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Tradicionalmente, la superdotación se concebía como una característica fija y unidimensional, centrada principalmente en un alto coeficiente intelectual. Sin embargo, en las últimas décadas, esta visión ha evolucionado hacia modelos más integradores y dinámicos, que reconocen la existencia de múltiples formas de expresión del talento y la inteligencia. Desde esta perspectiva, la alta capacidad se entiende como un fenómeno multidimensional, influido por factores cognitivos, creativos, emocionales, sociales y ambientales. Esto implica que la identificación debe ir más allá de una prueba de inteligencia aislada y contemplar diferentes fuentes de información.
En este sentido, el profesorado es un agente clave para iniciar o apoyar el proceso de detección. Su papel comienza con la observación sistemática del comportamiento del alumno en contextos naturales de aprendizaje. Algunos indicadores que pueden llamar la atención son: una gran curiosidad intelectual, rapidez para aprender, pensamiento divergente, sensibilidad emocional, liderazgo, sentido del humor avanzado, creatividad y una profunda capacidad de concentración cuando se trata de temas de interés.
Además de observar, el docente puede emplear instrumentos como listas de verificación, escalas de valoración y cuestionarios para recoger información sobre el rendimiento y el comportamiento del alumno. Es fundamental que esta tarea se realice con una actitud abierta, sin prejuicios ni expectativas estereotipadas sobre cómo debe ser un niño con altas capacidades. Muchos de estos alumnos no destacan en todos los ámbitos ni tienen por qué obtener calificaciones elevadas; de hecho, algunos pueden presentar desmotivación, bajo rendimiento o dificultades de adaptación social si sus necesidades no son atendidas.
El docente también tiene la responsabilidad de comunicar sus observaciones al equipo de orientación y a las familias, favoreciendo un enfoque colaborativo en el que se compartan distintas miradas sobre el desarrollo del niño. Esta coordinación permite tomar decisiones informadas sobre la conveniencia de realizar una evaluación psicopedagógica más profunda, así como implementar estrategias diferenciadas dentro del aula mientras se avanza en el proceso de identificación formal.
Fuentes: - GÓMEZ, MA. T. Altas Capacidades en Niños y Niñas. Detección, identificación e integración en la ESCUELA Y EN LA FAMILIA. EDITORIAL NARCEA. 2011. MADRID, ESPAÑA.
- AROCAS SANCHÍS, E. Altas capacidades intelectuales. Programas de enriquecimiento curricular. Editorial CEPE. 2012. Madrid, España.