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CURUGUATY, Dpto. de Canindeyú (Alberto Núñez, corresponsal). Las intensas precipitaciones que se registraron durante la Semana Santa en este distrito dejaron varias secuelas. Los caudalosos raudales que se formaron destruyeron los caminos vecinales de terraplén.
Uno de los trayectos más perjudicados por el fenómeno natural fue el que une las localidades de Naranjaty y Ybycuí. Una parte de este tramo desapareció y en su lugar quedó un enorme pozo que amenaza con extenderse.
A escasos metros del buraco, hace aproximadamente cuatro meses, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) inauguró un moderno puente metálico. Esta obra costó alrededor de G. 700 millones.
La inauguración fue aplaudida por los pobladores porque les sacaba del aislamiento. Sin embargo, la preocupación vuelve a surgir porque la erosión podría extenderse en cualquier momento y el camino sería nuevamente clausurado dejando a los lugareños sin salida.
“Desde hace un tiempo la vía empezó a desmoronarse, pero con la última lluvia empeoró considerablemente porque se formó una gran zanja en uno de los costados. El pozo tiene unos seis metros de profundidad y se extiende hacia la ruta, por lo que urge la reparación”, expresó el poblador de la zona, Roberto Mendoza.
Indicó que para evitar algún accidente colocaron pedazos de maderas con cintas reflectivas y así alertar a los que circulan por la zona, “principalmente en horas de la noche porque el camino no cuenta con iluminación”, señaló.
Por otro lado, el poblador denunció que personas inescrupulosas que transitan por la zona también aprovechan el pozo para arrojar sus basuras causando un olor nauseabundo. En ese sentido, instó a la gente a ser más consciente porque los residuos taponan las canaletas y dificultan el paso de los raudales.
Por su parte, el jefe de distrito XIV del MOPC, el ingeniero Jorge Hernández, expresó que ya visitó la zona y espera esta semana conseguir los materiales con los vecinos para cargar el pozo.
Más de 1.500 familias
El ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, había participado de la inauguración del puente metálico. En la ocasión, se destacó que más de 1.500 familias saldrían de aislamiento con la obra. Sin embargo, los pobladores están preocupados ante el inminente aislamiento porque en caso de registrarse nuevas lluvias, la erosión se extendería más.