La terapeuta explica que muchas veces se confunde el propósito de la estimulación, y así muchos bebés y niños pequeños son expuestos a actividades que lo sobreestimulan, lo cual puede ser perjudicial. “Nunca debemos forzar o saltar etapas; cada niño tiene necesidades específicas y diferentes que debemos respetar y acompañar. Vivir en un entorno familiar sano y amoroso, con personas de diferentes edades, en un espacio acondicionado para que el bebé explore y ponga a prueba sus nuevas habilidades, de motricidad o del lenguaje, es suficiente estimulación para el primer año de vida”, puntualiza.
Entorno amoroso
La licenciada Patricia Ruiz Díaz Meza, psicóloga clínica de Pachamama, señala que “una de las actividades que mejor vínculo crea y más estimula al bebé desde el aspecto físico y de desarrollo neuronal hasta el aspecto emocional, es la lactancia
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