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La exposición a los fuertes rayos solares pueden tener efectos nocivos para la piel, y también para los ojos. Los adolescentes y adultos jóvenes deberán tener especial cuidado con los daños ocasionados por las radiaciones.
La Dra. Miriam Cano, oftalmóloga, indica que “es necesario protegerse de los rayos solares, pues transmiten radiación ultravioleta, nociva para la piel y los ojos. En general se cuida más la piel porque tiene mayor extensión y su alteración es más evidente. Sin embargo, los ojos también pueden ser afectados muy seriamente”.
Resalta la doctora que “si se mira directamente al sol, por más de 90 segundos, se producen lesiones fotoquímicas del área central de la retina llamada mácula, la cual prácticamente se quema, ocasiona una maculopatía fototóxica conocida como maculopatía solar, con gran disminución de la visión”.
Señala también que “puede ocurrir durante un eclipse solar, pero también en un día normal, por lo que es conveniente saber que el daño de los rayos ultravioleta (UV) es acumulativo, por lo tanto, los adolescentes y adultos jóvenes deben tener especial cuidado en proteger sus ojos de la exposición al sol. También ha sido reportado que la exposición a los rayos ultravioleta durante el bronceado artificial puede producir daños a la piel y los ojos. La radiación predispone además a otras afecciones, como la llamada degeneración macular relacionada a la edad y cataratas que pueden disminuir la visión en forma importante sin tratamiento adecuado”, acota.
Incluso “predispondrían a una forma de cáncer ocular, de ahí la importancia de utilizar protección adecuada para exponerse al sol y al bronceado artificial. Para evitar los niveles nocivos de radiación UV se recomienda el uso de anteojos de sol que absorban estos rayos en un 99% o más, que cubran la parte superior y lateral de los ojos. Si es posible asociados a un sombrero y un bloqueador de sol para la cara, mientras esté al aire libre”.
Sequedad
Refiere la profesional que “la sequedad e irritación de los ojos es frecuente en las personas que durante el verano están constantemente en ambientes cerrados con acondicionadores de aire que producen mucha sequedad ocular. El tratamiento implica el uso regular de lágrimas artificiales”.