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SALTO DEL GUAIRÁ (Rosendo Duarte, corresponsal). Tres personas perdieron la vida el pasado 30 de enero en esta localidad, luego de que la embarcación que utilizaban volcara en aguas del río Paraná.
Los fallecidos fueron José Adolfo Leiva, de 24 años; Juan Carlos Riquelme, de 53 años, y Carlos Miguel Riquelme, oriundos de la zona.
El hecho ocurrió a las 15:00 aproximadamente, pero la denuncia fue presentada por dos sobrevivientes recién por la noche a las 20:00 de ese día.
Según los testimonios, cinco personas estaban pescando a orillas del Paraná, a la altura del Arroyo Gasory, momento en que se vino una fuerte lluvia.
Los ocupantes decidieron regresar a sus casas, pero cuando estaban de vuelta el temporal se volvió más fuerte y decidieron parar la embarcación y atarla a un tronco.
Sin embargo, el viento hizo que el bote volcara y sus ocupantes cayeran al agua siendo arrastrados por la corriente.
Los dos sobrevivientes lograron salir con vida al sujetarse de un tronco. Estuvieron flotando en medio de las aguas durante casi tres horas.
A pesar de la conmoción de la tragedia, la irresponsable práctica de pasear en lanchas y jet ski por las aguas del caudaloso río continúa sin ningún tipo de control ni utilización de equipamientos de seguridad.
Según los responsables de la Subárea Naval Canindeyú, tras el trágico suceso se inició una campaña de concienciación sobre el uso de salvavidas y otras exigencias para navegar el río.
Sin embargo, a juzgar por lo observado durante el último fin de semana, el trabajo no resultó.
“De ahora en más vamos a intensificar los controles y nadie podrá acceder al río sin los equipamientos de seguridad que exige la ley”, expresó el teniente de Navío Víctor Cardozo, segundo comandante del Área Naval Canindeyú.
Cardozo dijo que la gente no colabora y hasta son prepotentes cuando se les exige contar con salvavidas.
De acuerdo a los datos, la muerte de pescadores, pilotos de lanchas que llevan mercaderías de contrabando hacia el Brasil y bañistas, son frecuentes en las aguas del río Paraná, en la zona de Salto del Guairá.
En todos los casos, la imprudencia y la falta de exigencia de equipamientos por parte de la Marina es la principal causa de los percances.