Prevenir este aislamiento requiere comprender las causas que lo originan y aplicar estrategias educativas y familiares orientadas a la inclusión, la empatía y el acompañamiento emocional.
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1. Causas que contribuyen al aislamiento social en niños con altas capacidades
El aislamiento social en los niños con AACC puede tener múltiples causas, tanto internas como externas. En primer lugar, las diferencias cognitivas y emocionales respecto a sus pares suelen generar una sensación de «ser distintos».
En el ámbito escolar, la falta de identificación o comprensión por parte de los docentes puede contribuir al aislamiento. Cuando no se reconocen las necesidades específicas de estos estudiantes, pueden aburrirse, mostrar desmotivación o incluso comportamientos disruptivos. Por otro lado, algunos niños con altas capacidades presentan una elevada sensibilidad emocional y moral. Pueden sentirse frustrados ante la injusticia, la falta de lógica o los conflictos entre compañeros, lo que los lleva a evitar situaciones sociales que perciben como negativas.
El entorno familiar puede influir de manera significativa. La sobreprotección, el exceso de exigencia o la falta de espacios para compartir emociones pueden limitar las oportunidades del niño para desarrollar habilidades sociales y autonomía. Si el hogar no fomenta el equilibrio entre el desarrollo intelectual y el emocional, el riesgo de aislamiento se incrementa.
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2. Estrategias para prevenir el aislamiento social en niños con altas capacidades
La prevención del aislamiento social debe comenzar con el reconocimiento y la aceptación de la diversidad. El primer paso es identificar tempranamente las altas capacidades mediante evaluaciones psicopedagógicas y brindar al niño un entorno que valore sus talentos sin descuidar su bienestar emocional.
En el contexto escolar, es fundamental promover prácticas inclusivas que integren a los niños con AACC en actividades cooperativas y significativas. El aprendizaje basado en proyectos, los grupos heterogéneos y la tutoría entre pares son estrategias efectivas para fomentar la interacción social y el trabajo en equipo. Los docentes deben recibir formación sobre las características socioemocionales de estos alumnos, de modo que puedan mediar los posibles conflictos y ofrecer apoyo empático.
El desarrollo de la inteligencia emocional es otro pilar esencial. Enseñar a los niños con altas capacidades a reconocer, expresar y regular sus emociones los ayuda a comprender las de los demás y a establecer vínculos más saludables. Los programas de educación emocional y las actividades de dramatización o debate pueden fortalecer estas competencias.
Las familias cumplen un rol central en la prevención del aislamiento. Fomentar la comunicación abierta, ofrecer espacios de ocio compartido y evitar la sobreexigencia son claves para que el niño se sienta aceptado tal como es.
Finalmente, es importante promover entornos flexibles donde la curiosidad y la diferencia sean vistas como un valor, no como un obstáculo. Un niño con altas capacidades que se siente comprendido, escuchado y acompañado podrá desarrollar su potencial en armonía con los demás, sin necesidad de aislarse para proteger su identidad.
Fuentes: • LÓPEZ GARZÓN, J. Didáctica para los alumnos con altas capacidades. Editorial Síntesis. Madrid, Espclase,
• GÓMEZ, MA. T. Altas Capacidades en Niños y Niñas. Detección, identificación e integración en la escuela y en la familia. Editorial Narcea. 2011. Madrid, España.
• AROCAS SANCHÍS, E. Altas capacidades intelectuales. Programas de enriquecimiento curricular. Editorial CEPE. 2012. Madrid, España
•ALEGRÍA, R. Y OTROS. A mí no me parece. Casos prácticos para comprender la alta capacidad. Ediciones Parainfo. Madrid. España. 2015.
