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“Crear a mi Churchill no fue una decisión tan obvia. Al comienzo, me resistí, y no solo por ser uno de los mayores iconos británicos, sino por el hecho de que otros grandes actores han vestido sus ropas anteriormente: Richard Burton, Albert Finney, Robert Hardy. ¿Quién soy yo?”, dijo Gary Oldman en una entrevista en el Festival de Toronto.
Luego el actor británico señaló que su fuente central fue “lo que había de Churchill en carne y hueso preservado en archivo. Ese brillo en los ojos, una cierta malicia, es lo que quería llevar a la pantalla”.
En el filme, Gran Bretaña enfrenta su hora más oscura a medida que se avecina la amenaza de la invasión. A medida que avanzan las aparentemente imparables fuerzas nazis, y con el ejército aliado arrinconado en las playas de Dunkerque. El destino de Europa occidental depende del liderazgo de Churchill. Mientras maniobra a sus rivales políticos, debe enfrentar la elección definitiva: negociar con Hitler y salvar a los británicos a un costo terrible o unir a la nación y luchar contra probabilidades increíbles.