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Para algunos, estos resultados no son considerados estéticamente satisfactorios, y para este tipo de pacientes con elevada expectativa estética, ahora existe otra alternativa, que se llama “técnica lingual”.
Esta técnica permite ajustar los brackets a la cara interna de los dientes de manera que no se aprecia desde el exterior.
El efecto es el mismo que el producido cuando se utiliza la técnica de brackets normal, con la única diferencia de que la fuerza se ejerce desde el lado opuesto.
Lo brackets linguales actuales se diferencian de los anteriores brackets linguales convencionales por su diseño muy plano, con dimensiones reducidas. Apenas perceptibles por los pacientes, proporcionan mayor confort, con mínimo impacto en la posición de la lengua y el habla.
Algunas de las ventajas que ofrece esta técnica estética son las siguientes:
* Evaluar el progreso del tratamiento es fácil para el paciente; se pueden observan los cambios en los dientes directamente sin interposición del aparato.
* No hay daño en el esmalte y no lo decolora, porque los brackets están sujetos por la parte interna de los dientes.
* Es ideal para personas que requieran un especial cuidado de la imagen (ejecutivos, modelos, profesionales estéticos).
* Se puede realizar de forma simultánea restauraciones estéticas, por ejemplo de los bordes de los dientes frontales, o blanqueamiento dentario.
* Nunca se suspende la fuerza, lo cual hace que el sistema sea óptimo y se pueda observar los cambios en poco tiempo. Ocurre gracias a las fuerzas continuas generadas, y por ser brackets autoligables no necesita cambiar gomitas.
* La molestia es mínima ya que la nueva tecnología utilizada proporciona brackets linguales extremadamente planos; esto le permite una adaptación mucho más fácil y rápida.
Para ciertos casos, es favorable esta técnica; por lo tanto, es importante la evaluación de cada caso. Se logra un correcto diagnóstico del tipo de malaoclusión, con estudios radiográficos, registros de modelos y montaje en articulador, estado de la articulación temporomandibular (ATM), entre otros, son necesarios para recomendar la utilización de esta técnica.
* Odontóloga, especialista en ortodoncia y diplomada en disfunciones craneomandibulares y dolor facial por la Universidad de Andrés Bello, Chile.