Día del Himno Nacional Paraguayo: versión completa

El Día del Himno Nacional Paraguayo se celebra el 20 de mayo. Esta fecha conmemora cuando el poeta uruguayo Francisco Acuña de Figueroa entregó la letra y partitura del himno al entonces presidente Carlos Antonio López.

Día del Himno Nacional Paraguayo
Día del Himno Nacional ParaguayoArchivo, ABC Color

El himno, que refleja el sentir del pueblo paraguayo, fue reconstruido por Remberto Giménez en 1933.

Lee la versión completa del Himno nacional y reconoce los valores y/o antivalores que encuentres en cada estrofa.

A los pueblos de América, infausto,

tres centurias un cetro oprimió,

mas, un día, soberbia surgiendo,

¡basta! dijo, y el cetro rompió.

Nuestros padres, lidiando grandiosos,

ilustraron su gloria marcial

y trozada la augusta diadema,

En alzaron el gorro triunfal.

Paraguayos, ¡República o muerte!

nuestro brío nos dio libertad,

ni opresores, ni siervos alientan

donde reinan unión e igualdad.

A partir de aquí la versión completa:

Nueva Roma, la patria ostentará

dos caudillos de nombre y valer,

que rivales, cual Rómulo y Remo,

dividieron gobierno y poder.

Largos años, cual Febo entre nubes

viose oculta la perla del sud,

hoy un héroe grandioso aparece

realzando su gloria y virtud.

Con aplauso la Europa y el mundo

la saludan, y aclaman también

de heroísmo baluarte invencible

de riquezas magnífico edén.

Cuando entorno rugió la discordia

que otros pueblos fatal devoró,

paraguayos, el suelo sagrado

con sus alas un ángel cubrió.

¡Oh!, cuán pura, de lauro ceñida,

dulce Patria te ostentas así:

en tu enseña se ven los colores

del zafiro, diamante y rubí.

En tu escudo que el sol ilumina,

bajo el gorro se mira el león.

Doble imagen de fuertes y libres,

y de glorias, recuerdo y blasón.

De la tumba del vil feudalismo

se alza libre la patria deidad.

¡Opresores, doblad la rodilla!

Compatriotas, ¡el Himno entonad!

Suene el grito, ¡República o Muerte!

Nuestros pechos lo exhalen con fe,

y sus ecos repitan los montes

cual gigantes poniéndose en pie.

Libertad y justicia defiende

nuestra patria; tiranos, ¡oíd!

De sus fueros la carta sagrada

su heroísmo sustenta en la lid.

Contra el mundo, si el mundo se opone,

si intentare su prenda insultar,

batallando vengar la sabremos

o abrazo con ella expirar.

Alza, oh Pueblo, tu espada esplendente

que fulmina destellos de Dios,

no hay más medio que libre o esclavo

y un abismo divide a los dos.

En las auras el Himno resuene,

repitiendo con eco triunfal:

¡A los Libres, perínclita gloria!

¡A la Patria, laurel inmortal!

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