Fiscalía investigará al exintendente de Juan E. O’Leary, Francisco Amarilla

La Contraloría General de la República presentó ante la fiscalía el resultado de la auditoría a la gestión del exintendente de Juan E. O’Leary Francisco Amarilla (PLRA), que menciona una presunta la malversación de G. 700 millones durante el primer semestre del 2010. El fiscal Hugo Vázquez se encargará de la investigación.

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JUAN E. O’LEARY (Marti Bogado Villalba, corresponsal). La contraloría General de la República remitió la semana pasada a la fiscalía de Yguazú el resultado de la auditoría realizada a la administración del exintendente de O’Leary, Francisco Amarilla (PLRA) por supuesta malversación de unos G. 700 millones. El fiscal Hugo Vázquez será el encargado de la investigación de presunto delito económico de Amarilla.

Según la Contraloría existe elementos suficientes para investigar al exintendente por lesión de confianza.

Francisco Amarilla fue intendente desde noviembre del 2006 hasta agosto del 2010, cuando renunció. El entonces presidente de la Junta Municipal, Ignacio Raúl Acosta culminó su periodo municipal.

Según el informe de la Contraloría, las obras ejecutadas durante su gestión no llenan los requisitos de las especificaciones técnicas y hay diferencia entre el valor de las obras realizadas y lo que declaró Amarilla como ejecutado. (Ver infografía)

El examen señala que las fiscalizaciones realizadas fueron insuficientes puesto que se llegaron a pagar en la construcción de varios puentes montos exorbitantes. Sólo en los dos puentes (barrio San Pablo y Takuaro) la diferencia llega a los G. 41.852.300.

Estos puentes fueron construidos por la administración Amarilla, utilizando dinero que la Itaipú Binacional había destinado para la construcción de un polideportivo. La Junta Municipal había aprobado, por la vía de la excepción la utilización del dinero en otras construcciones.

La empresa encargada de ambas obras fue la Constructora El Progreso de Agustín Barreto.

También se detectaron varias obras “fantasmas” entre los que se destacan el pago de G. 20 millones por la culminación de la muralla del cementerio municipal. Esta obra nunca se ejecutó. Mientras que la primera parte realizada presenta serias falencias, incluso en varios sectores la obra ya colapsó por la utilización de material de segunda. Otra de las irregularidades fue la sobrefacturación de la construcción de empedrado de las calles Palma y Acosta Ñu y el Polideportivo Municipal.

Al respecto intentamos conversar con Amarilla, pero no atendió su teléfono.

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