Cuando Uther Pendragon era rey de toda Inglaterra, el poderoso duque de Tintagel, en Cornualles, se rebeló contra él.
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Tras una larga serie de batallas, el rey Uther propuso una tregua, y el duque acudió con su esposa Igraine a parlamentar con el rey y reconciliarse con él.
En cuanto la vio, el rey Uther quedó prendado de Igraine, pero esta no le hizo caso y le dijo a su marido:
—Parece que nos han hecho venir aquí solo para deshonrarnos. Vámonos enseguida. Si cabalgamos toda la noche, estaremos a salvo en nuestro castillo al amanecer.
Antes de que el rey y sus cortesanos se dieran cuenta, el duque y su esposa huyeron sigilosamente del palacio. Al descubrirlo, Uther se puso furioso y envió mensajeros para exigir que volvieran, amenazándoles con la guerra si se negaban. En lugar de obedecer, el duque preparó su castillo para la guerra y, dejando allí a su esposa se trasladó con sus guerreros a otro castillo, el de Terrabil.
Uther y sus hombres pusieron sitio al castillo de Terrabil, y cada día los hombres del duque salían a luchar contra los del rey, y ambos bandos sufrieron muchas bajas en los combates. Pero el duque no se rendía y el tiempo pasaba. El amor de Uther por Igraine se hizo tan fuerte que el rey cayó enfermo.
—Nada podrá curarme, tan enfermo me tienen la ira y el amor que siento —les dijo a sus caballeros.
Ahora bien, en aquellos tiempos vivía un poderoso mago llamado Merlin, y los hombres de Uther decidieron que solo él podía curar al rey. Un caballero se dirigió en su busca y, por un camino del bosque, encontró a un viejo mendigo.
—¿A quién buscas? —preguntó el mendigo.
—Eso no es asunto tuyo —respondió el caballero.
—Yo sé a quién vas buscando —dijo el mendigo—. Buscas a Merlín, y ese soy yo. Si el rey Uther promete darme lo que yo le pida, yo le conseguiré lo que su corazón desea.
—El rey no te negará nada razonable —prometió el caballero. Entonces Merlín le dijo que se adelantara con la noticia, y que él iría sin tardar mucho.
El caballero cabalgó lo más aprisa que pudo, pero cuando llegó con su mensaje, encontró que Merlín ya le estaba esperando.
Entraron juntos a ver al rey Uther.
—Sé lo que ocurre en tu corazón —dijo Merlín. Tú concebirás un hijo con Igraine. Cuando el niño nazca, me lo daréis para que yo lo críe. Esto será bueno para tu honor y para el niño mismo.
—Se hará como tú dices —dijo el rey, jurando sobre la Biblia.
—Entonces prepárate, pues esta misma noche estarás con Igraine en el castillo de Tintagel.
Llevarás la apariencia del duque, su esposo, y yo iré contigo, bajo la forma de uno de sus hombres.
Pero habla lo menos posible: di que estás enfermo y no salgas de la cama hasta que yo vaya a buscarte por la mañana.
Inmediatamente, el rey salió de su tienda frente al castillo de Terrabil y se dirigió a Tintagel. El duque, que observaba desde las almenas, decidió que era un buen momento para atacar. Al caer la noche, salió del castillo con sus hombres y, en la batalla que se entabló, el duque murió y sus tropas fueron derrotadas.
Mientras tanto el rey Uther viajaba a Tintagel, donde llegó con la forma del duque, que llevaba ya tres horas muerto. Aquella noche durmió con Igraine y a la mañana siguiente se marchó temprano, siguiendo las instrucciones de Merlín. Poco después llegó al castillo un mensajero con la noticia de que el duque había muerto la noche anterior. Al oirlo, Igraine se dio cuenta de que había dormido con un extraño, pero se guardó sus dudas para sí misma y no dijo nada de lo que había sucedido.
Sobre el libro
Título: Colección trotamundos
Editorial: ARRAYAN