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Uno de los elementos que se vuelve a utilizar es el cobalto, el cual es esencial para las baterías.
La serie Galaxy S24 fue la primera gama de dispositivos Samsung en incorporar baterías con cobalto reciclado.
Por este motivo, la firma coreana decidió dar un paso más al utilizar cobalto de baterías de dispositivos Galaxy usados y baterías desechadas para el proceso de fabricación de la serie S25.
Para ello Samsung creó la Cadena de Suministro Circular de Baterías, la cual cuenta con socios de ideas afines, quienes ayudan en las distintas fases del proceso de recuperación del cobalto de las baterías usadas, dándoles una segunda vida que alimenta a los Galaxy S25.
El proceso comienza con la recopilación de teléfonos inteligentes usados, ya sean Galaxy o de otras firmas, los cuales son obtenidos mediante programas como trade-in o Eco Canje.
Las baterías se desmontan, descargan y trituran cuidadosamente para recuperar el cobalto de forma segura.
Seguidamente, los fragmentos triturados se procesan hasta obtener una “masa negra”, una mezcla de polvo que contiene cobalto y otros metales.
La masa negra pasa por un procesamiento adicional para extraer cobalto, que se utiliza para producir material catódico, un componente esencial de las baterías de los teléfonos inteligentes.
El cobalto restante se somete a la etapa final del proceso de fabricación de la batería, convirtiéndose en parte de las nuevas baterías de la serie de Samsung Galaxy S25 en un 50%.