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Nacimiento del “club con nombre y apellido”
En su página oficial, el único “club con nombre y apellido”, Nacional querido, presenta la historia que refiere que un entusiasta grupo de 17 adolescentes quinceañeros, compañeros del Colegio Nacional de la Capital, que venían jugando desde 1903 en la Plaza de Armas (actual plaza del Congreso) con Olimpia, Guaraní y otros equipos ganando varias copas y medallas, deciden fundar el 5 de junio de 1904 un club para canalizar su afición al incipiente deporte introducido por el holandés William Paats.
Reunidos bajo el añoso yvapovõ, de Brasil y avenida Colombia (actualmente Mariscal López), vieron la luz del sol y encantados del vivir echaron a andar sus rutas de alegres caminantes del deporte dejando a su paso virtuoso, ilusionados con una senda luminosa de goles, luces y colores.
Fue electo primer presidente Víctor Paredes Gómez y como se olvidaron de ponerle nombre al club, días después se deciden por Nacional FC, en homenaje a la prestigiosa sede educativa de la capital del país.
Sedes en las que se forjaron el camino académico
La primera cancha usufructuada por Nacional como propia fue la quinta de Higinio Uriarte, en Tacumbú. A partir del 1 de junio de 1906 pasó a la quinta del Dr. Guillermo Stewart, ubicada en Salinares (hoy Perú) casi España.
El 25 de setiembre de 1949 fue inaugurado el estadio Arsenio Erico, popularmente conocido como La Visera, construido mediante los 75.000 pesos de la transferencia de José “Mariscal” Ocampos al Racing de Argentina en 1948. El coliseo, ubicado en barrio Obrero, fue construido con hierro inglés y cemento estadounisense. Arsenio Erico izó la enseña patria, bajo la presidencia de Luis Fontclara.
Arsenio Erico, el tricolor más ilustre
Arsenio Pastor Erico Martínez, considerado el mejor futbolista de la historia del Paraguay, nació en Asunción el 30 de marzo de 1915. Debutó en la Primera de Nacional a los 15 años. Entre 1934 y 1946, el apodado “Saltarín Rojo” desarrolló en Argentina una gran carrera en el Independiente de Avellaneda, del cual es uno de los más grandes ídolos, marcando 295 goles, transformándose en el máximo goleador del fútbol del vecino país. En 1949, con 34 años y con la rodilla derecha dañada, Erico retornó a la Academia para cumplir la doble función de jugador y director técnico de la entidad alba.
Una inolvidable campaña internacional
En el 2014, Nacional sorprendía al mundo del fútbol al llegar hasta la instancia cumbre de la Copa Libertadores.
En la fase de grupos, los dirigidos por Gustavo Morínigo culminaron en el segundo lugar, con 8 puntos, por detrás de Atlético Mineiro (12) y por delante del Zamora de Venezuela (7) y Santa Fe de Colombia (5).
En octavos de final, la Academia eliminó a Vélez Sarsfield, en cuartos dejó en camino al también argentino Arsenal, en semifinal apartó a Defensor Sporting de Uruguay. En la ajustada final perdió contra San Lorenzo en Argentina 1-0, luego del 1-1 registrado en Asunción.