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Los ocupantes construyen en la franja de dominio público para utilizarlo como un sitio privado y cobran entrada para el acceso.
Los vecinos del lago Acaray denunciaron que las construcciones siguen en las casas y quinchos. Además de la colocación de cercas, a orillas del recurso hídrico. Pese a que los responsables de la comuna habían afirmado que estos serían desalojados ya en febrero del año pasado, los ocupantes siguen adueñándose del espacio público.
Durante el verano los ocupantes se dedican a cobrar la suma de G. 5.000 y G. 10.000 para ingresar a disfrutar del recurso natural.
En febrero de este año, el jefe de Área Urbana de la Municipalidad de Ciudad del Este, Pedro Duarte había dicho que los ocupantes fueron notificados por la institución y que debían abandonar el lugar en 48 horas. Pese a estas afirmaciones, las vallas siguen instaladas en el lugar al igual que las casas.
Intentamos comunicarnos con Duarte para conocer su versión al respecto, pero no atendió a nuestras llamadas.