a estrenar. Estábamos todo el día viendo el proyecto y no llegamos a dimensionar mucho lo que estábamos haciendo. Al ver que a la gente le gustó, significó que las decisiones que uno tomó estaban bien”, asevera.
También Eliana vivió este evento con mucha emotividad. “Lagrimeé todo el tiempo en la sala, obviamente es diferente lo que uno se imagina antes, porque uno siempre tiene en mente una película que le gustó, pero me sorprendió que –a pesar de que se puede mejorar mucho todavía en calidad–, con los recursos que teníamos, se hizo un trabajo fabuloso”, resalta.
Lo que falta para avanzar
Actualmente, los realizadores de esta película están en la búsqueda de fondos. “Todavía no empezamos la producción: tenemos ya la historia armada, el guión terminado: el 60% de los personajes caracterizados, pero nos falta esa financiación para avanzar”, admite Joaquín Serrano.
"La película completa sale US$ 800 mil, no es barato hacer películas de animación, pero en Paraguay ya hicimos películas de ese costo. Lo bueno es que esto es gradual: nosotros necesitamos US$ 200 mil para empezar e ir obteniendo el resto de la financiación a medida que hacemos la producción”, explica.
En ese contexto, señala que se apuntaron a algunos concursos para obtener fondos. “Nos presentamos en Ibermedia y hay fondos para animación, podrían darnos US$ 30 mil, el año que viene podemos conseguir US$ 150 mil, más fondos locales privados”, añade.
Consideran que van a llegar a la meta, que es lanzarla para otro aniversario de la Paz del Chaco, en junio de 2021. Entretanto, reconoce que todavía les queda un largo camino por recorrer.
Sinopsis de Alas de Gloria
Rogelio se alista en la artillería para ir a la Guerra del Chaco, con el objetivo de defender a su país. Más tarde es trasladado a la aviación, cuya base es en Isla Po’i –más conocida como Comanchaco– donde el desafío por sobrevivir será grande.
En esa villa militar, Rogelio conoce a dos personas que serán trascendentes durante esta aventura: Carmelo, un excelente piloto de la aviación paraguaya quien será su compañero de vuelo del Potez 25, y Dolores, quien asume la identidad de “Manuel” para ir a la guerra disfrazada de hombre y estar con su hermano en la infantería.
En una misión de reconocimiento, la Fuerza Aérea Paraguaya es interceptada por aviones bolivianos, que derribó al primer avión paraguayo. Esto desencadena varios acontecimientos que pondrán a prueba la capacidad de supervivencia de los protagonistas.
La construcción de los personajes
Eliana González cuenta que le costó cerca de dos meses más o menos terminar el guión. “Lo que sí costó mucho es que, aparte de la historia de Carmelo (Peralta), Rogelio ( Etcheverry) y Rafael (Pabón), queríamos incluir muchos otras sucesos de la Guerra del Chaco: Nanawa, el bombardeo de Ballivian, muchos eventos que no están perfectamente delineados pero están basados en hechos históricos”, expresa.
Manifiesta que Dolores es una mezcla de Manuela Villalba y otras personas; es una mujer que se fue a pelear con sus hermanos. Considera que ella ganó mucho protagonismo con el paso del tiempo. “Me gusta mucho la dualidad de que es un personaje que puede pelear y es sensible a la vez. Nosotros no sabemos qué realmente llegó a hacer esa persona, pero me gusta imaginarme a ella en esa situación”, enfatiza.
“Con Rogelio estuvimos buscando la vuelta de quién realmente era, tenía un poco de miedo de decir que él era Rogelio Etcheverry, a esa persona real, que capaz no coincidía con lo que él era. Entonces ahora no es Rogelio Etcheverry, es Rogelio nomás, inspirado en él. El desarrollo de una historia implica que una persona tenga bajones y la memoria de una familia siempre es gloriosa, nadie quiere ver bajones. No queremos agregarle cosas negativas, pero se necesitan cosas negativas para crear momentos sensibles”, confiesa.
A su vez, Serrano valora que el largometraje tiene un 50% de realidad y otro 50% de fantasía. “Los personajes están inspirados en personas reales de la guerra, pero ese personaje tiene historia de diferentes personas reales. Para el efecto, consultamos a aproximadamente ocho historiadores y además de reuniones con descendientes de Estigarribia, de Etcheverry y de Peralta”, añade.
También se basaron en varios libros históricos y visitaron lugares como Toledo, Nanawa, Isla Po’i, Estigarribia, para sacar fotos y recoger informaciones.
Serrano explica además un poco de la psicología de uno de los personajes. “Rogelio se cuestiona ‘¿por qué estamos peleando contra nuestros hermanos?’, y ese es el mensaje que queremos dar: uno, que la guerra no se puede ganar solo, tu camarada es tu apoyo, dentro de la guerra, y otro, lo cruel que puede ser la guerra”, declara.
El objetivo de dejar un legado
El director general de la película reconoce que en este camino todos los días es un tire y afloje, pero así también han recibido mucho apoyo de la gente, inclusive la posibilidad de que el MEC declare el largometraje de interés educativo.
“Estamos encarando no solo como una película, sino como un proyecto que busca hacer cine, un museo digital, complementarse con libros, infografías, eventos, empresas educativas, editoriales; estamos abiertos a trabajar con estas empresas y hacer algo en conjunto que es lo más importante”, cuenta.
“Esta película no es a favor de la guerra, sino muestra lo cruel que es la guerra, y realmente en la Guerra del Chaco muchos no sabían por qué estaban peleando. Hay que demostrar que nosotros nos estábamos peleando contra nuestros hermanos bolivianos, porque nunca existió un odio de los bolivianos hacia nosotros ni de nosotros hacia ellos, fueron más bien cuestiones políticas y económicas que condujeron a la guerra”, concluye.