El himno, que refleja el sentir del pueblo paraguayo, fue reconstruido por Remberto Giménez en 1933.
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Lee la versión completa del Himno nacional y reconoce los valores y/o antivalores que encuentres en cada estrofa.
A los pueblos de América, infausto,
tres centurias un cetro oprimió,
mas, un día, soberbia surgiendo,
¡basta! dijo, y el cetro rompió.
Nuestros padres, lidiando grandiosos,
ilustraron su gloria marcial
y trozada la augusta diadema,
En alzaron el gorro triunfal.
Paraguayos, ¡República o muerte!
nuestro brío nos dio libertad,
ni opresores, ni siervos alientan
donde reinan unión e igualdad.
A partir de aquí la versión completa:
Nueva Roma, la patria ostentará
dos caudillos de nombre y valer,
que rivales, cual Rómulo y Remo,
dividieron gobierno y poder.
Largos años, cual Febo entre nubes
viose oculta la perla del sud,
hoy un héroe grandioso aparece
realzando su gloria y virtud.
Con aplauso la Europa y el mundo
la saludan, y aclaman también
de heroísmo baluarte invencible
de riquezas magnífico edén.
Cuando entorno rugió la discordia
que otros pueblos fatal devoró,
paraguayos, el suelo sagrado
con sus alas un ángel cubrió.
¡Oh!, cuán pura, de lauro ceñida,
dulce Patria te ostentas así:
en tu enseña se ven los colores
del zafiro, diamante y rubí.
En tu escudo que el sol ilumina,
bajo el gorro se mira el león.
Doble imagen de fuertes y libres,
y de glorias, recuerdo y blasón.
De la tumba del vil feudalismo
se alza libre la patria deidad.
¡Opresores, doblad la rodilla!
Compatriotas, ¡el Himno entonad!
Suene el grito, ¡República o Muerte!
Nuestros pechos lo exhalen con fe,
y sus ecos repitan los montes
cual gigantes poniéndose en pie.
Libertad y justicia defiende
nuestra patria; tiranos, ¡oíd!
De sus fueros la carta sagrada
su heroísmo sustenta en la lid.
Contra el mundo, si el mundo se opone,
si intentare su prenda insultar,
batallando vengar la sabremos
o abrazo con ella expirar.
Alza, oh Pueblo, tu espada esplendente
que fulmina destellos de Dios,
no hay más medio que libre o esclavo
y un abismo divide a los dos.
En las auras el Himno resuene,
repitiendo con eco triunfal:
¡A los Libres, perínclita gloria!
¡A la Patria, laurel inmortal!