Orígenes y rituales prehistóricos
Desde la prehistoria, las evidencias arqueológicas sugieren que la danza era una práctica esencial en diversas ceremonias y rituales.
En cuevas paleolíticas se han encontrado pinturas que representan figuras humanas en lo que parece ser una danza ritual. Estas danzas estaban íntimamente ligadas a ceremonias religiosas, dedicadas a dioses o espíritus, y solían ser parte de ritos de caza y fertilidad.
La danza ritual era tanto un acto comunitario como una expresión espiritual, conectando a los participantes con fuerzas naturales y sobrenaturales. Ritualizaba la vida cotidiana, marcando eventos como el nacimiento, la muerte y los cambios estacionales.

La danza en civilizaciones antiguas
Con el desarrollo de las civilizaciones antiguas, como las de Egipto, Grecia y Roma, la danza comenzó a adquirir un carácter más estructurado y teatral. En Egipto, se representaba a menudo en tumbas y templos como parte de ceremonias religiosas y festivales. Las danzas en honor a dioses como Hathor, la diosa de la música y la danza, eran comunes.
En Grecia, la danza se integró en el teatro, y se utilizaba en las tragedias y comedias para contar historias y expresar emociones intensas. Los romanos, por su parte, adoptaron y adaptaron la danza griega, usándola en festividades públicas y celebraciones militares.

Edad Media y Renacimiento
Durante la Edad Media, la danza sobrevivió principalmente en forma de danzas folclóricas y religiosas, a menudo asociadas con festivales y celebraciones comunitarias. Sin embargo, la postura de la Iglesia hacia la danza era ambivalente, considerándola a veces una distracción pecaminosa.
El Renacimiento marcó un renacer de la danza en Europa, con la creación de las primeras danzas cortesanas. Las danzas como la pavana y la gallarda se hicieron populares en las cortes reales, y la danza comenzó a ser vista como una habilidad social indispensable.

Siglos XVII a XIX: nacimiento del ballet
El siglo XVII vio el nacimiento del ballet, inicialmente en las cortes de Francia e Italia. El ballet, con sus movimientos estilizados y narrativas dramáticas, se convirtió en una forma de arte elevado bajo el patrocinio de monarcas como Luis XIV de Francia.
Durante el siglo XIX, figuras como Marie Taglioni y Marius Petipa elevaron aún más el arte del ballet, consolidando sus técnicas y estéticas.

Siglo XX: danza moderna, contemporánea y urbana
El siglo XX trajo consigo una revolución en la danza con la irrupción de la danza moderna. Pioneros como Isadora Duncan, Martha Graham y Merce Cunningham desafiaron las convenciones rígidas del ballet, buscando una expresión personal más libre y auténtica.
La danza contemporánea continuó esta evolución, explorando nuevas técnicas y colaboraciones interdisciplinares.
Paralelamente, el fenómeno de la danza urbana comenzó a emerger, con estilos como el jazz, el hip-hop y el breakdance ganando prominencia mundial. Estas formas urbanas expresan las experiencias culturales únicas de comunidades urbanas, reflejando frecuentemente temas de identidad, resistencia y comunidad.
Lea más: Día Internacional de la Danza. Historia de la danza y sus beneficios para el cuerpo y la mente