Los antónimos: absolutos, relativos y morfológicos

Una de las grandes habilidades que se debe tener es la capacidad de comunicarse tanto de forma oral como escrita; es decir, que se debe tener una gran amplitud y riqueza en el vocabulario, y precisamente esto lo da el conocimiento y la diversidad de las palabras que se conozca y que se use en un momento determinado. He allí donde el uso de estas palabras, como los antónimos, fomenta la riqueza del lenguaje.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2320
ABC Color

Un antónimo es aquel término cuyo significado es contrario al de otro.

Tipos de antónimos

Al igual que otros temas de nuestro amplio idioma, los antónimos cuentan con su propia clasificación. Esta se construye a partir de dos criterios distintos:

De acuerdo con el nivel de oposición entre los antónimos: absolutos y relativos.

Según su forma gramatical: antónimos morfológicos.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Antónimos absolutos

Los antónimos absolutos son aquellos cuya oposición es total.

Es decir, son absolutos porque el significado de uno es el opuesto del otro en una medida perfecta. Por ende, su contraste está presente en cualquier oración, sin importar el contexto.

Entre otras muestras de este primer tipo tenemos las siguientes:

Vivir – morir: estos dos términos son completamente opuestos debido a que el primero implica una vida, mientras que el segundo simboliza el fin de esa vida para siempre.

Subir – bajar: como en el caso anterior, las ideas se niegan entre sí. Y la prueba es que no se puede bajar y subir al mismo tiempo, así que son sinónimos absolutos.

Antónimos relativos

Los antónimos relativos son los que tienen una oposición parcial.

Se dice que tienen un carácter relativo porque no se oponen por completo. Por el contrario, el contexto o la oración en los que decidamos usarlos son los que les acaban dando el rango de antónimos.

Como muestra de este segundo tipo podemos tomar este par de palabras:

Oscuro–blanco: si bien el término «oscuro» nos hace pensar en el color negro, lo cierto es que su significado no es exactamente ese. En consecuencia, no es antónimo de «blanco», al menos no de manera completa.

Considerando lo anterior, debemos manejar con cuidado estos antónimos aplicándolos única y exclusivamente en enunciados o párrafos en los que quede clara la oposición.

Antónimos morfológicos

Los antónimos morfológicos son los que se crean añadiendo un prefijo a una palabra.

Recordemos que los prefijos son las partículas que, al ser colocadas en un término, modifican su significado. El cambio dependerá, lógicamente, del sentido de cada prefijo.

En el caso de los antónimos morfológicos existen siete prefijos que podemos utilizar.

Ejemplos:

A: gramatical–agramatical, simétrico–asimétrico.

Anti: arrugas–antiarrugas, héroe–antihéroe, virus–antivirus.

Des: afortunado–desafortunado, interesado–desinteresado.

Dis: gusto–disgusto, capacidad–discapacidad, funcional–disfuncional.

Contra: ofensiva–contraofensiva, peso–contrapeso.

In: comprensible–incomprensible, entendible–inentendible.

I: real–irreal, lógico–ilógico.

En cada ejemplo el prefijo es el que cambia el significado de la palabra original. Por consiguiente, se puede decir que estos antónimos son derivados, carac-terística que los distingue de los anteriores.

Aprende más

I. Clasifica las siguientes palabras

Horrible - lindo / Verdad-mentira / Indecente / Día-noche / Similar-Diferente / Deshacer

-Absolutos:

-Relativos:

-Morfológicos:

II. Elabora oraciones con las palabras anteriores

Enlace copiado