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La Lic. Claudia Viola, psicóloga, indica que “los nervios se generan por cualquier situación que hace sentir a la persona que perdió el control sobre dicho suceso”.
Agrega que “cuando se atraviesa por un problema o un hecho que no se puede resolver fácilmente, que escapa de las posibilidades o que genera conflictos internos por dificultades no superadas, la persona se siente vulnerable y reacciona, por ejemplo, se pone a la defensiva y hasta incluso utiliza la agresividad para responder y tratar –de esa manera– de tomar control nuevamente de la situación”.
“Un partido de fútbol, la inseguridad, la falta de trabajo, el estado económico o el mal de amores son situaciones que tienen gran efecto en las personas y hacen que los resultados no dependan de una sola, por lo tanto, podría ocurrir que esa sensación de descontrol genere nervios”, resalta.
Aconseja la profesional que “dominar los nervios es un ejercicio constante y que no se puede lograr de la noche a la mañana. Implica, en un primer momento, tomar conciencia de qué situaciones provocan nervios y qué devuelven la calma. Por lo tanto, el ejercicio o la realización de todo aquello que trae calma ayuda a que en momentos de tensión la persona pueda poner en práctica el control”.
Afirma que “existen diferentes maneras de canalizar los nervios, por ejemplo, con el absoluto silencio, ya que todo problema tiene solución. Si partimos de esta premisa obtendremos pocos nervios y, por el contrario, nos ocuparemos de encontrar la mejor solución posible a través de la creatividad y las herramientas personales que tengamos, como: empatía, asertividad, resiliencia, etc.”.
“Tener momentos en los que la persona pueda distenderse, olvidarse de aquello que le supera, que no puede controlar o que le hace sufrir, ayuda a liberarse de esa carga e inclusive encamina a mirar desde otro ángulo el problema. Muchas veces cuando se piensa que una situación ya no tiene solución y por un momento se deja de lado y se centra la atención en lo que agrada, relaja o divierte, llega al pensamiento la mejor forma de resolver aquello que tanto aflige. Además está comprobado que realizar actividades físicas y recreativas hace que el cerebro humano funcione óptimamente.
Recurrir a un profesional
La Lic. Viola destaca que “cuando los nervios y el estrés llegan a un punto límite es necesario acudir a un profesional de la salud emocional (y a veces física) para encarar la situación”.
“Cuando los problemas, las preocupaciones o los nervios hacen que la persona tenga dificultades en el sueño (insomnio), falta de apetito, pérdida de peso, dolores de cabeza, de espalda, de articulaciones, problemas estomacales o presión alta, será necesario recurrir a un profesional médico que realice un tratamiento corporal, acompañado de un psicólogo que pueda ayudar a afrontar la situación”, indica.
darzamendia@abc.com.py