Talleres
Se orientan a la producción de un producto para la acción, el propósito es la elaboración de un proyecto o propuesta entre todos los participantes (Davini, 2015).
Es recomendable que el taller se organice con pocos participantes (entre seis y doce personas) y se planifiquen para durar de dos a tres horas de trabajo. Estas condiciones permiten que circule la palabra con facilidad, se establezca un buen clima de trabajo y se llegue a producir algo concreto antes de finalizar el encuentro.
El tema de un taller se anuncia con anticipación y puede participar al igual que en los seminarios algún especialista externo que aporte un saber específico y valioso.
Lea más: Estrategias y dispositivos centrados en la interacción de los participantes (Parte 1)
Los talleres de producción de materiales didácticos son un buen ejemplo de este dispositivo, donde los docentes orientan su participación a resolver distintas tareas.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Para este dispositivo el formador tiene que estar actualizado en metodologías de enseñanza, planificación y evaluación de las propuestas que se elaboran en el grupo.
Los aportes teóricos constituyen otro componente valioso que pueden enriquecer la producción y elaboración de los participantes.
Ejemplo
El mentor facilita información sobre software libre que se utilizan para la enseñanza de las ciencias sociales en el aula. Cada pequeño grupo recibe un recorte de contenidos curriculares específicos y debe diseñar una actividad de aula, definiendo qué software es adecuado para su abordaje.
Cada grupo recibe una secuencia de actividades y debe diseñar una mejora a la propuesta que puede ser: reescribir las consignas, modificar la secuencia, quitar o agregar actividades, sugerir el uso de materiales diversos, vincular la secuencia al uso de las TIC, etc., agregando una estrategia de evaluación final. Todas las decisiones tomadas deben quedar registradas y fundamentarse.
Se presenta la técnica japonesa del kamishibai (o teatro de papel) como estrategia milenaria para la narración oral de cuentos a niños y adolescentes. Con ayuda del mentor y de diferentes tutoriales disponibles en la web, los grupos trabajan sobre: la construcción material de su kamishibai (en cartón o madera), la selección de un cuento infantil, la adaptación del cuento infantil al formato de imágenes —definiendo la secuencia adecuada, cantidad de imágenes necesarias, relatoría que acompaña cada imagen, etc.—, y el ensayo de la presentación. Se estima que esta propuesta requiere al menos tres encuentros presenciales antes de la muestra final.
Ateneos didácticos
- Se enfocan en la discusión informada sobre un caso, al igual que los ateneos médicos, utilizados frecuentemente en el campo de la salud.
- El elemento central del ateneo es la discusión entre los participantes del caso y las razones que fundamentaron las decisiones o acciones que se siguieron en la práctica, las dificultades encontradas y los resultados alcanzados.
- Se diferencia de los talleres porque el caso que se aborda constituye un buen ejemplo de problemas de enseñanza y de aprendizaje de los alumnos.
- Se articula en torno a dos procesos centrales y diferenciados: el análisis de un caso que se relata y la elaboración de propuestas alternativas para explorar en las aulas.
- Ambos momentos se llevan a cabo sobre un eje de problematización didáctico.
- Este dispositivo requiere que el coordinador (tutor / mentor) tenga: capacidad de escucha y posibilidad de realizar señalamientos oportunos.
Fuente: - PONCE CEBALLOS, S., GARCÍA - CABRERO, B., ISLAS CERVANTES, D., MARTÍNEZ SOTO, Y. (2018) De la tutoría a la mentoría. Reflexiones en torno a la diversidad del trabajo docente.